José Luis Ábalos ha entrado en la prisión de Soto del Real profundamente contrariado con Pedro Sánchez. El exministro de Transportes del PSOE entiende que él no es el único responsable de todos los problemas judiciales que le acechan y ha dirigido un aviso al presidente del Gobierno para que sepa que está dispuesto a morir matando y a hacerlo causando el mayor fastidio a Sánchez, es decir, señalando a su mujer, Begoña Gómez.
Desde que comenzaron a sucederse los informes de la UCO de la Guardia Civil por escándalos de corrupción en el PSOE, nada ha sacado tanto de sus casillas a Sánchez como la investigación a su mujer por cinco presuntos delitos. Uno de los escándalos, el relacionado con el rescate público de Air Europa, pasó por la cola del avión del Gobierno, pero Ábalos lo ha recuperado prácticamente a las puertas de entrar en Soto del Real.
“Investigar a Air Europa sería abrir el melón y ahí podemos llegar a Begoña. Podemos llegar bien llegados”, dijo Ábalos a El Mundo por teléfono a pocas horas de subirse al furgón que lo llevó a prisión. En su recuerdo está el sinfín de presiones que recibió de la compañía, pero también del propio Gobierno para favorecer desde Transportes una inyección de 475 millones de dinero público a la compañía aérea y evitar su bancarrota tras la pandemia.
Para no perderse con Ábalos en esta fase casi de venganza, hay que situarse en septiembre de 2020. Air Europa estaba al borde de la quiebra tras la inactividad de la pandemia y Javier Hildalgo, el CEO de Globalia (holding que engloba a la compañía aérea) vivía con gran angustia su situación empresarial. En aquellos momentos, Víctor de Aldama ocupaba un cargo de consejero en la aerolínea y contactó con Koldo García, el exasesor de Ábalos: “Está jodido (Hidalgo), muy jodido con el tema este. Se está buscando la vida y acaba de llamar a Begoña“.
El exministro de Transportes sabe que este mensaje obra en poder de la UCO y trata de que este hilo no se pierda de vista. Al fin y al cabo, cuando la Audiencia Provincial de Madrid acotó la instrucción del juez Peinado sobre Begoña Gómez en octubre de 2024 y dejó fuera toda investigación relativa a Globalia, también indicó que la decisión no era irreversible solo “en tanto en cuanto no aparezcan hechos verdaderamente nuevos de contenido incriminatorio y valorados en resolución judicial motivada”.
De hecho, en uno de los informes elaborados por la Guardia Civil se hizo expresa referencia a que “el Ministerio de Transportes hizo pública una nota de prensa, alimentando la idea de que dichas ayudas iban a ser obtenidas por Air Europa, a cambio de la cual el señor Ábalos habría podido obtener también un cierto beneficio económico, concretamente el pago de la renta de un alquiler en Marbella”.
Pese a ello, el magistrado instructor rechazó las diligencias solicitadas por el PP destinadas a investigar el rescate de Air Europa, ya que consideró que “no consta indicio alguno” de que la inyección de 475 millones fuera irregular a pesar de las gestiones de Ábalos y Koldo para favorecerlo incluida la referida nota de prensa del Ministerio de Transportes.
“La operación con SEPI no fue un rescate, fue un préstamo con las condiciones más estrictas y desfavorables de las concedidas en Europa”, consideró Hidalgo ante el Supremo cuando fue llamado a declarar.
Ábalos, en una pasada declaración ante el Supremo, ya mostró levemente su munición con este tema al desvelar que recibió “presiones” para favorecer el rescate de Air Europa. Y ahora trata de agitar este mismo árbol consciente del vínculo que puede establecerse entre Begoña Gómez y Globalia.
La conexión entre Begoña Gómez y Air Europa se explica a través de Leticia Lauffer, directiva de Wakalua, una filial de Globalia que financió proyectos empresariales de la mujer del presidente del Gobierno cuando estuvo al frente del IE Africa Center. Ambas son amigas y coincidieron con Javier Hidalgo en San Petesburgo durante la Organización Mundial del Turismo celebrada justo antes de la pandemia en 2019.
Posteriormente, Begoña Gómez mantuvo dos reuniones con Hidalgo en la sede de Globalia en el verano de 2020, cuando la compañía buscaba ser rescatada. Y Ábalos pretende quiere recuperar ahí el hilo y la tensión de los hechos antes de dar su próximo paso mientras decide si opta por hacer como Aldama y confiesa lo que sabe a la Justicia.
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