La Feria del Libro de 2025 se rinde este año a un clásico intempestivo que, a pesar de sus décadas de vida, conserva intacto su filo, su elegancia y su escándalo. Buenos días, tristeza, la primera novela de Françoise Sagan, irrumpe como una de las grandes novedades editoriales del certamen. Lo hace gracias a una cuidada reedición que promete devolverla al lugar que le corresponde: el de obra esencial de la literatura del siglo XX.
Publicada originalmente en 1954, escrita cuando su autora apenas tenía 18 años, esta novela breve fue una conmoción en la Francia de posguerra. Hoy, setenta años después, su llegada a la Feria del Libro de 2025 adquiere un nuevo significado. El de reivindicar la inteligencia emocional, la ambigüedad moral y la belleza melancólica como formas legítimas de literatura perdurable.
Una nueva vida para un libro inmortal
El lector que se acerque por primera vez a este título en la Feria del Libro de 2025 encontrará en Cécile, su protagonista, un retrato tan perturbador como fascinante de la adolescencia: inteligente, fría, encantadora y cruel. Sagan construye un personaje memorable sin necesidad de alzar la voz, con un estilo depurado, casi seco, que anticipa la narrativa emocionalmente contenida que dominaría la segunda mitad del siglo XX.
Ambientada en una mansión de la Costa Azul, durante un verano abrasador y suspendido, la novela se mueve en un paisaje idílico que contrasta con la carga trágica de lo que allí ocurre. Anne, la mujer que llega para alterar la aparente armonía entre Cécile y su padre, simboliza el orden, la madurez, la posibilidad de una vida adulta más ética. Pero en la lógica de Buenos días, tristeza, ese orden solo puede ser percibido como amenaza.

La Feria del Libro de 2025, entre sus éxitos superventas, recupera así una obra que narra, sin moralismos ni sentimentalismos, el precio que se paga por rechazar el amor en nombre de la libertad.
El regreso de Sagan a la conversación literaria
No es casual que Buenos días, tristeza regrese con fuerza en la Feria del Libro de 2025. En un contexto literario en el que se revisan los cánones y se cuestionan los relatos tradicionales, la figura de Françoise Sagan reaparece como un símbolo de rebeldía elegante. Su irrupción temprana, su estilo inconfundible, su vida marcada por el exceso y la melancolía, la convierten en una figura casi mítica.
«Françoise Sagan es el F. Scott Fitzgerald francés», afirmaba The Guardian. Una frase que cobrará un nuevo sentido cuando uno pasee a partir de mañana por las casetas de la Feria del Libro de 2025 y se encuentra con este libro cuya juventud sigue hiriendo. Porque no hay nada viejo en sus páginas. Todo sigue ardiendo con una actualidad que conmueve.