Era su prueba de fuego, el viaje más complicado para el canciller alemán Friedrich Merz que este viernes cumple su primer mes al frente de Alemania. El conservador fue recibido este jueves en la Casa Blanca por Donald Trump, en un encuentro que comenzó con ataques del magnate republicano para después volverse amistoso. El presidente estadounidense agradeció que Alemania “está gastando bastante más” en defensa, en el marco del debate abierto sobre la petición de incrementar el gasto militar en los países de la OTAN.
Había mucha expectativa, tanto en Berlín, como en Bruselas y en Kiev sobre esta reunión. La atención se centraba en como sería recibido el canciller alemán en la Casa Blanca. Dada su afinidad con el presidente Emmanuel Macron y su convicción en la urgencia de avanzar una estrategia europea de defensa unitaria -tras el abandono de EE UU-, no estaba claro como sería recibido por Trump. Al líder republicano le agradan más las figuras euroescépticas, como la premier italiana Giorgia Meloni.
Trump critica a los alemanes
Es más, el presidente norteamericano se refirió a los alemanes como “malos, muy malos” en el pasado, después de que Merz comentara durante la campaña electoral en febrero que “Europa tiene que lograr la independencia de Estados Unidos”, o que la Administración Trump es “indiferente hacia al futuro de los europeos”.

Merz sin saber que Trump iba a hacer ese comentario sobre los nazis, le entregó un certificado de nacimiento del abuelo de Trump, que era alemán, como regalo y ante los focos. Durante una llamada telefónica anterior, Merz habría invitado a Trump durante una llamada telefónica a visitar el poblado alemán donde nació su abuelo, Friedrich Trump.
German Chancellor @_FriedrichMerz presents President Trump with his grandfather's birth certificate. ❤️ pic.twitter.com/Cd9Rmk7Gcd
— The White House (@WhiteHouse) June 5, 2025
Si bien el cara a cara de Merz y Trump no llegó a los límites de tensión experimentada durante la llegada de Zelenski a Washington -que derivó en el corte de la ayuda militar estadounidense a Kiev-, el canciller alemán tuvo que lidiar con asuntos delicados, como las exportaciones de coches alemanes a EE UU, las discrepancias en el seno de la OTAN, o el indisimulado apoyo del entorno de Trump a la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD), segunda fuerza política alemana y líder de la oposición.
Aumento del gasto militar
Pese a las tensiones suscitadas por la imposición de los aranceles de la Administración Trump, ambos líderes sí coinciden en sus prioridades en política migratoria o defensa. Merz si que ve con buenos ojos el incremento en gasto militar. Fue Washington quien pidió a los países de la OTAN incrementar su inversión nacional en defensa hasta el 5% del PIB.

Desde la Casa Blanca, un oficial bajo anonimato comentó a Político que la llegada de Merz se consideraba como “solamente la visita de otro líder internacional”, restando así importancia al asunto. No obstante, Trump es una figura imprevisible, y la delegación alemana estaba preparada para cualquier escenario. No olvidaron los desplantes al presidente de Suráfrica Cyril Ramaphosa, al que acusó de perpetrar un “genocidio” contra la población blanca del país cuando visitó la Casa Blanca, o los duros reproches del vicepresidente JD Vance y Trump a Zelenski.
¿Retirada de los soldados estadounidenses?
Durante su primer mandato, Trump acusó a Alemania de ser un país “delincuente” por su reticencia a incrementar el gasto militar, y amenazó con retirar a los 12.000 soldados estadounidenses desplegados en el país. Ahora, Merz promete construir el “Ejército convencional más fuerte de Europa”.
Durante una visita a la sede la OTAN en mayo, Merz remarcó que la actitud de la Administración Trump hacia Europa “cambió obviamente”, por lo que ahora está “más optimista respecto a la alianza de la OTAN”. El canciller alemán lo achaca a la predisposición de la mayoría de los países de gastar más en armamento. “EE UU es indispensable para la seguridad de Europa hoy y a largo plazo”, remarcó Merz.
Musk eclipsa el encuentro
Con la reciente retirada de Elon Musk de la Administración Trump, Washington pierde al fan número 1 del partido ultra alemán AfD, lo que supuso un alivio para el canciller alemán antes de su llegada. Es más, muchas de las preguntas de los periodistas estuvieron centradas en la relación entre Elon Musk y Trump, lo que eclipsó bastante el encuentro.
“Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si seguirá así. Me sorprendió. (…) Estoy muy decepcionado porque Elon sabía los pormenores del proyecto de ley mejor que nadie”, aseguró Trump.
Sanciones a Rusia
Respecto al tema central del encuentro, la guerra en Ucrania, Trump amenazó con imponer sanciones económicas “muy duras” a Kiev y Moscú si no se frena el conflicto por vías diplomáticas. “Cuando vea el momento en que esto no va a parar seré muy, muy, muy duro. Y, para ser sincero, podría serlo sobre ambos países. Se necesitan dos para bailar el tango”, prosiguió Trump. La incógnita es si tras el encuentro del jueves se logrará unificar estrategias respecto a la guerra en Ucrania, o frenar la “guerra comercial” que desestabilizó las economías del mundo.