La colorimetría es algo más que elegir colores bonitos; es entender cómo el espectro de tonos interactúa con tu piel, tus ojos y tu cabello, creando una armonía visual que puede elevar tu presencia. En palabras de Francine Nusbaum, colorimetrista de Oramai, centro de peluquería y estética, “conocer tus colores amigos no solo transforma tu armario; también cambia cómo te ves y cómo te ven los demás. Es un boost de confianza que se nota”.
El corazón de la colorimetría está en descubrir el subtono de tu piel: cálido (amarillo) o frío (azul). Para identificarlo, en el taller se utilizaron pañuelos de diferentes colores que se colocaban alrededor del rostro, analizando cómo cada tono afectaba la luminosidad de la piel. El resultado no siempre es evidente, pero siempre es revelador.
La experta explica que incluso quienes creen tener un tono intermedio acaban por pertenecer a una de las dos categorías: “Siempre serás un tipo de cálida o un tipo de fría, incluso si hay cruces”. Este análisis inicial determina tu paleta de colores ideal: Para pieles cálidas, tonos como el beige, el marrón chocolate, el rojo anaranjado y el verde oliva son auténticos aliados. Para pieles frías, triunfan los tonos intensos como el azul marino, el granate, el verde botella y el gris.

Las expertas de Oramai explican que “una vez que conoces tu subtono y los colores que te favorecen, no necesitas renovar por completo tu armario”
El impacto del color más allá de la ropa
Pero, ¿qué sucede si tu armario no está lleno de estos colores ideales? ¿Tienes que renovarlo por completo? La respuesta es un rotundo no. “Los accesorios, el maquillaje y hasta el color del cabello son herramientas poderosas para equilibrar y realzar tu look”, asegura. Por ejemplo:
• Accesorios: El dorado realza los subtonos cálidos, mientras que el plateado favorece a los fríos.
• Maquillaje: Un eyeliner marrón oscuro complementa los tonos cálidos, mientras que un azul marino aporta profundidad a los fríos.
• Cabello: Las pieles cálidas brillan con tonos dorados, cobrizos o castaños cálidos, mientras que las frías lucen mejor con cenizas, chocolates oscuros o rubios platinos.
Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia. Según Nusbaum, “basta con incorporar un accesorio en el tono correcto o un labial que potencie tu piel para transformar por completo tu look sin invertir en un armario nuevo“.
Color y autoestima: el impacto psicológico de acertar con los tonos
La elección correcta de colores no solo afecta cómo te ves; también influye en cómo te sientes. Ella lo resume así: “Llegar a la oficina y que alguien te diga ‘qué guapa estás hoy’ te levanta el ánimo de inmediato. Verte bien en el espejo, incluso con poco tiempo, es un boost de energía que transforma el día”.
Más allá de la moda, la colorimetría es un acto de autoconocimiento. Descubrir los colores que te favorecen no solo te conecta con tu estilo, sino que también refuerza tu confianza y energía.
Aunque la moda es pasajera, los colores que te favorecen son eternos. La experta aconseja acercarse a las tendencias con criterio: “Si el color de moda no te sienta bien, úsalo de cintura para abajo o busca una versión dentro de tu paleta”.