“Es momento de lanzar la bomba: Trump figura en los papeles de Epstein. Esta es la verdadera razón por lo que no se hicieron públicos. ¡Que tengas un buen día!”, tuiteó en la noche del jueves Elon Musk, propietario de Tesla, la red X y ex empleado estrella de la Administración Trump. En cuestión de semanas, el multimillonario que presumía haber contribuido al retorno del líder republicano al poder ha pasado a ser su más férreo detractor. El motivo público: las discrepancias sobre la implementación de políticas fiscales domésticas.
Los dos hombres más poderosos de EE UU escalaron la batalla de insultos y amenazas en la noche del jueves, lanzándose continuas puyas en redes sociales. Todo empezó cuando Trump mostró su “frustración” con el criticismo de Musk hacia sus políticas de impuestos y déficit público, insinuando que podría suponer el fin de su “gran relación”. El dueño de Tesla replicó de inmediato a la “ingratitud” del presidente: “Sin mi ayuda, Trump hubiese perdido las elecciones”.

¿Ruptura por la ley de gasto público?
La crisis entre ambos se desató tras la “grande y preciosa” ley de gasto público aprobada por la Administración Trump, que ahora espera la luz verde del Senado. La medida provocó la salida de Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), la oficina creada para recortar miles de millones de dólares en gasto público, funcionarios y agencias gubernamentales, incluidas las de ayuda al desarrollo en el mundo.
“Estoy muy decepcionado porque Elon conocía el funcionamiento interno de este proyecto de ley mejor que casi todos los presentes. De repente, se encontró con un problema”, afirmó Trump el jueves, tras su reunión con el canciller alemán Friedrich Merz.

Durante el cruce de amenazas en redes, el presidente consideró que “la forma más fácil de ahorrar en nuestro presupuesto billones de dólares es terminando los contratos y subsidios gubernamentales para Elon. ¡Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera!”. Trump insinuó que Musk está enojado porque ordenó retirar los subsidios a la compra de vehículos eléctricos, lo que afecta directamente a la compañía Tesla, propiedad de Musk.
Minutos después, el multimillonario anunció que “considerando las declaraciones del presidente sobre la cancelación de mis contratos estatales, SpaceX empezará a desmantelar su nave espacial Dragon de inmediato”. La aeronave Dragon es usada por EE UU para transportar material y personas a la Estación Espacial Internacional.

El idilio entre ambos empezó en julio de 2024, tras el intento de asesinato que sufrió Trump durante un acto electoral en Pensilvania. Desde entonces, Musk pidió públicamente el voto por el candidato republicano, y donó más de 200 millones de euros a su campaña. Pero ante la crisis abierta entre ambos, Musk preguntó en X a sus seguidores: “¿es tiempo de fundar un nuevo partido político en América que represente al 80% que está en el centro?”
En la pugna abierta, Musk no solo acusó a Trump de figurar en la lista de Epstein, el magnate pedófilo arrestado en 2019 por acusaciones de trafico sexual de menores que se suicidó mientras esperaba su juicio. El multimillonario también acusa al presidente de fomentar la recesión económica en EE.UU. por la imposición de aranceles a las importaciones de todo el mundo. “Se ha vuelto loco”, replicó Trump en otro post.
El movimiento MAGA se resquebraja
En el movimiento Make America Great Again (MAGA), los republicanos fanáticos de Trump, se ha abierto una crisis interna. La polémica analista conservadora Laura Loomer afeó a Musk su modus operandi. “El legado de Trump será eterno, es el presidente más transformador que jamás tuvimos, sacrificó mucho por nuestro país. Está lucha debería haberse lidiado fuera de internet”, consideró.

Entre las filas republicanas, sus congresistas y senadores se debaten de qué lado de la contienda posicionarse. “Es de lo que está hablando todo el mundo. Si estar con el hombre más poderoso del mundo, o con el más rico del mundo”, agregó Loomer. Steve Bannon, ideólogo de MAGA y de movimientos de la derecha reaccionaria global, aclaró que “Elon Musk está por detrás Trump” y animó a que el multimillonario, de origen surafricano, sea deportado.
Qué harán los senadores republicanos
“Habrá muchos combates y ataques en los próximos días. Nunca debemos olvidar lo terrible que era el ambiente online antes de octubre de 2022. Pase lo que pase, estoy agradecido de que Elon Musk comprara X y liberara la libertad de expresión en Estados Unidos. Su contribución al país y a la civilización es inmensa”, dijo en tono conciliador el activista conservador Charlie Kirk.
La gran incógnita ahora es qué rol jugaran los senadores republicanos, que deben dar visto bueno a la ley presupuestaria aprobada por Trump, que prevé aumentar la deuda pública entre 2,5 y 5 trillones de dólares. Considerada como un empujón de la agenda “Estados Unidos primero” de Trump, el proyecto de ley también ampliaría los recortes de impuestos o endurecería la ley inmigratoria. Por el contrario, supondría más recortes a programas de ayuda médica o alimentaria.
Cómo lidiar con Musk y Trump
El presidente de la Cámara de Representantes, el conservador Mike Johnson, se refirió al propietario de X como “un amigo”, pero dijo este viernes que los ataques que lanzó a Trump fueron “sorprendentes y decepcionantes”.

Analistas estadounidenses apuntan a que Musk podría ahora usar su fortuna y su red social X para fomentar la batalla contra Trump. De hecho, ya empezó la campaña, sugiriendo un impeachment contra el presidente o la formación de una fuerza política alternativa. La batalla entre los hombres más poderosos de EE UU solo acaba de empezar.
En una entrevista telefónica con ABC News, Trump aseveró que el dueño de Tesla “perdió la cabeza” y al ser preguntado por informaciones que apuntaban a una llamada entre ambos programada para el viernes, el republicano simplemente indicó que Musk quiere hablar con él, pero que de momento él “no está particularmente” interesado en cerrar la brecha entre ambos.