Hasta ahora, dábamos por hecho, porque así lo reflejan las encuestas, que las mujeres inclinan su voto a la izquierda. Sin embargo, el foco podría estar desviándose en las generaciones más jóvenes hacia ese otro extremo que representa Vox. ¿Paradójico? ¿Marginal? ¿Una ocurrencia de juventud? Lo que observamos en la campaña electoral de Extremadura es que el discurso de Santiago Abascal ha calado en ellas y defienden sus argumentos con naturalidad y una convicción poco frecuente en su franja de edad.
¿Qué es lo que dicen? Han crecido con la idea de una España rota y, en el caso de Extremadura, en buena parte vaciada. Hablan desde su sensación de inseguridad, inestabilidad económica, precariedad laboral y unas políticas feministas en las que no se reconocen. No pasan por alto que los delitos contra la libertad sexual en España alcanzaron en 2024 su cifra más alta desde que existen registros comparables, según datos del Ministerio del Interior. Ese feminismo institucional les suena lejano.
“Eres el amo, Abascal”
El mensaje se está fijando desde edades muy tempranas. Hace unos días, durante una visita a Guadalupe (Cáceres), Abascal se encontró con un grupo de estudiantes de 13 y 14 años que le rodearon con euforia, especialmente las niñas. Algunas fueron muy directas: “Eres el amo. Estoy deseando cumplir 18 para votarte” o “Eres el futuro, el que cuida de nuestra bandera y de España”. A punto de despedirse, una de ellas le mostró la pulsera de su muñeca. “Llevo siempre la pulsera de Vox: Nos van a oír”, le dijo.
Son escenas que reflejan cómo el partido va abriéndose paso entre la población femenina más joven. A nivel nacional, según el barómetro del CIS, en 2025 ha duplicado su fuerza electoral entre las mujeres de 18 a 24 años, con un respaldo del 14,4%. Mientras, el socialismo ha recibido su golpe más duro, con una caída del 30,5% al 19% aproximadamente en intención de voto en esta franja de edad. No obstante, en Extremadura el voto de Vox sigue fuertemente masculinizado: 22,4% de los hombres frente al 7,3% de las mujeres.
En conversación con este periódico, el psicólogo Juan Moisés de la Serna confirma que las mujeres presentan una forma distinta de participar y decidir su voto. Sobre todo, votan más en la mayoría de los países occidentales y lo hacen con una mayor sensibilidad hacia propuestas que garantizan estabilidad, seguridad social y bienestar colectivo. Y también con una coherencia entre valores personales y voto, si bien muestran mayor rechazo a discursos de confrontación, populistas o agresivos.
Lo que también deja claro De la Serna es que las motivaciones electorales no son en la mujer “ni emocionales ni instintivas”, como se pensaba antaño, sino el resultado de cómo “la experiencia social, la identidad de género y los valores personales configuran la decisión política”. Desde su nivel de formación, autonomía económica y presencia pública, tienen la convicción de que el voto puede cambiar la realidad. “La percepción de eficacia política, es decir, la creencia de que su voto cuenta, es esencial”, explica.
La táctica de las redes sociales
Abascal cuenta también con la baza de las redes sociales. Es una estrategia de comunicación del partido que podría ser decisiva en ese viraje del voto femenino joven. Según la consultora Personality Media, especializada en el análisis de personajes públicos, el 78% de las mujeres de 16 a 25 años lideran el consumo de influencers. El uso de Instagram es algo que prácticamente se ha instaurado en sus vidas, sólo el 14% indica no tener cuenta en esta red social.
En la campaña de Extremadura algunas influencers están controlando el mensaje en plataformas como Instagram y TikTok con contenidos rápidos, claros y de impacto, tal y como demandan las nuevas generaciones, y ajustando el contenido a su lenguaje. Es el caso de las influencers Ada Lluch y Marta García, que asistieron a la presentación de los candidatos de Vox y dejaron clara su desafección de la política con la que han crecido. “La gente está harta y cansada del bipartidismo empobrecedor y quiere un cambio, quiere tomar el control”. Hablaron de corrupción, cansancio, la falta de trabajo, el descuido de la tierra, inmigración y políticas energéticas, entre otros asuntos. “Toda España necesita un cambio ahora mismo y los cambios se realizan a pedacitos. Poco a poco vamos a tomar el control de nuestro país”.
Difunden mensajes que, al hacerse virales, crean sensación de comunidad en torno a una identidad conservadora joven. De este modo, la influencia de TikTok en las jóvenes femeninas simpatizantes de VOX en Extremadura se ha convertido en un espacio clave para la difusión de mensajes políticos mediante vídeos cortos, memes y eslóganes.
Mueres jóvenes como Ada Lluch y Marta García han encontrado en el partido un espacio de expresión. Sus preocupaciones son compartidas por su audiencia, mayoritariamente femenina y joven. Extremadura es la tercera comunidad con más paro, por detrás de Andalucía y Canarias. Es especialmente alto entre las mujeres jóvenes (44,6% frente al 23,8% de los hombres). Sus precarias infraestructuras despiertan sensación de abandono. Se quejan también de cómo el Gobierno de Pedro Sánchez está alentando la llegada masiva de inmigrantes ilegales y exponen el impacto demográfico en la estructura poblacional del país.
Vox ha sabido modular algunos mensajes que responden a esas inquietudes, como la crítica de las políticas de igualdad que no resuelven sus problemas reales, protección y medidas de control frente a la inseguridad urbana, la inmigración ilegal o la okupación, propuestas para impulsar el empleo y facilitar la transición a la vida independiente o el rechazo de la los discursos feministas dominantes.
@santiabascal_ Un mensaje a todas las mujeres que han denunciado dentro del Partido Socialista.
La resonancia de todo ello en redes sociales explica el crecimiento del apoyo de mujeres jóvenes a Vox en la campaña de Extremadura.
Suscríbete a nuestra newsletter
Recibe en tu correo electrónico, los artículos de la directora Pilar Gómez.