El demoledor informe de la Guardia Civil conocido esta misma semana expone negro sobre blanco la operativa por la cual Santos Cerdán, Koldo García y José Luis Ábalos amañaron obra pública, entre otras actividades ilícitas, durante casi una década. A cambio se pactaron comisiones de hasta un millón de euros. Un recorrido que estuvo muy influido por los éxitos y decisiones del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Todo empezó en 2014. Sánchez se presentó a las primarias del PSOE, que ganó a Eduardo Madina. Santos Cerdán era Secretario de Organización del PSOE de Navarra y Koldo García un afiliado que colaboraba con la seguridad de los actos del partido. De ese pasaje data la primera presunta irregularidad, el amaño de las primarias: “Cuando termine apuntas como que han votado esos dos que te faltan sin que te vea nadie y metes las dos papeletas”, le instó Santos Cerdán al que luego fue asesor de Ábalos.
Sánchez dimitió en 2016, pero volvió a ser líder de los socialistas en 2017 con la ayuda de Santos Cerdán, Koldo García y Ábalos, los tres del famoso Peugeot con el que se recorrieron España en busca de apoyos. Tras las primarias que ganó a Susana Díaz, Santos Cerdán pasó a ser Secretario de Coordinación Territorial, siendo subordinado de Ábalos.
De esas fechas datan las siguientes conversaciones incautadas, cuando la trama operaba en Navarra. “¿Qué obra iba a hacer Gui?”, preguntaba Santos Cerdán – “Panadero”, le contestaba Koldo García. Gui era Antxon Alonso, propietario de Servinabar, socia de Acciona, la empresa a través de la cual cobraban mordidas a cambio de la concesión de obra pública. “Panadero” era un proyecto para la construcción de un supermercado. Solo era el principio.
Llegada a la Moncloa
La llegada de Sánchez al palacio de la Moncloa, tras la moción de censura de 2018, marca un hito para la trama. Ábalos es nombrado ministro de Fomento y ven la oportunidad para empezar a mover mucho más dinero. Quieren repartirse entre sus afines los altos cargos del ministerio. Santos Cerdán llega a hacer una tabla con las personas que debían ocupar los puestos para facilitar la adjudicación de obra pública irregular. “Se han hecho varios nombramientos, como no podamos meter alguno nada será posible”, comentaba preocupado a Koldo García.
En 2018, Cerdán se sintió apartado y se enfadó con Ábalos porque no le contestaba los Whatsapp para ayudarle. Entonces contactaba su asesor rogándole que le gestionara un contrato en Indra: “Tengo una mala hostia en el cuerpo que no me aguanto ni yo”, le decía. Finalmente, recurrió al propio Sánchez, que declinó la propuesta, según contó Cerdán a García, porque “era una empresa cotizada”.
Durante 2019 hicieron y deshicieron a su antojo en el ministerio. “¿Sabes algo de Logroño?”, preguntaba Santos Cerdán. “Que ya la desbloqueó y sale la semana que viene”, contestaba Koldo García. En la pandemia empezaron a hacer negocio fraudulento con la compra de material sanitario. Es por cierto en esta época cuando aparece Víctor de Aldama y sus empresarios afines como Luis Escolano.
Destitución de Ábalos
En julio de 2021, Sánchez destituye a Ábalos en una remodelación del Gobierno. Según Koldo García, el presidente había dicho que “era un corrupto y le quería muerto”. Incluso en el informe de la UCO se llega a insinuar que el cese pudo deberse “al hecho de que Koldo y Ábalos hubieran podido percibir ingresos por ayudar a otras empresas a espaldas del partido”.
Sin embargo, ese año el jefe del Gobierno nombró a Santos Cerdán secretario de Organización, por lo que la trama seguía teniendo poder, pero ahora él tenía la influencia. Koldo García intentó que Cerdán mediara en 2023 para que la adjudicación de dos obras públicas, que iba a otorgar el ministerio de Transportes dirigido por Óscar Puente, fuera para sus empresas y poderse llevar “medio kilo”.
En esa época Ábalos y Koldo García se enfadaron con Santos Cerdán por apartarlos. Aseguraban que les debía dinero y le acusaban de quedarse con él.
Fue en 2023 cuando Santos Cerdán y Koldo García empezaron a ser conscientes de que estaban siendo investigados. De hecho, en una reunión, el exasesor de Ábalos llegó a decir al secretario de Organización socialista sobre la investigación: “Yo sé que llegó al presidente porque yo quise que llegara”.
Los tejemanejes de la trama permanecieron en el tiempo incluso hasta un día antes de que Koldo García fuera detenido. Entonces, uno de los empresarios le hablaba de la adjudicación de una obra. “Ya hablaremos de los detalles”, le decía confiado. Hoy, los socialistas mantienen la respiración por lo que aún está por llegar.