La presión de los socios de Gobierno ha llevado al Ministerio de Defensa a poner en marcha un plan de desconexión de los contratos con las empresas israelíes. Las primeras afectadas serán las licencias del misil Spike LR2 y los lanzacohetes SILAM. “Hay en marcha un proceso de revocación de la licencia de tecnología para este programa y se está buscando reorganizarlo”, confirmaron fuentes del Departamento de Margarita Robles.
Aunque esta era una posibilidad que venía barajándose desde hace semanas, la confirmación de esta decisión, avanzada por la Cadena SER, ha generado gran incertidumbre sobre cómo se abordarán a partir de ahora dos de los programas más importantes del Departamento, como así anticipaban tras conocer la noticia los medios sectoriales. Entre las empresas afectadas por este fuego cruzado y presente en ambos proyectos está Escribano Mechanical & Engineering (EM&E). Una de las opciones abiertas es su fusión con Indra, dentro de los planes de la compañía presidida por Ángel Escribano para crecer en el sector de la seguridad.
Retraso del Spike LR2
El primer paso de Defensa es la revocación de las licencias del misil contracarro Spike LR2, adjudicado por 287,5 millones de euros a finales de 2023 a la filial española —Pap Tecnos— del grupo hebreo Rafael Advanced Defense Systems. Esta actúa como contratista principal y coordina a otras cuatro empresas españolas involucradas en la producción, entre las que se encuentra Escribano. El contrato del Spike LR2 preveía la compra de 1.680 misiles de la versión más avanzada, junto con 168 puestos de tiro y el apoyo logístico.

La cancelación del contrato con Pap Tecnos, aunque el proyecto continúe, obligará a buscar una alternativa y reiniciar el proceso administrativo para su adjudicación, lo que inevitablemente retrasará su puesta en servicio, según informa Infodefensa. Este medio identifica diversas alternativas europeas y estadounidenses.
SILAM
En una situación parecida se encuentra el lanzacohetes SILAM, valorado en casi 700 millones y adjudicado el 15 de diciembre de 2023 a Escribano —que cuenta con el apoyo técnico de Elbit— y a Expal, filial de la alemana Rheinmetall. La colaboración con Elbit venía gestándose desde antes del inicio del conflicto bélico en Gaza, según explicaron en su momento fuentes próximas a los hermanos Escribano a este medio.
En los orígenes de este proyecto, tal y como publicó Artículo14, el Ministerio de Defensa remitió una RFI (Request for information) a la estadounidense Lockheed Martin, por su producción de sistemas de lanzacohetes M142 HIMARS, y a la brasileña AVIBRAS, a través de su sistema de artillería de cohetes Astros II. Estas fueron retiradas al cruzarse EM&E, con quien el Ministerio pasó a trabajar de manera bilateral.

Incertidumbre
El Ministerio de Defensa aclaró ayer que la revocación de las licencias para la tecnología israelí de estos programas no supone su cancelación, sino “que se está buscando cómo reorganizarlo”. En este sentido, fuentes próximas a EM&E aseguraron ayer que la revocación de las licencias no afectará a la empresa.
Sin embargo, en este contexto, lo que sí se abre es una situación de incertidumbre para todos los implicados en los programas. Aunque estos se mantengan, el hecho de tener que incorporar nuevos proveedores obligará a readaptar estos proyectos. La dificultad de buscar alternativas, que ahora parece menor por parte de Defensa, era hasta hace unas semanas un elemento insalvable.
Posición en el mercado
“El programa SPIKE se desarrolla por la compañía española Pap Tecnos; su proveedor tecnológico es la israelí Rafael, hoy no sustituible”, admitía anteriormente el Ministerio. En relación con el SILAM, el mensaje era similar: “Se firmó su desarrollo y fabricación en España por Escribano y Expal. En la cadena de suministros, Expal (propiedad de Rheinmetall) podría incluir un componente tecnológico bajo licencia de la israelí Elbit, hoy no sustituible”.
La revocación de las licencias obligará, previsiblemente, a revisar los plazos de entrega y el plan de costes, a la vez que el Gobierno se arriesga a reclamaciones por parte de las empresas israelíes afectadas. Entre tanto, para los hermanos Escribano, copropietarios al 50 % de EM&E, que tiene como principal cliente al Ministerio de Defensa, la incertidumbre en esta situación inédita podría cambiar su posición en el mercado.
Tal y como ha informado este medio, la realidad es que EM&E ha venido actuando como el ‘caballo de Troya’ para el Gobierno y los suministradores de material de defensa israelíes, de cuya tecnología armamentística ha dependido fuertemente España. Tanto que lo que ha venido alegando el Ministerio de Defensa en sus adjudicaciones es que es insustituible —la única empresa capacitada técnicamente—.