La relación que en su día fue estrecha entre el presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk se ha derrumbado de una forma espectacular y pública, dejando tras de sí un rastro de acusaciones públicas, tuits eliminados e incertidumbre política. ¿El catalizador? La oposición abierta de Musk al amplio proyecto de ley de política interna de Trump, al que calificó de “abominación repugnante“.
Aunque en un principio parecía que este sábado ambos habían enterrado el hacha de guerra, Trump se ha amenazado a Musk en la televisión estadounidense. El presidente republicano le dijo a Kristen Welker, de la NBC, que si Musk financia a los candidatos demócratas que se oponen al proyecto de ley, “tendrá que pagar consecuencias muy graves”. Eso sí, aunque Trump afirmó tener el poder de cancelar los contratos federales de Musk, insistió en que aún no había considerado hacerlo. Con todo, el republicano declaró que la relación “había terminado”, afirmando: “Supongo que sí, sí”.

Musk borra los tuits de Epstein
Las repercusiones van más allá de la animadversión personal. Los líderes de la Cámara de Representantes afirman que la disputa no ha afectado al progreso del proyecto estrella de Trump en el Congreso. No obstante, los conservadores fiscales están aprovechando las críticas de Musk, haciéndose eco de sus preocupaciones sobre las implicaciones financieras del proyecto de ley. Esto sugiere que la ruptura podría tener consecuencias políticas más amplias.
Para añadir más dramatismo, Musk parece haber borrado varias publicaciones incendiarias de X (antes Twitter), incluidas las acusaciones contra Trump y su relación con el caso de pederastia Epstein y las amenazas de retirar la nave espacial Dragon de SpaceX. Sin embargo, las publicaciones críticas con el proyecto de ley siguen ahí, lo que pone de relieve la profundidad del desacuerdo de Musk con la medida.

Trump saca músculo este domingo en Camp David
Ante la división entre los simpatizantes de MAGA y el escándalo público que ha causado el divorcio con Musk -que tenía un cargo en la Administración- Trump mostrará este domingo que está respaldado por miembros leales y unidos de su Ejecutivo. La Casa Blanca celebrará una reunión de alto nivel en Camp David para abordar una serie de cuestiones, a la que asistirán figuras destacadas del trumpismo como el vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth.
Precisamente Vance fue uno de los que salió este fin de semana en defensa de Trump. Indicó que Elon Musk estaba cometiendo un “gran error” al atacar al presidente de Estados Unidos e intentó restar importancia a los feroces ataques de Musk del jueves. En su opinión, el CEO de Tesla es un “hombre emocional” que se frustró.

En la CNN analizaban este sábado que la respuesta de Trump había sido sorprendentemente moderada en comparación con sus típicas explosiones de ira en las redes sociales. Una fuente cercana al presidente reveló que Trump ha preguntado en privado si las acciones de Musk están relacionadas con el supuesto consumo de drogas, citando informaciones recientes sobre el consumo de ketamina y Adderall por parte del “tecnobro”. Trump podría estar tratando de comprender el comportamiento de Musk en lugar de embarcarse en una batalla sangrienta en toda regla. Otros analistas estadounidenses creen que precisamente el (supuesto) consumo de sustancias por parte del magnate surafricano ha sido un factor importante en el deterioro de su relación.