En la costa murciana, lejos del bullicio de las playas más concurridas, se encuentra una cala que sorprende a quienes la descubren no solo por su belleza natural, sino por los secretos que esconde bajo sus aguas. Estamos hablando de la cala de Isla Plana, una pequeña bahía situada en el litoral de Cartagena que, pese a su desconocimiento, guarda un doble tesoro: una cueva submarina de aguas cristalinas y los restos de una antigua factoría romana.
A simple vista, Isla Plana es un paraje de foto: aguas tranquilas, tonos turquesa, un ambiente sereno y una costa aún poco explotada turísticamente. Pero lo que la convierte en una joya singular es lo que se esconde bajo la superficie. En sus entrañas marinas se abre paso la llamada Cueva del Agua, una cavidad parcialmente sumergida, rodeada de pasadizos oscuros y estrechos, que desafían la curiosidad y el valor de los buceadores que se atreven a explorarla.
Un templo de los aventureros
Este enclave se ha convertido en uno de los puntos más atractivos de la zona para los aficionados al espeleobuceo. La cueva, de difícil acceso y con tramos solo aptos para expertos, guarda un entorno casi místico, donde la luz del exterior se filtra con dificultad y el silencio del mar parece detener el tiempo. La experiencia de recorrerla es tan intensa como gustosa para quienes buscan aventuras más allá de la superficie y disfrutan de las profundidades.
Pero la riqueza de la cala no se queda solo en su geografía natural. Muy cerca de la cueva, y también bajo el agua, se encuentran los restos arqueológicos de una antigua instalación romana dedicada a la salazón de pescado. Este yacimiento, datado entre los siglos I y IV d.C., pertenecía a una de las muchas factorías que se distribuían por la costa mediterránea durante el auge del Imperio romano. En él, los romanos procesaban pescado y lo conservaban en sal para exportarlo a otras provincias del imperio, en forma de productos como el famoso garum.
Un secreto de la Región de Murcia
Además, la cala de Isla Plana se encuentra rodeada por praderas marinas y una rica fauna mediterránea, lo que la convierte en un entorno ideal no solo para el buceo, sino también para los amantes del snorkel y la biodiversidad. Peces de distintos tipos, erizos, pulpos y otras especies marinas habitan en estas aguas limpias, donde la intervención humana ha sido mínima.
En conjunto, este rincón de Murcia representa uno de esos lugares que aún conservan el encanto de lo desconocido, lejos de las rutas turísticas masificadas. La cala de Isla Plana, con su cueva submarina y sus ruinas romanas, ofrece una experiencia completa: belleza natural, aventura, historia y tranquilidad. Un lugar donde el mar no solo refresca, sino que también narra historias antiguas y despierta emociones profundas.
En la Región de Murcia no son pocos los lugares que son auténticas joyas para los amantes de la aventura y la naturaleza, sin embargo, la Cala de Isla Plana es uno de los mayores. Cada verano se llena de visitantes, aunque eso sí, aún no está sumamente masificada, por lo que se pueden disfrutar sin agobias de las muchas maravillas que presenta.