José Félix Tezanos remata su última cocina. El director del Centro Nacional de Investigaciones Sociológicas (CIS) está llevando a cabo una macroencuesta sobre los medios de comunicación. Con una muestra de más de 27.000 personas, el gurú electoral de Moncloa, elaborará una radiografía de los usos y costumbres del modo de informarse de los españoles en plena ofensiva del Gobierno contra la prensa.
Las preguntas a los participantes en este estudio abarcan desde la percepción sobre si se está bien o mal informado hasta el eje ideológico en el que se coloca a los medios que los españoles consumen habitualmente. Por ejemplo se pide situar en una escala del 1 al 10- en la que 1 significa “lo más a la izquierda” y 10 “lo más a la derecha”- el periódico, la emisora de radio o la televisión que más se consume así como qué grado de credibilidad se les concede.
Entre septiembre y octubre de 2023 ya se llevó a cabo un estudio de estas características bajo el epígrafe “Audiencias de medios de comunicación social” en el que se incluía también la intención de voto. El cruce de datos dio lugar a conclusiones que durante los últimos dos años han servido de base al Gobierno para desacreditar a los medios que han venido publicando informaciones críticas con su gestión o sobre investigaciones judiciales contra el entorno de Sánchez.
Un ejemplo es la aseveración de que los medios de izquierdas o progresistas son una minoría en España en base a que en el mencionado estudio los lectores de prensa escrita sólo consideraban de izquierda o centroizquierda al 20 por ciento de la prensa local, regional y estatal.
El CIS de 2023 reflejaba una fuerte polarización de las audiencias en los medios que se ha venido jaleando desde el Ejecutivo. En el caso de las principales cabeceras de prensa, se observaba cómo los encuestados que votaron en las elecciones de julio de 2023 al PSOE y a Sumar acudían mayoritariamente a El País o eldiario.es como su fuente de información preferente mientras que quienes votaron al PP y Vox escogían El Mundo o ABC.
eldiario.es era el único medio digital por el que se preguntaba de forma expresa junto a las cabeceras tradicionales de prensa escrita, el resto sólo figuraba si era mencionado por el encuestado cuando se le interpelaba por “¿qué periódico o periódicos suele leer usted habitualmente para informarse?” lo que sirvió a los altavoces del Ejecutivo para sentenciar “la insignificancia que tienen algunos de los digitales más presuntuosos de internet en la vida diaria de los lectores” ya que se les atribuía 0 lectores.
El bulo de la bomba lapa
Paradójicamente uno de estos medios al que el CIS le atribuía en su último estudio una audiencia cero, sirvió este fin de semana para que hasta tres ministros jaleasen una información que acabó demostrándose que era falsa. El Plural informó sobre una conversación manipulada del capitán de la Guardia Civil Juan Vicente Bonilla con un confidente en la que el entonces agente de la UCO bromeaba sobre la posibilidad de “poner una bomba lapa en los bajos del coche” de Sánchez.

Pese a que posteriormente The Objetive reprodujo la conversación íntegra en la que quedaba claro que en ningún caso se planteó un magnicidio, la vicepresidenta María Jesús Montero, el ministro Óscar López y la portavoz, Pilar Alegría, estuvieron propagando el bulo dentro de la campaña para desacreditar a la UCO. Ni un milímetro se han movido de sus palabras.
Alegría y López pidieron la destitución de Bonilla, aunque se ha demostrado en la conversación completa que el agente realmente temía que le pusieran a él la bomba lapa. En la conversación manipulada, se atribuía a Bonilla el deseo de “matar a los rojomorados” y “desterrar a Pedro Sánchez”. La vicepresidenta Montero reaccionó así: “Ni más ni menos que una persona perteneciente a la Guardia Civil, actual alto cargo de (Isabel Díaz) Ayuso, que lo ha contratado, está hablando de cuestiones que tienen que ver con la propia integridad física del presidente del Gobierno“.
“Es intolerable lo que estamos viendo y leyendo de alguien que está en este momento cobrando un sueldo público de los madrileños y, en definitiva, del conjunto de los españoles y que se refiere al presidente del Gobierno en términos de amenazas de muerte“, ha dicho.
El control de la agenda
Sánchez está nervioso según traslada su entorno más cercano. Quiere recuperar la agenda política frente a las informaciones sobre los presuntos casos de corrupción que afectan a miembros del PSOE. Entre las medidas a impulsar estaría el plan de regeneración democrática que anunció hace un año con el que se pretendía el control de los medios de comunicación acotando las campañas de publicidad institucional y creando un registro.
La encuesta que prepara Tezanos servirá de base una vez más a Sánchez para justificar su intervención en los medios de comunicación bajo el paraguas de la lucha contra la desinformación. “Activistas de la mentira, los bulos y el odio dispuestos a partir en dos las sociedades para imponer su agenda regresiva”, argumentaba Sánchez en la ONU. Una descripción perfecta del manual utilizado por tres de sus ministros.