Felipe VI cumple este jueves 57 años, en un año que se presenta determinante para el posicionamiento de la Corona, dada la difícil situación de Pedro Sánchez para mantenerse en el Gobierno y la presión a la que le someten sus socios de Gobierno.
En esta situación, a Felipe VI se le abren varios frentes. El acorralamiento que vive Sánchez por parte del partido de Carles Puigdemont -que mueve sus tentáculos desde su exilio en Waterloo- con amenazas constantes de retirarle su apoyo e incluso de condicionarlo a una cuestión de confianza hace que el Ejecutivo de Sánchez escenifique un debilitamiento político que marca otras líneas de juego con la Corona. Si hace un lustro la estrategia de Sánchez se vio como desde distintos sectores como un cerco a Felipe VI para mantenerlo a su sombra, ahora la situación es distinta, máxime cuando las últimas encuestas favorecen una pinza de Gobierno formada por PP y Vox. Partidos que, de pactar, no marcarían una política de enfrentamiento con la Corona ni abogarían por celebrar un referéndum, como sí solicitan medios secesionistas y de extrema izquierda como Podemos.
Sin embargo, esta situación coloca al Monarca en una situación complicada. El hecho de que ganen poder partidos secesionistas y republicanos coloca a Sánchez en una posición de realizar cesiones para mantenerse en el Gobierno que no beneficia a la Monarquía. Y la maquinaria ya ha empezado: Podemos ha visto en los actos por el aniversario de la muerte de Franco organizados por el Gobierno una oportunidad para lanzar una nueva campaña de desprestigio contra el Rey.
Si Junts es un partido republicano y no ha escatimado en numerosas ocasiones en críticas contra la Corona, en estos momentos su foco de interés para las negociaciones se encuentra en otros menesteres, como las pensiones o los desahucios. Por el contrario, no son casualidad las últimas apariciones públicas, tanto de Pablo Iglesias como de Irene Montero.
La estrategia del fundador de Podemos es precisamente vincular a Felipe VI con la derecha. Recientemente, en un debate mantenido con el miembro de la Real Academia Española, Luis María Anson, afirmó que, a diferencia de su padre, el Rey Juan Carlos, que tendía puentes con la izquierda, Felipe VI está “más comprometido” con la derecha, y denunció que en los viajes con el Rey, cuando él ocupaba la vicepresidencia, el Monarca los desprestigiaba y no les daba la palabra. Y directamente aseguró: “Quiero convencer al PSOE para traer la República”.
Si esta grabación se emitió el domingo, la eurodiputada Irene Montero un día después arremetió contra la Corona después del acto por el 80 aniversario de la liberación del campo de Auschwitz. Montero ha llamado “antipatriota” al Jefe del Estado. “Los Reyes pueden acudir a los actos de conmemoración del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, un campo de concentración nazi, pero no van a decir nada de los 50 años de la muerte de Franco porque eso sería reabrir heridas”, ha asegurado en un video grabado desde Bruselas y publicado en sus redes sociales. “Yo no sé si se puede ser más antipatriota y más reaccionario que la Monarquía española y que el Rey Felipe VI”.

Los Reyes, junto a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, posan junto algunos vecinos, en el restaurante Albufera, en El Palmar, tras la visita privada que realizaron este domingo a Catarroja.
El partido de extrema izquierda se agarra al hecho de que Franco designara sucesor a Don Juan Carlos para poner sobre la mesa que no fue una solución democrática, que, a su juicio, sí lo hubiera sido la convocatoria de un referéndum para consultar a la ciudadanía. Se da la circunstancia, además, de que un sector del PSOE coge el guante del partido de extrema izquierda. El pasado noviembre, militantes del partido pidieron abolir la Monarquía en favor de la República por ser “incompatible con la democracia al estar sustentado en la desigualdad”.
Felipe VI es un Rey constitucional y en esta nueva vuelta al sol le tocará mantener su sello propio y, a la vez, refrendar las políticas del Ejecutivo como establece la Constitución. Los partidos que buscan desestabilizarlo saben que “el talón de Aquiles” de la Monarquía es el Rey Juan Carlos, tras las informaciones publicadas por su situación fiscal y la publicación de un relación comprometida con la vedette Bárbara Rey. El Jefe del Estado no mordió el anzuelo, ya que salir a defenderlo habría sido echarse encima a toda la clase política contraria, y resolvió pactar con su padre una salida consensuada. Tras el último año de desencuentros con el Ejecutivo, el Rey ya “ha cumplido” al aceptar incluir el aniversario de la liberación del campo de exterminio como un acto más dentro del programa “50 años en libertad”, y el próximo escogido será aquel que tenga que ver con el legado del Rey Juan Carlos durante la Transición, actos decididos en “total sintonía” en los despachos con el Jefe del Estado para alejar las corrientes especulativas.
Cumpleaños en Zarzuela
Desde primera hora de la mañana, Don Felipe tiene una intensa agenda de audiencias dentro de Zarzuela. A primera hora, con los miembros de las dos últimas promociones del Cuerpo de Letrados del Consejo de Estado. Después, un encuentro con una representación de la Real Academia de jurisprudencia y Legislación en España, de su fundación y de los participantes en la jornada “Felipe VI: una década de reinado”. Finalmente, se reunirá con un comité organizador de los actos conmemorativos del 1.200º Aniversario de la Fundación de la Ciudad de Murcia, “Murcia 1.200”. Por su parte, Doña Letizia tendrá una reunión de trabajo con la AECC.