CASTILLA Y LEÓN

El pueblo congelado en la Edad Media en el corazón de Soria

Descubre este pueblo congelado en la Edad Media, uno de los más bonitos de Soria, cuya historia abarca milenios

El pueblo congelado en la Edad Media de Soria, Catalañazor
El pueblo congelado en la Edad Media de Soria, Catalañazor
José Arcos Aguilar

Ubicado en lo alto de un cerro y rodeado por murallas y un castillo, se halla uno de los pueblos más fascinantes de Soria. Conocido como el lugar donde “Almanzor perdió su tambor” (según la tradición que señala su derrota en el año 1002), este pueblo congelado en la Edad Media parece detenido en el tiempo. Sus calles empedradas, sus casas de madera, y el imponente paisaje que lo rodea lo convierten en un destino imprescindible para los amantes del turismo rural y de la historia del medievo.

El pueblo congelado en la Edad Media que guarda una particular leyenda

Pasear por Calatañazor es como viajar siglos atrás. Quien pasea por sus calles, encuentra en cada rincón arquitectura del pasado: chimeneas cónicas, entramados de madera en las casas, piedras y rocas. Su nombre proviene del árabe, de Qal’at an-Nusur (Castillo de las Águilas), y servía de frontera entre el califato musulmán y los reinos cristianos de Pamplona y de León.

Si bien, su origen es realmente prerrománico. Se encontraron restos de un poblado celtibérico en un cerro cercano, llamado Voluce. Este estuvo habitado por los arévacos, siendo citada incluso por Ptolomeo.

En sus históricas calles, aún recorre el susurro de la leyenda de que “en Calatañazor, Almanzor perdió el tambor”. El militar musulmán habría perdido aquí por primera vez contra los cristianos, en plena Reconquista, según un rumor de la época. Lejos de la realidad, estudios posteriores apuntan a que dicha derrota en combate nunca de produjo.

Restos arqueológicos y más leyendas en Calatañazor

Destacan entre sus lugares de interés la Plaza Mayor y la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo, de estilos gótico y románico. Conserva imágenes y tallas del siglo XIII y posteriores. En la plaza, se halla un rollo de justicia. Es una picota de hierro en la cual se ajusticiaba a los delincuentes, pero también sirvió para simbolizar la autoridad de quien lo gobernaba. Según rumores del pueblo, se llegó a sentenciar a una bruja en ella.

Por supuesto, destacan los restos de su castillo. Data de los siglos XIV y XV, y a día de hoy aún se conserva buena parte de sus murallas, su torre principal, una de sus tres puestas y un ventanal gótico. Debajo de él, hay una necrópolis medieval del siglo X. Su imponencia y su localización llamaron la atención del cineasta Orson Welles, quien grabó allí unas escenas de Campanadas a medianoche en 1965.

Rodaje de Campanadas a medianoche en Calatañazor
Rodaje de Campanadas a medianoche en el castillo de Calatañazor
Ayuntamiento de Soria

 

A pocos kilómetros de este pueblo congelado en la Edad Media, se extiende el Sabinar de Calatañazor. Es uno de los bosques de sabinas más importantes de Europa. Estos árboles, algunos con más de 2.000 años de antigüedad, crean un paisaje casi místico. Es un lugar ideal para el senderismo y la fotografía, especialmente al atardecer.

La cocina soriana brilla en Calatañazor. Tiene varios restaurantes, destacando El Palomar de Calatañazor, ubicado en un antiguo palomar. Ofrece platos como el cordero lechal asado en horno de leña, las migas pastoriles o los torreznos, acompañados de vinos de la Ribera del Duero. Si prefieres algo más íntimo, el Mesón de la Villa ofrece una experiencia auténtica y aún más medieval con productos locales.

Visitas este municipio es una experiencia medieval que combina historia medieval, tranquilidad y tradicional gastronomía. Perfecto para una escapada de fin de semana, este rincón de Soria te transportará a otra época mientras disfrutas de la tranquilidad de la España rural.

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