La provincia de Almería ha vuelto a temblar. Un movimiento sísmico de magnitud 4.2 registrado este miércoles 29 de octubre a las 22:38 horas ha reavivado la preocupación por los terremotos en Almería. Una zona que en los últimos meses ha experimentado una actividad sísmica creciente.
Según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el epicentro del temblor se localizó en el mar, a unos 28 kilómetros de Adra, y a varios kilómetros de profundidad. Aunque no se han registrado daños materiales ni personales, la intensidad del seísmo fue suficiente para sentirse en varias localidades cercanas, como El Ejido, La Mojonera, Dalías y, con menor fuerza, en Roquetas de Mar o incluso en Motril, ya en la provincia de Granada.
Un seísmo sentido en toda la costa occidental almeriense
El temblor ha sido el más fuerte registrado en los últimos seis meses, superando el seísmo del 16 de agosto, que alcanzó una magnitud de 2,7. La sacudida se sintió claramente en distintos puntos de la provincia, donde decenas de ciudadanos reportaron el movimiento a través de redes sociales y del cuestionario macrosísmico del IGN, una herramienta que permite a los testigos describir la intensidad percibida.
Los terremotos en Almería son relativamente frecuentes debido a su ubicación dentro del Cinturón Alpino. Una zona donde confluyen las placas tectónicas euroasiática y africana. Sin embargo, la magnitud 4.2 registrada este miércoles se considera moderada. Y, aunque puede provocar movimientos perceptibles, raramente genera daños estructurales.
Aun así, el seísmo ha despertado inquietud en la población. En particular, por la sucesión de movimientos en los últimos días. En lo que va de mes, el IGN ha contabilizado trece terremotos en Almería, tres de ellos en la última semana.
Una provincia acostumbrada a los movimientos de tierra
La costa almeriense y el mar de Alborán forman una de las zonas con mayor actividad sísmica de la Península. En los últimos años, los terremotos en Almería han sido objeto de estudio por parte del IGN, que ha detectado una frecuencia elevada de microseísmos a baja profundidad.
Aunque la mayoría de los movimientos no superan los 2 o 3 grados en la escala Richter, el seísmo de este miércoles destaca por su intensidad y su amplitud. Según los registros, el temblor se habría producido a unos 10 kilómetros de profundidad. Eso explica que fuera ampliamente percibido por los vecinos de la costa occidental.
El propio Instituto Geográfico Nacional ha recordado que las magnitudes sísmicas se miden de manera logarítmica. Lo que significa que un terremoto de magnitud 4 libera cien veces más energía que uno de magnitud 2. A modo de referencia, el mayor terremoto registrado en la historia —el de Valdivia (Chile, 1960)— alcanzó los 9,5 grados.