Castilla y León

El pueblo de Burgos que nadie conoce, tiene mil cascadas y cuenta con una historia medieval que te dejará sin aliento

Tobera, el pueblo de las mil cascadas en Burgos, combina historia medieval, naturaleza espectacular y rincones únicos

Tobera - Sociedad
Una fotografía panorámica de la localidad burgalesa de Tobera
Wikipedia

En pleno corazón de la provincia de Burgos se esconde un lugar que parece sacado de un cuento. Se llama Tobera. Y, aunque su nombre puede sonar desconocido para muchos, quienes lo visitan no tardan en rendirse a sus encantos. Con apenas una treintena de habitantes, este pequeño núcleo es conocido como el pueblo de las mil cascadas, un apodo más que merecido gracias a la espectacularidad de su entorno natural.

Pese a su reducido tamaño, Tobera concentra en su paisaje una riqueza insólita. Cascadas, puentes, ermitas, historia medieval y una tranquilidad que lo convierten en el destino ideal para una escapada en cualquier época del año. El paso del río Molinar, que atraviesa el pueblo, es el gran protagonista de esta postal viva, creando saltos de agua que dan nombre al lugar y lo bañan de frescura, belleza y sonido.

Las cascadas que convierten a Tobera en un lugar mágico

El río Molinar es el alma de Tobera. Y también el responsable de uno de sus mayores atractivos: las cascadas. En apenas unos cientos de metros, el curso del agua regala al visitante una sucesión de saltos y pozas que forman un paraje natural de enorme valor. Es precisamente esta característica la que ha dado fama a la localidad burgalesa como el pueblo de las mil cascadas. Un título simbólico que alude al número y la variedad de estas caídas de agua que rodean el núcleo urbano.

Cascada de Tobera
Una fotografía de archivo de la cascada de Tobera
Turismo de Frías

Durante los meses más lluviosos, el caudal aumenta y las cascadas alcanzan su máximo esplendor, creando un espectáculo visual y sonoro difícil de olvidar. En los días calurosos, el entorno se convierte en un refugio fresco, ideal para pasear, fotografiar o simplemente contemplar. No es de extrañar que cada vez más personas descubran Tobera a través de las redes sociales, cautivadas por la magia de su naturaleza.

Un legado medieval que resiste el paso del tiempo

Pero Tobera no solo es agua. Su valor histórico es igualmente notable. A la entrada del pueblo, el visitante se encuentra con la ermita de Nuestra Señora de la Hoz, un santuario enclavado en el desfiladero, entre paredes rocosas y vegetación. Este templo, construido en piedra y perfectamente integrado en el paisaje, refleja la profunda devoción y el arraigo religioso de la comarca. Visitar la ermita es como abrir una ventana al pasado medieval de la zona.

Ermita de Santa María de la Hoz - Sociedad
Ermita medieval de Santa María de la Hoz, encajada en el desfiladero del río Molinar
Wikipedia

En el camino hacia ella, el Humilladero del Santo Cristo de los Remedios añade otro toque histórico a la experiencia. Esta pequeña construcción, también de carácter religioso, es una muestra más del patrimonio que conserva Tobera, un testimonio de la importancia espiritual que estos lugares tenían en la Edad Media.

Justo en el corazón del pueblo, el puente medieval que cruza el río Molinar es otra de las joyas arquitectónicas. Sus arcos de piedra han resistido el paso de los siglos, y desde él se obtienen algunas de las mejores vistas de las cascadas. El sonido del agua, las piedras cubiertas de musgo y la bruma que se eleva en días húmedos hacen de este punto uno de los más fotogénicos y especiales de Tobera.

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