La regulación de los pisos turísticos en España entra en su recta final. A partir del próximo 1 de julio, será obligatorio registrar cualquier vivienda destinada al alquiler de corta duración con número de registro único de alquiler (NRUA), en cumplimiento del Real Decreto-ley 7/2023, que entró en vigor el pasado 2 de enero.
Aunque la norma contemplaba un periodo de adaptación de seis meses, a tan solo dos semanas de que expire el plazo los registros de la propiedad ya han generado más de 100.000 registros en todo el territorio nacional, según informó el Colegio de Registradores, organismo encargado de emitir el número de identificación único para las viviendas vacacionales.
Esta cifra revela que solo una de cada cuatro viviendas turísticas está actualmente registrada, lo que podría anticipar un repunte significativo de solicitudes en los próximos días. Ante esta previsión, el sistema de registro ha sido reforzado para agilizar los trámites y evitar colapsos.
Este movimiento normativo se enmarca, además, en la estrategia europea para homogeneizar la regulación del sector entre los Estados Miembro. Por ello, la exigencia del número de registro único se alinea con el Reglamento (UE) 2024/1028 del Parlamento Europeo y del Consejo, aprobado el pasado 11 de abril, cuyo objetivo principal es reforzar la coordinación entre administraciones y mejorar la trazabilidad de la actividad.
“Se aplica a las plataformas en línea que ofrecen alojamiento de corta duración y a los anfitriones que anuncian directamente las propiedades”, explica la Unión Europea en su página web oficial.
Depuración de vivienda turística
En paralelo al refuerzo estatal del sistema de registro, algunas comunidades autónomas están tomando medidas para depurar sus propios censos de viviendas turísticas. Es el caso de la Comunitat Valenciana, que ha iniciado un proceso de limpieza de datos para garantizar que todas las inscripciones cumplen con los requisitos legales.
Por ello, la Generalitat ha dado de baja a 10.601 viviendas turísticas inscritas en el Registro de Turismo autonómico por no contar con una referencia catastral única e individualizada. Estas se suman a otras 886 viviendas que fueron eliminadas el pasado mes de marzo por carecer de NIF o NIE.
La propia ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, reafirmó recientemente la necesidad de reducir el número de pisos turísticos ilegales, señalando que solo en Madrid se contabilizaron alrededor de 15.000 alojamientos fuera de la legalidad.
“Esto no es una cosa colaborativa, como surgió al comienzo estas fórmulas. No, no. Esto son negocios, y por eso hemos registrado en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para que puedan también tributar como actividades económicas” subrayó.
Representa el 1,38% de vivienda
Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a noviembre de 2024, en España había 368.295 viviendas de uso turístico. Lejos de reducirse, la cifra ha repuntado en los últimos meses: supone un descenso de 28.588 viviendas respecto al pico de agosto de 2024 (cuando se rozaron las 397.000), pero un aumento de 16.906 respecto a febrero del mismo año. Así lo reflejan los últimos datos de la estadística experimental sobre viviendas turísticas del INE.
Este tipo de alojamiento representa ya el 1,38 % del parque total de viviendas, un porcentaje que, aunque inferior al de agosto (1,5 %), sigue siendo superior al registrado a principios de año (1,33 %). En total, las viviendas turísticas ofrecen 1.857.710 plazas y tienen una media de cinco camas por inmueble.
A este respecto, la nueva presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR), Silvia Blasco, aboga por que se dé un tratamiento diferenciado a cada territorio, especialmente en los destinos urbanos, debido a su singularidad y concentración turística.
Distribución desigual de pisos turísticos
La distribución territorial es desigual. Andalucía es la comunidad con más oferta, con 82.195 viviendas turísticas, seguida de la Comunidad Valenciana (64.745), Cataluña (52.870) y las Islas Canarias (51.286). El mapa muestra una clara concentración en la costa mediterránea y los archipiélagos, así como en las grandes capitales.
Por provincias, destacan Alicante y Málaga, ambas con más de 41.000 viviendas turísticas registradas. En el plano urbano, Madrid, Barcelona, Málaga y Valencia son los municipios con mayor número de alojamientos de este tipo. Madrid, en concreto, contabilizaba más de 17.000 viviendas.