Un atentado terrorista perpetrado frente a una sinagoga abarrotada en Mánchester ha dejado al menos dos muertos y cuatro heridos graves, lo que ha llevado al primer ministro británico Keir Starmer y a altos cargos de la Policía a garantizar urgentemente la seguridad. La Policía ha identificado al sospechoso, se trataría de Jihad al Shamie, británico de origen sirio.
El ataque comenzó alrededor de las 9:30 am de este jueves, Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío, cuando un coche se abalanzó contra una multitud frente a la sinagoga Heaton Park Hebrew Congregation. A continuación, el agresor salió del vehículo y comenzó a apuñalar a los fieles.
Los gestos que salvaron vidas
El rabino Daniel Walker, que oficiaba el servicio de Yom Kippur, cerró rápidamente las puertas de la sinagoga, atrincherando a decenas de feligreses en el interior. Los testigos atribuyeron a su tranquila reacción el haber evitado un derramamiento de sangre aún mayor.
El jefe de Policía de Gran Mánchester, Sir Stephen Watson, confirmó que el personal de seguridad y los fieles se enfrentaron al agresor, ralentizando su avance antes de que llegaran los agentes armados y le dispararan mortalmente a los siete minutos de la primera llamada de emergencia. Inicialmente se temió que el agresor llevara un chaleco explosivo, aunque la Policía confirmó más tarde que no se trataba de un dispositivo viable.
Se cree que entre los heridos graves se encuentra un guardia de seguridad de la sinagoga que se interpuso para proteger a los demás. El feligrés Rob Kanter, de 45 años, describió al “Daily Mail” el ambiente dentro del edificio como “tranquilo y digno”, a pesar del caos y el terror en el exterior. “Nos habíamos asegurado de que todas las puertas y ventanas estuvieran cerradas”, confesó.
Se realizaron dos detenciones más cerca del lugar de los hechos en relación con el ataque a dos hombres de 30 años. Asimismo, una mujer de 60 años ha pasado a disposición.
Quién era Jihad al Shamie
La Policía ha confirmado la identidad del agresor, Jihad al Shamie, un británico de origen sirio de 35 años. Según la BBC, las autoridades han indicado, que con la información inicial, los registros policiales no muestran ninguna remisión previa de esta persona al programa antiterrorista Prevent. Llegó a Reino Unido siendo menor y en 2006 habría recibido la nacionalidad británica de acuerdo a las primeras informaciones.
Los detectives de la Policía antiterrorista están examinando los dispositivos electrónicos y la actividad en línea del sospechoso en busca de pruebas de radicalización. Los investigadores sospechan que el motivo es islamista, pero han subrayado que la investigación sigue en curso.
Respuesta nacional
En un sombrío discurso pronunciado frente a Downing Street tras una reunión de emergencia del Cobra, el primer ministro Starmer condenó lo que calificó de “un vil ataque terrorista que atacó a los judíos por ser judíos y atacó a Gran Bretaña por nuestros valores”.
Prometió una mayor presencia policial en torno a las comunidades judías y se comprometió a “hacer todo lo que esté en mi mano para garantizarles la seguridad que se merecen”. “A todos los judíos de este país, también quiero decirles esto”, aseveró Starmer. “Sé cuánto miedo deben sentir… Nadie debería tener que vivir con estos miedos”.
La ministra del Interior, Shabana Mahmood, que visitó Mánchester este mismo jueves, calificó los hechos de “horrible ataque terrorista antisemita” y prometió que “aquellos que buscan dividirnos… fracasarán”. El alcalde del Gran Mánchester, Andy Burnham, se hizo eco de esas palabras e instó a la ciudad a «mostrar su solidaridad con la comunidad judía este fin de semana».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, describió los asesinatos como un “ataque bárbaro” y afirmó: “Nuestros corazones están con las familias de los asesinados y rezamos por la rápida recuperación de los heridos”.
Comunidad en estado de ‘shock’
La comunidad judía de Mánchester, una de las más grandes de Reino Unido, ha quedado conmocionada. Muchas familias buscaron refugio hace generaciones, huyendo de la persecución en Europa. Los líderes de la comunidad destacaron que la sinagoga podría haber sido testigo de una tragedia aún mayor sin la rápida actuación del rabino Walker y el personal de seguridad.
“Continuamos parte del servicio en las dependencias de la Policía”, explicó Ron Kanter, “porque, al fin y al cabo, es Yom Kippur y queríamos mantener nuestra fe ante esta terrible tragedia”.
La Policía antiterrorista sigue buscando posibles cómplices y examinando el camino del sospechoso hacia la radicalización.
Mientras Manchester llora a sus muertos, los líderes británicos han tratado de tranquilizar a una comunidad judía conmocionada asegurándoles que no están solos. “Reino Unido se unirá para abrazar a vuestra comunidad”, aseveró Starmer. “Gran Bretaña es un lugar donde vosotros y vuestras familias estáis a salvo, seguros y tenéis un lugar al que pertenecer”.