La última aparición pública de Julio Iglesias ha reavivado uno de los conflictos personales más largos y delicados que rodean al cantante. No por una declaración directa ni por un gesto propio, sino por las consecuencias de una entrevista televisiva concedida por Javier Santos, quien desde hace décadas sostiene ser hijo biológico del artista.
Sus palabras, emitidas en un programa de Telecinco, han provocado un fuerte malestar en su madre, María Edite Santos, y han abierto una nueva grieta familiar.
El detonante ha sido el tono conciliador de Javier, que sorprendió al tender públicamente un puente hacia Julio Iglesias e incluso pedirle perdón. Un gesto que, lejos de cerrar heridas, ha generado inquietud y enfado en su madre, que lleva más de treinta años batallando para que se reconozca la paternidad del cantante.
El enfado de María Edite Santos tras la entrevista
Según fuentes próximas a María Edite Santos, la bailarina portuguesa considera innecesaria —e incluso contraproducente— la actitud mostrada por su hijo hacia Julio Iglesias. En su entorno creen que Javier no debería olvidar los desprecios sufridos durante años ni la humillación que, a su juicio, supuso todo el proceso judicial y mediático vivido desde que salió a la luz el caso.
Estas mismas fuentes aseguran que la madre mantiene intacta su determinación y que seguirá defendiendo públicamente y por la vía judicial el reconocimiento de la consanguinidad, independientemente del giro emocional que haya dado su hijo en sus últimas declaraciones sobre Julio Iglesias.
Pese al intento de Javier Santos por aproximarse a su supuesto padre, la postura de Julio Iglesias continúa siendo firme. Lejos de facilitar un encuentro, el artista habría vetado cualquier intermediación de personas de su entorno para propiciar una reunión que, por ahora, no parece viable.
El cantante se aferra a la sentencia judicial que falló a su favor y ha pedido expresamente a sus allegados que eviten mencionarle este asunto. En su círculo se insiste en que Julio Iglesias no está dispuesto a reabrir un capítulo que considera cerrado. Ni siquiera ante los intentos de reconciliación de Javier, que mantiene la esperanza de que, con el tiempo, la postura del artista pueda cambiar.
La casa de Galicia, otro foco de rumores
En paralelo al conflicto familiar, en las últimas horas ha surgido otra información relacionada con Julio Iglesias: el supuesto interés del cantante por vender su casa de Orense. Se trata de un chalé ubicado en las inmediaciones de la aldea donde creció su padre, el recordado Papuchi. Un enclave con un fuerte valor sentimental para el artista.
Sin embargo, desde el entorno más cercano de Julio Iglesias niegan rotundamente que exista una operación en marcha. Reconocen que el cantante no pasará las fiestas navideñas en Galicia. Pero aseguran que la vivienda sigue formando parte de su patrimonio emocional y familiar.
Personas próximas al artista explican que algunos de sus hijos sí tienen previsto pasar unos días en la casa gallega y conocer de primera mano el lugar donde Julio Iglesias pasó parte de su infancia. “Para él es muy importante”, aseguran en 20 Minutos, subrayando que, aunque en algún momento pudo plantearse qué hacer con la propiedad.
Ahora mismo no existe ninguna intención de venderla. “Dudo mucho que acabe poniéndola a la venta. Desde luego, ahora mismo no lo está”, afirma uno de los pocos amigos del cantante que se ha pronunciado sobre el asunto, cerrando así la puerta a una posible operación inmobiliaria que había vuelto a situar a Julio Iglesias en el centro del foco mediático.