Nuevo frente para José Luis Ábalos y el que fuera su asesor Koldo García. El sumario de la trama de los hidrocarburos que investiga en la Audiencia Nacional un fraude con la Hacienda Pública de 182,5 millones de euros desvela nuevas conversaciones, a las que ha tenido acceso Artículo14, que evidencian una mediación entre Koldo García y empresarios del fuel para la concesión de licencias por parte del Gobierno a cambio de inmuebles y nóminas.
Uno de los mensajes que delatan el entramado lo reenvía el exministro a Koldo García. Se desconoce cómo llega el mensaje al teléfono de Ábalos. Su autor es Manuel Salles y se dirige a un grupo de personas. El empresario imputado comunica que Villafuel, la empresa con la que colaboraba Víctor de Aldama, no va a conseguir la licencia por la que llevaban luchando y mediando Ábalos y su asesor. “Villafuel no va a ser operadora por mucho que mantenga el alquiler de una casa para el que fue ministro de Fomento”, reza el mensaje.
En el mismo comunicado, también se habla de “la colocación de la deuda en Guinea ecuatorial”. Resulta que Ábalos estuvo mediando con el dictador, Teodoro Obiang, para impulsar los potenciales negocios.
La reacción de Ábalos es negativa. “Esto qué mierda es”, le increpa a su entonces asesor, lo que despierta la preocupación de Koldo García por si sus mensajes estaban siendo interceptados. “Borra, por favor”, le solicita al entonces ministro.
El alquiler del que habla es en relación al chalé en la Alcaidesa, en Cádiz, que Carmen Pano, empresaria asociada a Villafuel, compró por 526.000 euros para que el ministro y su familia disfrutara durante el verano.
“Esta casa no me gustaría perderla”
En las conversaciones también se relata la búsqueda de otro inmueble para el ex ministro a finales de 2021 y principios de 2022. Es Koldo García quien media entre Salles y Ábalos. Los inmuebles que barajan rondan un valor de un millón de euros y el trasiego de anuncios de Idealista no cesa durante meses. “Ok, avísame para organizar las visitas”, le dice Salles a Koldo García en febrero de 2022. “Esta casa no me gustaría perderla”, le insta Ábalos a su asesor en marzo de 2022.
Sin embargo, le entran dudas de cómo la sociedad tiene que efectuar la compra para no levantar sospechas. “La otra cuestión es que me reconocieron y ahora no sé como encaja que sea una sociedad la que compre. No sé cómo se puede explicar”, afirma Ábalos. A lo que Koldo García respondía: “Lo hablo con este para ver cómo se puede explicar”. Y le proponía una estrategia: “Lo que se me ocurre es que vaya a verla él y diga que le interés a él […]. Pero que vaya mañana a primera hora […]. Y así tú desapareces“. “Pero luego me verían ahí viviendo, con lo cual difícil está”, remataba Ábalos.
No solo fueron beneficios inmobiliarios. Koldo García fue contratado en la empresa de Salles durante tres meses con un sueldo de 30.000 euros brutos, según el contrato de trabajo que consta en las conversaciones a las que ha tenido acceso este periódico. Al parecer, no ejerció ninguna función. En otro de los mensajes, Salles le enviaba un documento con información sobre su empresa como si ni si quiera supiera a qué se dedicaba. “Buenos días, te mando las credenciales de la empresa para la que trabajas. Un abrazo”, le recordaba bromeando.
En el volcado de conversaciones constan la organización de un encuentro en el ministerio de Industria gestado por Koldo García y Aldama para que Villafuel optara a la licencia con la que se podrían ahorrar pagar impuestos por la venta de hidrocarburos. Pese a que el asesor de Ábalos facilitó estas conversaciones, Claudio Rivas, el dueño de Villafuel, lo acabó viendo como una piedra en el zapato: “Es muy importante que el grandullón se quite del medio en el ministerio. Palabras textuales del Jefe de Servicios de industria o sea el puto jefe. Que ya no intervenga ni moleste más ese señor es lo que dice y me ahorro los calificativos”, pidió Rivas a Aldama a finales de 2021.