Un vagón de mercancías podía conducirte a la esclavitud del trabajo sin fin y las torturas o a la cámara de gas. El infierno o el fin. Si tu vida no se interrumpía durante el trayecto, bien por el frío o por la asfixia, seguirías esos dos caminos una vez los raíles se terminaran en la puerta de entrada del campo de concentración de Auschwitz, también llamada la puerta de la muerte. De los más de 6 millones de judíos deportados, un millón fueron asesinados o murieron allí. de frío, hambre, o enfermedad.
Allí, enfrente del vagón símbolo del horror nazi, Don Felipe y Doña Letizia, entre representantes de las delegaciones de más de 50 países, más una veintena de Jefes de Estado, y supervivientes del campo, han depositado una vela en recuerdo del horror, al término del acto por el 80 aniversario del campo de exterminio.
Una carpa ha cubierto el área, para proteger a los asistentes del frío. Dos enormes pantallas con las fotos de los vagones han colgado del techo durante todo el acto. La música de James Simon, compositor alemán que fue enviado al campo de Westerbork en 1944- ha inaugurado el aniversario. La primera fila ha estado reservada a los Jefes de Estado. En este orden: el presidente de Italia, Sergio Mattarela, Doña Letizia, Felipe VI, Máxima de Holanda, el Rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos -que han acudido con su hija, la Princesa Amalia Catalina-; el presidente de Polonia, Andrzj Duda y su mujer; Felipe y Matilde de Bélgica; Carlos III de Inglaterra, Mary y Federico de Dinamarca. En la fila inmediata detrás: Emmanuel Macron y su mujer Brigitte, la primera dama de Austria junto al presidente, Alexander Van Der Bellen; el Rey Haakon de Noruega; Estefanía y Guillermo de Luxemburgo; la Reina Victoria de Suecia; el presidente alemán Stenmeier y su mujer; el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski; y el ministro de Educación israelí, Yoav Kisch. Pese a tener categoría de ministro, ha sido una deferencia por la situación que se vive en Oriente Medio a raíz de la masacre del 7 de octubre de 2023.
Marian Turski, superviviente del campo de concentración, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los casi 30 Jefes de Estado, entre los representantes de más de 50 países. A sus 98 años de edad, es miembro del Consejo Internacional de la Fundación del Museo. “Vengo en representación de los supervivientes que han compartido esta miseria conmigo”, ha comenzado a hablar. “Somos una minoría los que podemos compartir nuestras memorias, así que nuestras palabras tienen que ir hacia esos millones de víctimas que nunca nos contarán cómo se sintieron”. “Estamos viendo un aumento considerable del antisemitismo hoy, que fue lo que condujo al Holocausto”. Turski lo ha contextualizado en el ataque de Hamás del 7 de octubre, y las ” teorías de la conspiración” que surgieron después. En esta línea, ha pedido unión entre los países para hacer frente a esta situación como antaño hicieran franceses y alemanes. “El discurso del odio siempre acaba en un baño de sangre”, ha afirmado.
Posteriormente, se ha entonado la música de Józef Kropinski, quien fue enviado a Suschwitz a la edad de 26 años, tras la que se ha dado paso a Janina Iwanska, polaca no judía, deportada sola a Auschwitz a la edad de 14 años de edad, convirtiéndose en el número 85.595. Este campo era para prisioneros políticos. la mayor parte adultos. “El invierno aquí era trágico y no podíamos comer, por nada podías ser asesinado”, ha informado. “La máquina de matar comenzó a operar, se podía ir a otros campos pero la misión era exterminarlos, dirigirlos directamente a los crematorios. La vida terminaba en cuanto bajaban la rampa“. Iwanska se ha referido también a los gitanos que fueron dirigidos al campo de concentración para familias gitanas, con las que los médicos nazis hacían sus experimentos. En agosto de 1944, 4.300 niños, hombres y mujeres fueron asesinados.

Los Reyes, durante el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz
Tova Friedman es una de las supervivientes más jóvenes del campo de exterminio. Autora del libro La hija de Auschwitz, Friedman vivía en un gueto judío en el centro de Polonia hasta que los nazis lo borraron del mapa. Ella y su madre llegaron en un camión de ganado al campo de exterminio cuando tenía seis años de edad. Fue una de las pocas personas que sobrevivió después de entrar en una cámara de gas. Es la niña que grabaron los soviéticos que muestra su brazo con el número tatuado. “Estamos aquí para proclamar que la Historia no debe nunca repetirse”. Friedman ha recordado cómo preguntaba a su madre, dentro del vagón camino al campo: “¿Pero qué están buscando?”
La superviviente ha recordado cómo veía a niñas llorando mientras las dirigían a la cámara de gas. Algunas no tenían ni zapatos caminando sobre la nieve. Y ella se preguntaba, ¿seré yo la siguiente?” Friedman ha manifestado que, 80 años después, “El mundo sigue en crisis. El antisemitismo se está expandiendo entre las naciones y esto afectará a nuestros nietos”.
Leon Weintraub, médico judío superviviente a varios campos de concentración, entre ellos el de Auschwitz, ha intervenido a sus 99 años de edad. Ha recordado cómo su madre y su tía fueron directamente enviadas a la cámara de gas, mientras a él lo seleccionaron para trabajar. “Ver el humo que salía de los crematorios te volvía loco”. Por todo este sufrimiento, ha aconsejado a los jóvenes que estén alerta. “Las consecuencias por ser considerado diferente es una persecución activa, he vivido personalmente los efectos”. Y ha aseverado: “Si desaparece la memoria será robarles la vida por segunda vez”.
Ronald S. Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial e hijo de los fundadores de la compañía Estée Lauder, ha hablado en nombre de los donantes. Este empresario financia al Museo para mantener abierta las investigaciones acerca del Holocausto.
Tras la música de Szymon Laks, compositor que fue deportado desde Francia, donde cursaba sus estudios, al campo de exterminio, ha dirigido unas palabras finales el director, Piotr M. A. Cywinski. “Cada generación necesita una lección para evaluar su tiempo”, ha recordado.
La música de Gideon Klein ha clausurado el acto antes de que los mandatarios depositaran las velas delante del tren. Nacido en Moravia, fue un estudiante precoz pero el destino le reservó su sitio en el Campo de concentración de Auschwitz. Fue deportado a otro en Alemania, donde murió sin conocerse las circunstancias.