El Bono Cultural Joven encara sus últimas horas de solicitud y miles de jóvenes en toda España apuran el plazo para acceder a esta ayuda directa de 400 euros destinada a fomentar el consumo cultural. El Ministerio de Cultura ha recordado que la convocatoria de 2025 —la cuarta desde su creación— finaliza este viernes 31 de octubre, por lo que solo quedan unas horas para presentar la solicitud a través de la plataforma oficial.
La medida, consolidada como una de las más exitosas del departamento que dirige Ernest Urtasun, busca acercar la cultura a los nuevos adultos de cada generación y fortalecer un sector que sigue recuperándose tras la pandemia. Desde su puesta en marcha, el Bono Cultural Joven ha beneficiado a más de 930.000 personas y se ha convertido en un motor clave del consumo de libros, música, teatro o cine entre los jóvenes españoles.
Quién puede solicitar el Bono Cultural Joven
En esta edición, el Bono Cultural Joven está dirigido a todas las personas nacidas en 2007. Es decir, quienes cumplen 18 años a lo largo de 2025. Los beneficiarios deben contar con nacionalidad española, residencia legal en España o encontrarse en situación de solicitantes de asilo, desplazados temporales o extutelados por el Estado.
El programa, dotado con una inversión de 150 millones de euros, pretende llegar a más de 500.000 jóvenes de todo el país. Se trata de una de las iniciativas culturales más ambiciosas del Ejecutivo, tanto por su alcance como por su impacto directo en librerías, cines, teatros, museos y plataformas digitales.
El Bono Cultural Joven ofrece a cada solicitante una ayuda única de 400 euros, destinada exclusivamente a actividades y productos culturales, tanto en formato físico como digital. El proceso de solicitud se realiza de manera completamente telemática, a través de la página oficial bonoculturajoven.gob.es, donde se requiere identificación mediante Cl@ve o certificado digital.
Plazos y fechas clave del Bono Cultural Joven
El Ministerio de Cultura abrió el plazo de solicitudes el 16 de junio y lo mantendrá activo hasta las 23:59 del 31 de octubre de 2025, fecha en la que la plataforma dejará de aceptar nuevos registros.
Una vez aprobada la solicitud, los beneficiarios recibirán su tarjeta —virtual o física— en las semanas siguientes. Desde ese momento, podrán empezar a gastar el Bono Cultural Joven durante los 12 meses posteriores a su activación, tiempo suficiente para aprovecharlo en experiencias y productos culturales de todo tipo.
El Ministerio recuerda que se trata de una ayuda personal e intransferible, compatible con cualquier otra beca o subvención pública. Y que los comercios culturales adheridos pueden consultarse directamente desde la web oficial.
Cómo funciona el Bono Cultural Joven
El Bono Cultural Joven funciona como una tarjeta prepago —física o virtual— que el beneficiario puede usar en todos los establecimientos y plataformas adheridas.
Con cada compra, el joven deberá conservar el ticket o factura y subirlo a su perfil dentro de la aplicación o página web para justificar los gastos realizados.
El objetivo es garantizar que los fondos públicos se destinen exclusivamente a fines culturales y que cada euro invertido revierta directamente en el sector. Desde el Ministerio subrayan que este control ha permitido detectar y evitar fraudes. Además de ofrecer datos muy precisos sobre los hábitos culturales de la juventud española.
En qué se puede gastar el Bono Cultural Joven
El importe del Bono Cultural Joven se divide en tres grandes bloques de gasto con límites específicos:
- 200 euros para artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales, que incluyen entradas para conciertos, festivales, teatro, danza, ópera, cine, museos o exposiciones.
- 100 euros para productos culturales en formato físico, como libros, cómics, prensa, revistas, discos, vinilos, DVD o videojuegos.
- 100 euros para consumo digital o en línea, donde entran las suscripciones a plataformas de música y streaming, audiolibros, prensa digital o videojuegos online.
De este modo, el programa busca diversificar el acceso a la cultura, combinando el ocio tradicional con el consumo digital, cada vez más relevante entre las generaciones jóvenes.