En una fascinante mirada a la ‘Sala de Situación‘ de la Casa Blanca, las fotos publicadas por la Administración el sábado (domingo en España) mostraban al presidente Donald Trump y a su equipo de seguridad nacional supervisando una operación militar de alto riesgo: los ataques selectivos contra tres instalaciones nucleares iraníes. Pero entre la multitud de hombres poderosos vestidos con trajes y uniformes, una figura destacaba: Susie Wiles, la única mujer en la sala, sentada al lado del presidente.
En las imágenes compartidas, queda claro tanto la siempre prominente gorra de Trump con el lema “Make America Great Again” (MAGA) durante el ataque, como que la presencia de Wiles, jefa de Gabinete de Trump en la Casa Blanca, es la única femenina. Así, no solo es la primera mujer en ocupar el cargo en la historia de Estados Unidos, sino que su influencia dentro del círculo íntimo de Trump no tiene parangón. Esta operación militar, llevada a cabo en coordinación con las fuerzas israelíes, representa un punto álgido en la política exterior del segundo mandato de Trump.
Quién es Susie Wiles, una estratega veterana
Conocida en los círculos políticos como la “dama de hielo” por su compostura y su agudo instinto, Susie Wiles no es ajena a los entornos de alta presión. A sus 68 años, la veterana estratega republicana se ha labrado una reputación como una de las operadoras políticas más eficaces del país. Desempeñó un papel fundamental en la victoria electoral de Trump en 2024, elaborando mensajes, gestionando crisis y organizando la maquinaria de la campaña con disciplina y previsión.
Sus raíces se hunden profundamente en la llamada “mafia de Florida”, un grupo leal de operadores políticos del Estado del Sol que se han convertido progresivamente en los asesores de mayor confianza de Trump. Pero Wiles destaca, no solo por su género o su currículum, sino por su incomparable capacidad para conseguir que Trump la escuche y se mantenga fiel al mensaje.
President Donald J. Trump in The Situation Room, June 21, 2025 pic.twitter.com/T0ECocToiC
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Es la única persona en la que él confía realmente para decirle cuándo se equivoca, aseguran desde el círculo de Trump. Y él realmente la escucha.
Wiles plantó cara a Musk (y ganó)
Su reciente enfrentamiento con Elon Musk, el magnate tecnológico que ha intentado ejercer una influencia cada vez mayor sobre las políticas de Trump, ilustra aún más su determinación. En un enfrentamiento entre bastidores, Wiles supuestamente rechazó una propuesta impulsada por Musk que habría trastocado la estrategia postelectoral cuidadosamente calibrada de Trump. Fuentes internas afirman que fue Wiles quien advirtió a Trump que no “externalizara” su plataforma o su impulso político al voluble multimillonario.
Ella ganó esa ronda, señaló una fuente cercana a la Casa Blanca. Y ha dejado claro que nadie, ni siquiera Musk, va a deshacer lo que ella ha construido con tanto esfuerzo.
Las imágenes de la sala de crisis
En las imágenes difundidas de la renovada ‘Sala de Situación’, que ahora cuenta con tecnología moderna y un elegante rediseño, se ve a menudo a Wiles sentada cerca de Trump o concentrada en las deliberaciones que se desarrollan a su alrededor. Según recuerda la agencia AP, el extenso complejo situado en la planta baja del ala oeste fue sometido a una renovación de 50 millones de dólares que se completó en 2023 bajo la Administración Biden.
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En un momento dado, Trump se coloca detrás de ella mientras habla el presidente del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine. Mientras que otros aparecen en movimiento o inmersos en conversaciones, la quietud de Wiles refleja su papel: un ancla estratégica para Trump en momentos de caos.
Mientras que muchos jefes de gabinete políticos han operado históricamente entre bastidores, Wiles combina la discreción con una autoridad inconfundible. Quienes trabajan con ella la describen como una persona muy organizada, sensata, cálida y afable, rasgos que la han convertido en indispensable para Trump. No le interesa la fama ni las entrevistas televisivas. Su poder reside en la ejecución silenciosa y en la capacidad de alejar a Trump de sus peores instintos sin provocar su ira.