En cuatro meses, el billonario Elon Musk ya habría tenido suficiente para aplicar sus planes de recortes drásticos a la administración federal de Estados Unidos. En un anuncio inesperado, el propietario de Tesla o la red social X confirmó que su tiempo como “empleado especial del gobierno” concluirá pronto.
“Quiero agradecer al presidente Trump la oportunidad para reducir gastos tirados a la basura. La misión del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) solo se fortalecerá con el tiempo”, vaticinó. Con la caída en picado de Tesla, Musk ya anticipó hace semanas su deseo de retirarse como empleado de la Casa Blanca para centrarse en sus negocios.
La aparente salida de Musk llegó un día después de sus reproches al presidente Donald Trump, a quien criticó por una ley que supondrá una “gran factura”, ya que incrementará el déficit público y contradice la naturaleza del DOGE. La “mega ley” de Trump incorpora parte de su agenda política respecto al recorte de impuestos, la inmigración y otros asuntos domésticos.
¿Quién sustituirá a Musk?
La incógnita para resolver será quien reemplazará a Musk, pero dados los precedentes, todo apunta a que será un hombre blanco, adinerado y leal a los postulados ideológicos de Trump. Hasta la fecha, Trump a elegido a 317 cargos para lugares clave de su administración. Otros 323 no han sido elegidos por el presidente; y 244 esperan aprobación definitiva del Senado. Lo que sí está claro es la brecha de género: los altos cargos masculinos son 355, frente a tan solo 135 mujeres.
En total, Trump tiene la potestad de nombras hasta casi 4.000 oficiales designados políticamente en el poder ejecutivo o agencias independientes, incluidos 1.300 que requieren confirmación previa desde el Senado. La tendencia apunta a que los criterios profesionales no son la prioridad en el proceso de selección.

Para investigar fraude y malgasto en el Departamento de Trabajo, el presidente estadounidense nombró a Anthony D’Esposito, un excongresista republicano que perdió su escaño tras ser acusado de poner en nómina pública a su amante y a la hija de su mujer. Thomas March Bell, inspector general de Salud y Servicios Humanos, dimitió previamente de un cargo público por alegaciones de malbaratar impuestos. También impulsó causas judiciales contra clínicas de aborto como abogado del Partido Republicano.
La elegida de Trump para supervisar el Departamento de Asuntos de Veteranos, Cheryl Mason, dijo en un cuestionario del Senado que ella había seguido siendo asesora principal del secretario Douglas A. Collins, después de haber sido nominada para convertirse en inspectora general de una agencia que debe supervisar el trabajo del propio Collins.
La purga de Trump
Tras expulsar a 19 inspectores generales de agencias gubernamentales en una purga sin precedentes, Trump ha nombrado a seis de sus reemplazos recientemente, incluyendo a tres figuras con claro perfil ideológico. Dos tienen historias turbias, y otros dos tienen vínculos con las mismas agencias que deberán supervisar. Expertos en ética gubernamental alertaron de la problemática de los nombramientos, ya que se requiere independencia en lugar de nombramientos de cargos afines, que podrían fomentar el descrédito entre la ciudadanía. Antes de terminar su primer mandato, Trump ya expulsó a cinco inspectores generales por discrepancias personales.

Los perfiles de ellas
En el terreno femenino, Trump ha centrado su apuesta en ex presentadoras de la cadena Fox News, su principal referencia mediática. A principios de mayo, anunció el nombramiento de la presentadora Jeanine Pirro, exjuez y fiscal en los años 90, que a partir de ahora ejercerá –por ahora temporalmente- como la fiscal federal en Washington.
A principios de abril, nombró a Tammy Bruce, otra veterana colaboradora de Fox News, como portavoz del Departamento de Estado. Parece que Trump vio en la cadena de televisión la cantera perfecta para ocupar los altos cargos de su ejecutivo. Poco después de retomar el poder, nombró al también expresentador Pete Hegseth como jefe del Pentágono, un nombramiento no exento de polémica por los postulados reaccionarios de Hegseth.

Tras su toma de posesión, Trump seleccionó a un total de 19 ex presentadores de Fox News, de los cuales siete trabajaban en la cadena cuando fueron nombrados. El objetivo de la Administración Trump era unificar su discurso público, ya que durante su primer mandato su produjeron importantes lapsus a la hora de transmitir sus mensajes coordinadamente a los medios.
“En los primeros 100 días de la Administración Trump, la mayoría de los nombramientos fueron hombres blancos”, destacó el think-tank Brookings. En los datos analizados por la institución se concluye que, en los 15 principales departamentos federales, el 84% de los cargos elegidos son hombres. El porcentaje respecto a la raza de los seleccionados es el mismo: el 84% de los nombramientos son blancos.