La aventura marítima de Greta Thunberg rumbo a Gaza llego a su fin. Un día después de que la embarcación Madleen fuera interceptada por un comando naval israelí cuando pretendía dirigirse a las costas de Gaza, la activista sueca y otros tres tripulantes, incluido el español Sergio Toribio, fueron deportados de vuelta a sus países de origen desde el aeropuerto de Tel Aviv.
“Hicimos nuestros cálculos de riesgos y sabíamos lo que afrontábamos. Éramos conscientes de lo que pasó a misiones previas, y teníamos incertidumbre especialmente por la conducta israelí”, afirmó Thunberg ante una nube de reporteros a su llegada a Suecia. Pese a que eran conscientes que los paquetes de ayuda humanitaria que transportaba la “Flotilla de la Libertad” no llegarían a su destino, la activista climática insistió en que “queríamos mantener la ayuda humanitaria hacia la gente de Gaza”.
Otros activistas rechazaron la deportación
Otros ocho activistas, incluida la europarlamentaria francesa Rima Hassan, rechazaron la oferta de deportación inmediata, por lo que afrontarán un proceso judicial en Israel para ser expulsados del país. Los integrantes del Madleen insisten en que la misión era levantar la voz ante la hambruna que sufren los gazatíes, tras 11 meses de bloqueo total a la entrada de suministros y una caótica situación actual, donde se han establecido centros de distribución de alimentos a cargo de una compañía privada estadounidense.
Decenas de gazatíes habrían muerto por disparos cuando intentaban conseguir comida. El mismo día en que Thunberg y sus compañeros fueron deportados, 17 personas habrían muerto tiroteadas en el centro de Gaza cuando intentaban adquirir cajas de ayuda, según las autoridades sanitarias bajo control de Hamás.
“Israel no permitirá dañar su soberanía por flotillas de protesta provocativa en sus fronteras”, señaló el ministro de Interior Moshe Arbel, tras firmar una orden que prohíbe la entrada al país a los activistas. Representantes consulares de los países de origen de los activistas se encontraron con los cuatro que iban a ser deportados en el aeropuerto de Ben Gurion.
Greta Thunberg vuelve a Suecia
En la mañana del martes, el ministerio de exteriores israelí publicó una foto de Thunberg embarcando en un vuelo de El Al. La activista llevaba años evitando usar aviones, ya que se opone a la huella de carbono que dejan en el planeta. Tras ser interceptada en alta mar, la activista sueca alegó que fue “secuestrada” por el Ejército israelí, lo que indignó a muchos israelíes, que todavía esperan el retorno de los 56 secuestrados que mantiene Hamás desde el 7 de octubre de 2023.
“Pido a todos mis amigos, familiares y camaradas que presionen al Gobierno sueco para que me liberen lo antes posible”, demandó Thunberg antes de ser detenida. El Madleen fue desviado al puerto de Ashdod tras su interceptación, y las autoridades israelíes ofrecieron a los tripulantes la deportación inmediata o mantenerse en custodia policial hasta sentarse frente a un tribunal.
Thunberg, detenida en aguas internacionales
Todos rechazaron la acusación de que entraron ilegalmente al país, ya que fueron detenidos en aguas internacionales. Thunberg y los otros tres deportados escogieron aceptar la salida exprés, para así hacer campaña por la liberación del resto desde sus países. “Seré más útil fuera de Israel que si me fuerzan a quedarme varias semanas aquí”, dijo Thunberg a sus abogados. Y prosiguió: “Si decidimos quedarnos contra la voluntad de las autoridades israelíes y nos arrestan durante semanas, supondrá un daño a nuestra causa”.
Desde Francia, el presidente Emmanuel Macron pidió que se “permita el retorno a Francia lo antes posible” a los seis ciudadanos de su país. La eurodiputada gala Rima Hassan ya protagonizó otra polémica en febrero, cuando se denegó su entrada en el aeropuerto de Tel Aviv por su apoyo al boicot contra el estado judío. Hassan pretendía unirse a una delegación de diplomáticos europeos que visitaban Jerusalén y Ramala.
Trump critica a Greta Thunberg
El presidente estadounidense Donald Trump, detractor manifesto de Thunberg, desestimó la afirmación de la activista climática de haber sido secuestrada. “Creo que Israel ya tiene suficientes problemas sin secuestrar a Greta Thunberg. Es una joven enojada… Creo que debería asistir a un curso de control de la ira”, consideró.
El ministro de Defensa israelí Israel Katz planeaba proyectar el film con los horrores cometidos por Hamás el 7 de octubre, filmados con las propias cámaras gopro de los terroristas. No obstante, los activistas rechazaron ver las imágenes, en que se ve gente siendo masacrada y mutilada por los islamistas.
Presión internacional
La polémica suscitada por la flotilla de Thunberg llega en plena oleada de presión internacional sobre Israel, a quien se exige la entrada de más alimentos y suministros básicos para paliar la crisis humanitaria en Gaza. Israel consideró que la “Flotilla de la Libertad” era una herramienta de propaganda favorable a Hamás: “La poca ayuda que llevaba el yate y no fue consumida por las celebrities será transportada a Gaza mediante canales humanitarios reales”, declaró el ministerio de Exteriores hebreo tras la incautación.