En plena Costa del Sol, entre las conocidas playas de Nerja y el bullicioso centro turístico de Torrox, se encuentra un rincón apenas explorado por el turismo de masas: Cala del Pino, un paraíso casi virgen que permanece ajeno al bullicio del litoral malagueño.
Quienes la descubren se sienten como exploradores que han tropezado con un secreto bien guardado. De difícil acceso, sin chiringuitos ni aglomeraciones, esta cala es la definición perfecta de tranquilidad natural.
Un escondite entre acantilados
Cala del Pino se ubica en el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, una zona protegida por su gran valor ecológico. Aunque pertenece administrativamente a la provincia de Málaga, su proximidad a la frontera con Granada hace que muchos visitantes piensen que están saliendo de la Costa del Sol. La playa se extiende apenas 350 metros, rodeada de vegetación mediterránea, pinos silvestres y formaciones rocosas que le otorgan una belleza salvaje y única.
La cala no dispone de servicios turísticos: no hay duchas, bares, ni hamacas. Y esa es, precisamente, una de sus grandes virtudes. Su carácter virgen la convierte en una de las pocas playas de Málaga donde todavía se puede disfrutar del mar en su forma más pura, sin interrupciones ni artificios. El acceso a pie, a través de un sendero escarpado y algo escondido, hace que la mayoría de visitantes opten por otras opciones más accesibles. Esto contribuye a que la cala conserve su esencia solitaria, incluso en plena temporada alta.
@gpsmalaga Si por algo es conocida Maro es por sus playas y calas 🏖️ paradisíacas, pero hay una a la que solo se puede llegar por mar en barco, kayak o paddle surf. Se trata de la Cala de la Torre del Pino, se encuentra entre la Playa del Pino y la Playa del Cañuelo. Guarda en favoritos y etiqueta a la persona con quien te gustaría visitarlo.. Track de la ruta en Wikiloc @carlos todoterreno Búscanos en redes @gpsmalaga #maro #nerja #malaga #molinodepapel #caladelatorredelpino #torredelpino #playas #calas #acantilados #playasdemalaga #calasdemalaga #mediterraneo #paraiso #costadelsol #gpsmalaga
Aguas cristalinas y fondo marino de ensueño
Una de las características que más sorprenden a quienes se bañan en Cala del Pino es la claridad del agua. De tonos turquesa y azul intenso, el mar ofrece una visibilidad excepcional que la convierte en un lugar perfecto para practicar snorkel o buceo. Su fondo marino, repleto de rocas, bancos de peces y praderas de posidonia, es un espectáculo para los sentidos.
La ausencia de embarcaciones de recreo y deportes acuáticos motorizados ayuda a mantener el entorno silencioso y limpio. En ocasiones, incluso se pueden avistar peces luna, pulpos o erizos de mar cerca de la costa, lo que convierte la experiencia en algo más cercano a una inmersión natural que a una jornada de playa convencional.
Un paraíso para quienes buscan desconexión
Cala del Pino se ha ganado una pequeña comunidad de seguidores fieles que regresan cada verano en busca de silencio, naturaleza y un baño sin aglomeraciones. Aunque el acceso es exigente —recomendable llevar calzado adecuado y no ir muy cargado—, muchos aseguran que el esfuerzo merece la pena. Para algunos, es un lugar perfecto para leer, meditar o simplemente escuchar el sonido del mar, sin interrupciones.
Además, su orientación y orografía protegen la cala del viento de levante, lo que la convierte en una buena opción incluso en días en los que otras playas están impracticables por el oleaje o la arena en suspensión.
Recomendaciones y respeto por el entorno
Por tratarse de un espacio natural protegido, se recomienda a los visitantes que extremen el respeto por el entorno: no dejar basura, evitar hacer fuego y no llevarse flora o fauna. No está permitido acampar ni hacer barbacoas, y es importante seguir las indicaciones de los carteles informativos, en caso de haberlos.
Cala del Pino es un ejemplo de lo que aún queda por descubrir en la provincia de Málaga: playas vírgenes que escapan del turismo masificado y que permiten disfrutar del Mediterráneo de otra manera, más íntima, más respetuosa, más real.
En tiempos en los que el turismo busca nuevas formas de disfrutar del entorno, Cala del Pino representa un regreso a lo esencial: el mar, la naturaleza y el silencio. Y todo, a pocos minutos de algunas de las localidades más visitadas de Andalucía.