Ábalos vuela los puentes con Moncloa y pone a Begoña Gómez en la diana

José Luis Ábalos ha pasado su primera noche en Soto del Real. Lo ha hecho sin fianza, sin medidas alternativas y sin margen para evitar la cárcel. El juez Leopoldo Puente, siguiendo el criterio de la Fiscalía, ordenó su ingreso inmediato en prisión provisional tras una vistilla que confirmó los temores del exministro: su defensa no logró frenar la entrada en la cárcel.

El auto, al que ha tenido acceso este periódico, es claro. El magistrado aprecia un “riesgo de fuga extremo” y subraya que los indicios contra Ábalos están “cristalizados en la resolución de imputación”. A las puertas del juicio oral, explica, el acusado tiene incentivos de especial intensidad para abandonar el país. Por eso no ve posible ninguna alternativa: solo la prisión evita ese riesgo, escribe Puente.

Ya las entradas al Tribunal Supremo fueron significativas. Koldo García llegó con una mochila cargada. Ábalos, en cambio, apareció con una casi vacía, como si confiara en que su defensa pudiera evitar la cárcel. La resolución desmontó esa opción de inmediato. En el auto, Puente enumera factores que aumentan el riesgo de fuga: Recursos económicos, conexiones personales y capacidad de movilidad debido a los “graves” delitos que se le imputan en caso de condena. Elementos que obligan, dice el magistrado, a una medida “proporcional y necesaria”.

Ábalos dispara contra Begoña Gómez

A pocas horas de entrar en prisión, Ábalos añadió un capítulo más a su ofensiva pública. Si el miércoles apuntó a Sánchez y Yolanda Díaz a través de sus redes sociales, este jueves lo hizo hacia contra la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. En una entrevista con El Mundo, insinuó que investigar contratos vinculados a Air Europa “podría abrir el melón” y que por esa vía “podemos llegar a Begoña”. No aportó más datos ni detalles.

Pero el auto del Supremo se mantiene ajeno a esa tensión política. La decisión se basa en criterios estrictamente procesales: las penas solicitadas por Anticorrupción, que superan los veinte años de cárcel, la fase avanzada de la causa y la cercanía del juicio. El magistrado apunta que, en este estadio del procedimiento, tampoco serviría de mucho una posible colaboración del que fue ministro de Tranpostes.

Primer diputado en activo en ingresar en prisión

El ingreso en prisión tiene además efectos inmediatos en el Congreso. Con un auto de procesamiento firme y estando ya privado de libertad, Ábalos queda suspendido de todos sus derechos como diputado: no podrá votar ni cobrar su sueldo mientras siga en prisión preventiva. No perderá el escaño salvo condena firme o renuncia, pero la suspensión deja su actividad parlamentaria totalmente bloqueada.

Desde hace semanas, en el ámbito judicial se daba por hecho que Ábalos afrontaba un momento decisivo. Su estrategia de no agresión con Koldo se ha mantenido intacta, pero el avance del procedimiento penal ha hecho que la vistilla se convierta en una prueba clave.

Ábalos duerme ya en Soto del Real. Y ahora, la incógnita es cómo afrontará esta nueva situación. Si mantendrá el silencio que ha defendido hasta ahora o si, como si sospechan desde la oposición y desde las propias filas socialistas, se atreverá “a cantar la traviata”.