Como suele ser habitual, el Banco Central Europeo (BCE) siguió el guion y bajó el pasado 5 de junio los tipos de interés en 25 puntos básicos, dejando el tipo de depósito en el 2%, su nivel más bajo desde diciembre de 2022. Con esta, ya son ocho las bajadas -siete consecutivas- desde que el organismo que preside Christine Lagarde comenzó a girar el timón hace un año. Este movimiento busca dar oxígeno a la economía europea en un contexto de inflación contenida y una actividad débil en varios países del euro, con la amenaza del impacto en el comercio internacional de los aranceles de Trump.
Tras esta nueva decisión, no se esperan más recortes en el corto plazo. Lagarde evitó pronunciarse sobre el futuro y mantuvo la posición de los últimos meses basada en “una estrategia de reunión en reunión”, condicionada a la evolución de la inflación, el crecimiento económico y las tensiones comerciales globales. “Con la decisión de hoy, creemos que estamos bien posicionados para navegar los retos que vienen”, dijo Lagarde en rueda de prensa. En este contexto, trasladó además su determinación de cumplir su mandato de ocho años como presidenta del BCE, que expira el 31 de octubre de 2027.
“Puedo asegurarles con total seguridad que siempre he estado y estoy totalmente decidida a cumplir mi misión y a completar mi mandato”, afirmó.
No más bajadas en verano
Tras este movimiento, los analistas coinciden en que habrá una pausa y así, no se esperan más bajadas en verano. Desde PIMCO, apuntan que el BCE podría hacer una pausa en julio y recortar una última vez en septiembre si los datos lo justifican. Federated Hermes coincide en que el BCE entra ahora en una fase más neutral. Desde ING señalan que el fortalecimiento del euro y la caída del precio del petróleo han contenido la inflación, pero consideran que el BCE optará por esperar para ver si estos factores se consolidan. A su juicio, la institución mantendrá una postura prudente durante el verano y no realizará nuevos recortes hasta tener más evidencias de una desaceleración sostenible.

El gran interrogante sigue siendo la política comercial de Estados Unidos. El BCE ha elaborado escenarios alternativos ante una posible escalada arancelaria. De momento, no los incorpora a su escenario central, pero permanece vigilante por su impacto en la marcha de la economía.
Los bancos frenan las rebajas
En el mercado hipotecario, la bajada de tipos se anticipó desde finales del pasado año, por lo que los movimientos ahora son tenues. La bajada de tipos del BCE tendrá un efecto limitado, con mayor incidencia en las hipotecas variables. El euríbor, que cerró mayo en el 2,081%, podría caer por debajo del 2% en los próximos días, según las estimaciones de iAhorro. Dado que es el índice de referencia para la mayoría de los préstamos hipotecarios en España, las revisiones anuales comenzarán a recoger este descenso. La intensidad dependerá del diferencial aplicado y del momento en que se revisen.
Por su parte, la reacción en las hipotecas fijas está siendo más lenta. Según Kelisto, el interés medio de estos préstamos se situó en el 2,798% en junio, lo que supone una ligera subida respecto a mayo. Aunque los tipos han bajado de forma notable en el último año, la incertidumbre internacional ha llevado a las entidades bancarias a optar por la prudencia. El mercado de las hipotecas mixtas también mantiene la cautela. Kelisto sitúa el tipo medio del tramo fijo en el 2,46% y del tramo variable en el 0,74%.

Así, con la cautela como guía, no se anticipan movimientos agresivos entre las entidades. La guerra hipotecaria de final de 2024 está en tregua. Las próximas semanas serán clave para comprobar si el euríbor se consolida por debajo del 2% y si las entidades comienzan a mover ficha.
Menos rentabilidad en cuentas y depósitos
Pero si las hipotecas bajan poco a poco, los productos de ahorro ya están notando de lleno los efectos de los tipos más bajos. Según datos de Kelisto, los depósitos han perdido un 26,5% de rentabilidad en el último año. Las cuentas remuneradas también han reducido su interés medio: del 2,4% en junio de 2024 al 1,97% actual. En esta ocasión, las entidades bancarias están trasladando la bajada más rápidamente que en otros ciclos.
Encontrar productos atractivos es cada vez más difícil y algunas de las mejores ofertas del mercado solo están disponibles si se cambia de banco o si se realiza toda la operativa online. Los comparadores identifican que algunas entidades todavía mantienen depósitos o cuentas con intereses elevados, pero muchas exigen condiciones de vinculación —como domiciliar ingresos o contratar seguros— o bien están reservadas a nuevos clientes.
Qué esperar en los próximos meses
La próxima reunión del Consejo de Gobierno del BCE está prevista para el 24 de julio, pero los analistas prevén una pausa. La única variable que puede dar un giro de guion es la política comercial internacional. El 9 de julio finaliza el periodo de gracia sobre nuevas medidas arancelarias por parte de Estados Unidos, y cualquier decisión en ese frente podría tener impacto directo en la economía europea, tanto en crecimiento como en precios. Lagarde ha advertido de que la inversión empresarial y las exportaciones podrían verse afectadas a corto plazo si esas tensiones se agravan.
Para PIMCO, no se descarta un nuevo recorte en septiembre si la evolución económica lo justifica, aunque este sería, en principio, el último del año. ING añade que será necesario más tiempo para evaluar si la reciente tendencia desinflacionista es duradera o puntual. De momento, la hoja de ruta del BCE sigue marcada por la prudencia.