Cataluña

El tesoro medieval que engaña al tiempo, casi nadie visita y está lleno de estatuas de Gaudí

Un castillo insólito, lleno de estatuas atribuidas a Gaudí y objetos únicos, permanece oculto cerca de Terrassa: el Castell de Les Fonts

Castell de Les Fonts - Sociedad
Una fotografía de archivo del magnético Castell de Les Fonts
MónTerrassa

A pocos kilómetros de Terrassa, entre la vegetación densa y los caminos secundarios del Vallès Occidental, se alza una construcción insólita que pocos conocen y menos aún se atreven a explorar: el Castell de Les Fonts.

Aunque su nombre sugiere raíces medievales, su origen es mucho más reciente: fue levantado en los años 60 por Jacinto García Mas, un comerciante de vino reconvertido en anticuario autodidacta, que decidió convertir su vivienda en un castillo para albergar lo que él mismo bautizó como “su tesoro personal”.

Hoy, el Castell de Les Fonts es uno de los rincones más insólitos de Cataluña. Una reliquia que desafía al tiempo y al olvido.

El sueño improvisado de un hombre solo

La historia del Castell de Les Fonts es inseparable de la figura de Jacinto García Mas, conocido como ‘el Cinto’. Un personaje carismático que dedicó décadas a levantar, piedra a piedra, este castillo de apariencia medieval sin formación arquitectónica ni planos definidos.

Escaleras sin destino. Almenas que no protegen nada. Gárgolas en muros que nunca fueron parte de una iglesia. El conjunto es un homenaje al caos estético y a la voluntad inquebrantable de un hombre que quiso dejar su huella en el mundo.

El Castell de Les Fonts se construyó gracias al esfuerzo de albañiles que trabajaban en él de forma intermitente, aprovechando sus ratos libres. Eso explica su naturaleza laberíntica, llena de espacios inacabados y una única habitación funcional: la que habitaba el propio ‘Cinto’.

Un museo imposible escondido entre piedras

Castillo de Les Fonts - Sociedad
Una fotografía de archivo del magnético Castillo de Les Fonts

Más allá de su arquitectura caprichosa, lo que convierte al Castell de Les Fonts en un lugar único son los objetos que alberga. La leyenda —nutrida por el boca a boca y la fascinación local— afirma que contiene esculturas originales de Antoni Gaudí.

Entre ellas, destacan estatuas de San Ramón y Santo Domingo que habrían decorado la Casa Milà, conocida como La Pedrera. Aunque su autenticidad nunca ha sido confirmada oficialmente, muchos expertos no descartan que algunas piezas del castillo provengan de casas modernistas catalanas del siglo XIX y principios del XX.

Según cuenta el propio García Mas, el Castell de Les Fonts es “el castillo de los recuerdos”. En su interior pueden verse esculturas barrocas del siglo XVIII, vitrinas que habrían pertenecido a los condes d’Urgell, marqueterías de caoba y hasta una bañera que —dice— fue propiedad del malogrado Luis XVII de Francia.

Las sombras del pasado y la leyenda del expolio

El mito del Castell de Les Fonts se vio alimentado por un suceso que tuvo lugar en 1983, cuando Jacinto García Mas fue detenido bajo la acusación de poseer obras de arte robadas. Las autoridades descubrieron en su castillo varias piezas que, al parecer, habían sido sustraídas de una masía abandonada en Cervià de Ter.

El ‘Cinto’, sin embargo, siempre defendió su inocencia. Aeguró haber adquirido un lote de antigüedades por 150.000 pesetas, sin conocer su origen ni su valor real.

La polémica no impidió que el castillo siguiera engrosando su colección. A pesar de pasar seis días en prisión y tener que pagar una fianza, García Mas logró conservar algunas de las obras, alegando que merecía una compensación económica por su inversión inicial. Aquella historia reforzó aún más la leyenda del Castell de Les Fonts, que desde entonces quedó rodeado de un halo de misterio e incertidumbre.

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