Ana Peláez acaba de asumir la presidencia de la Fundación PwC en un momento clave. La entidad ha celebrado 20 años, un hito que ha servido para revisar su trayectoria y abrir una nueva etapa. La directiva resume así el punto de partida: “Estamos muy orgullosos de dónde hemos llegado. Hemos combinado lo que mejor sabemos hacer, compartir nuestro conocimiento, aunando actividades probono gracias al voluntariado de nuestros profesionales. Hemos dado pasos para que se sientan más comprometidos”.
Esa combinación, explica, ha permitido acompañar a numerosas ONG en ámbitos tan distintos como la medición del impacto, la gestión de riesgos o la mejora del gobierno corporativo, un elemento “clave para la transparencia y la credibilidad” del tercer sector. A su vez, ha promovido informes especializados para generar opinión en ámbitos del tercer sector. Así, en su iniciativa Papeles de la Fundación PwC ha abordado la relación entre el voluntariado y el talento o el perfil de los donantes en España.
Bajo el nuevo liderazgo de Peláez, la fundación seguirá centrada en las actividades probono y el voluntariado, pero con un impulso renovado. “Creemos en una Fundación basada en el esfuerzo. Queremos que más profesionales de PwC participen en iniciativas sociales. Soy muy de personas, y cuando me creo algo, lo transmito. Espero que mi conexión con el negocio nos ayude a sumar más voluntarios, también entre perfiles directivos”, apunta la presidenta, en una entrevista con Artículo14.
Jóvenes y tercer sector
Aunque aún no le ha dado tiempo a diseñar la hoja de ruta de la Fundación –asumió la presidencia hace apenas un mes-, Peláez sí tiene claro que los jóvenes serán un objetivo prioritario. En colaboración con el Instituto de Innovación Social de Esade, la institución ha analizado la relación de los jóvenes con el tercer sector. Una de las conclusiones es que, a pesar de su sensibilidad por los retos sociales y medioambientales, la conexión con las ONG sigue siendo limitada.
“Los jóvenes sí quieren ayudar. Lo vimos con la DANA y lo vemos en todo lo relacionado con el impacto ambiental. Pero hay que escucharles: buscan transparencia, datos y claridad sobre el impacto real. Quizá les falta recurrencia. Se vuelcan en momentos concretos, pero las necesidades son permanentes: pobreza, vivienda, empleo, educación”, apunta Peláez. Convertir ese impulso en compromiso estable será una de sus prioridades. La firma de servicios profesionales incorpora anualmente más de mil nuevos perfiles, especialmente talento joven.
La conexión con la juventud también afecta a las propias ONG. “No se comunica igual a una persona de 50 años que a un joven. Los lenguajes, los canales y las expectativas son distintas. También sería positivo incorporarlos a consejos asesores: sus ideas pueden aportar mucho”, afirma la directiva.
Un sector atomizado
Peláez confirma otro de los grandes desafíos: la fragmentación del tercer sector. “Hay muchísimas entidades pequeñas. Cuando los esfuerzos se reparten, se pierde impacto. Para quienes están en vulnerabilidad necesitamos acompañamientos integrales: educación, empleo y vivienda. Si se trabaja de forma aislada, ese impacto se diluye”. Por eso la Fundación PwC quiere reforzar su papel como espacio de encuentro: “A través de informes, eventos y redes de trabajo buscamos que las organizaciones se conozcan más y generen colaboraciones reales”. También quieren impulsar la difusión en el tercer sector del acceso al apoyo probono de PwC, unos recursos que, de otra manera, “muchas entidades no podrían permitirse”.
En la era de la inteligencia artificial, esta será un eje de futuro para la fundación. “La IA estará en todo y también aquí. Debemos ayudar a quienes más lo necesitan a entenderla y aprovecharla: para formarse mejor y para tener más oportunidades laborales”.
Liderazgo femenino
Ana Peláez combinará el liderazgo de la Fundación PwC con sus actuales responsabilidades en la firma. Es la responsable de Mercados en la División de Auditoría y responsable de Transformación de Banca y Seguros. Y forma parte del comité de dirección de Assurance -servicios de aseguramiento de la información financiera y no financiera- y del comité de negocios de PwC en España. Peláez, que ha desarrollado casi toda su trayectoria en la firma, es un referente de liderazgo femenino.
¿Cómo lo ha vivido? Admite que “es una carrera exigente. Para tener los clientes que tenemos hay que ser excelentes. Pero siempre he sentido apoyo”. ¿Ha sentido en algún momento diferencia por el hecho de ser mujer? Reconoce que en algún momento, especialmente al inicio, tuvo que “demostrar un poco más”, pero subraya que las oportunidades han estado ahí, especialmente en los últimos años. Recuerda un consejo que marcó su carrera: “Un director me repetía: ‘Ana, tú vales mucho. Sigue adelante’. Ese consejo lo he llevado siempre conmigo y es el que intento trasladar ahora a mis equipos”.
Su estilo se resume en una idea: sacar lo mejor de cada persona. “Tenemos procesos que exigen capacidades técnicas y soft skills, pero cada persona es distinta. Mi fortaleza es integrar esas diferencias para formar equipos imbatibles”. A través de sus diferentes responsabilidades, Peláez gestiona más de 150 personas.
Paridad
Sobre conciliación, reivindica una idea heredada de su madre: “Tiempo de calidad”. Y a pesar de que admite que en algunos momentos ha tenido que renunciar a cosas, su balance es positivo: “Mis hijos están muy orgullosos de mí. Es exigente, pero compensa”. Como profesional ha vivido la transformación en la legislación laboral, valora la equiparación de los permisos para hombres y mujeres: “Ha ayudado a que las mujeres no se perciban como un riesgo en términos laborales”.
¿Y cuál es su visión de las cuotas? “Creo que las cuotas han sido útiles para avanzar, pero la valía debe ser el primer criterio. Las mujeres debemos llegar por mérito, no porque toque”. En este sentido, Peláez cree necesario seguir impulsando vocaciones STEM para que ellas puedan estar representadas también en este ámbito. “Hay menos mujeres que hombres, sí, pero debemos darles confianza. A veces es un tópico, por eso hay que seguir promocionando mujeres referentes. Hay muchísimo talento femenino que puede triunfar en esas áreas”, afirma.
Objetivos
Aunque acaba de llegar, la nueva presidenta de la Fundación PwC tiene claro el horizonte. “Quiero más voluntarios, más impacto y una fundación aún más sólida. Que se entienda que PwC pone su mejor talento al servicio de causas sociales”. Peláez mantendrá la actividad probono y el voluntariado, pero con una reflexión estratégica: “Los recursos son limitados y debemos volcarlos en lo que sea realmente transformador”.
Y subraya un mensaje que considera esencial: el equipo. “Tenemos un equipo excelente, comprometido durante años. Sin ellos sería imposible abordar todos estos retos”.
Para abordarlos, seguirá la misma filosofía que la ha acompañado a lo largo de toda su carrera. “Como un deporte de superación, fijando metas alcanzables, pero ambiciosas para avanzar. Y quedándome siempre con lo positivo.