Vea el editorial de Ana Rosa Quintana de este martes, 3 de junio en Artículo14.
Buenos días. A la Constitución le cabe un trolebús. Es la conclusión de la ponencia de la magistrada Inmaculada Montalbán sobre la amnistía. Un texto que no habría pasado la EBAU por su cantidad de contradicciones. Aseguran que si la amnistía no está prohibida en la Carta Magna, pues, claro, cabe una amnistía. Y si no están prohibidos los elefantes en la Constitución, pues cabe un elefante. Cabe cualquier cosa que no aparezca en el texto del 78. Los padres de la Constitución prohibieron los indultos colectivos y rechazaron incluir las amnistías porque la democracia ya garantizaba los derechos a través de la separación de poderes. El Constitucional también asegura que no está para hacer valoraciones políticas. ¿Entonces por qué las hace? En un texto que podría haberse sacado de un mitin de Sánchez, señalan que la amnistía es un acto de “generosidad, sensibilidad y convivencia”. El Gobierno ha convertido el Estado en un reality de cocineros. Escrivá cocina informes, Tezanos cocina encuestas y Conde-Pumpido cocina ponencias.
En Moncloa apoyan decididamente la Formación Profesional, porque además de formar cocineros tienen destacados fontaneros. Hoy La Razón publica audios de una operación de fontanería para salvar a Ábalos. El PSOE dice que tomará decisiones sobre Leire Díez cuando se conozca “la verdad”. Como si la verdad le importara a un Gobierno con tres ministros que extendieron el bulo de la bomba lapa y no se retractan. Óscar López asegura que no dijo ninguna falsedad cuando dijo que un exguardia civil fantaseaba con matar al presidente. Lo que escuchamos todos debe ser un efecto paranormal con más rostro que las caras de Bélmez.
El que no da la cara es el presidente desde hace 34 días. Más de un mes sin admitir preguntas. Se limita a hacer una inauguración fake en un hospital de Melilla sin médicos, ni quirófanos, ni urgencias. Un hospital vacío que se pondrá en marcha en 2026. Como diría Sánchez: “Menuda inventada”.