Nueva jornada de alegría y esperanza en Israel, aunque la agonía continúa. En la segunda tanda de liberación de rehenes tras la entrada en vigor de la tregua en Gaza, Hamás liberó el sábado por la mañana a las rehenes Karina Ariev, Daniella Gilboa, Naama Levy y Liri Albag, todas jóvenes reclutas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) capturadas durante la matanza del 7 de octubre de 2023.
Las cuatro chicas, que fueron entregadas por el grupo islamista y llegaron a territorio israelí en buen estado de salud, fueron secuestradas en la base de Nahal Oz, muy cerca del perímetro fronterizo con la Franja de Gaza. Decenas de reclutas murieron durante el asalto islamista, incluidas 15 compañeras suyas, encargadas de vigilar y reportar sobre los movimientos de Hamás. Días antes de la invasión, detectaron movimientos sospechosos, pero sus alertas fueron ignoradas. Siete fueron capturadas, algunas sangrando y en pijama.

Hamás libera a las cuatro soldados de Israel que había acordado tras el alto al fuego
Todo el país se mantuvo en vilo al amanecer del Shabat, cruzando los dedos para evitar cualquier contratiempo que torpedeara el retorno de las jóvenes. A media mañana, las FDI publicaron emotivos videos y fotografías del reencuentro con sus familias en el hospital, donde llegaron en helicópteros militares y se les hizo un primer chequeo de salud. Los padres de las cuatro siguieron en directo la liberación desde una base militar cerca de la frontera con Gaza. En la “Plaza de los Rehenes” de Tel Aviv, miles de compatriotas volvieron a llorar y abrazarse de emoción, mientras seguían en directo por una pantalla gigante los acontecimientos.
“Por fin volviste, cariño”, celebraron los padres de Karina tras el ansiado abrazo con su hija. “Nos ocuparemos de ti, todo irá bien”, prometía el padre de Ayelet Levy tras el reencuentro. Liri, a quien sus amigas describieron como una mujer valiente y generosa, dibujó un corazón con sus manos ante las cámaras. “Ya terminó, por fin estás en casa”, dijo entre llantos su madre. Desde el helicóptero, la ex rehén escribió un mensaje en una pizarra: “os amo, ciudadanos de Israel, que apoyasteis a nuestras familias y nuestros soldados, que hicieron todo por nosotras”.

Hamás libera a las cuatro soldados de Israel que había acordado tras el alto al fuego
Por segunda vez en una semana, Hamás aprovechó la atención mediática de la liberación para demostrar músculo. Pese a 15 meses de guerra y el daño devastador sufrido por la ofensiva israelí, los islamistas intentan vender a la opinión pública palestina una “victoria de los oprimidos”, y la promesa de que “el sionismo no vencerá”. Los islamistas montaron una calculada escenografía en la Franja de Gaza, donde las cuatros rehenes aparecieron con indumentarias militares falsas y haciendo símbolos de victoria, rodeadas de encapuchados armados y recibiendo aplausos de las masas.

Hamás libera a las cuatro soldados de Israel que había acordado tras el alto al fuego
Antes de ser entregadas, un islamista firmó junto a los representantes de la Cruz Roja un documento certificando la liberación. Para Daniel Hagari, portavoz de las FDI, fue una “ceremonia cínica” que evidencia la “crueldad” de Hamás. Oficiales israelíes afirmaron que fueron forzadas a sonreír como parte de la propaganda del grupo islamista, cuyas tácticas no logran esconder la enorme destrucción y muerte que sufrió la franja por los bombardeos israelíes. Hamás intenta proyectar que trató bien a las chicas, pese a los testimonios de ex rehenes denunciando tortura y abusos sexuales sufridos durante su cautiverio.
Yves Daccord, ex directora general de la Cruz Roja, avisó tras la primera liberación de rehenes que sería ideal hacer las entregas en lugares calmados, “idealmente alejados de las masas”. Médicos israelíes alertaron que las caóticas entregas podrían dejar secuelas traumáticas en las liberadas. “La liberación supone, en parte, revivir el secuestro”, consideró Hagai Levine, director del equipo médico del Foro de Familias de rehenes. Desde la entrada en vigor de la tregua, Hamás se esfuerza por mostrarse como la fuerza dominante de Gaza, aunque no está claro cuántos combatientes, políticos o funcionarios sobrevivieron a la guerra.

Hamás libera a las cuatro soldados de Israel que había acordado tras el alto al fuego
Las familias de las liberadas no se olvidaron de quienes se quedaron atrás. Especialmente de Arbel Yehoud, que debía ser liberada este sábado, pero cuyo nombre fue cambiado a última hora por Hamás, en un nuevo incumplimiento del acuerdo. En respuesta, las FDI valoraron retrasar la retirada de tropas del corredor de Netsarim, donde se establecieron bases permanentes para dividir Gaza en dos partes.
También hubo un recuerdo especial para la familia Bibas, cuyos pequeños Ariel y Kfir, así como la madre Shiri, siguen secuestrados. “Nuestros pensamientos están con ellos. A pesar de estos momentos de alegría, estamos decididos a luchar hasta que el último rehén regrese”, prometieron.
La incertidumbre continúa, ya que no se sabe quienes son los rehenes que ya no están vivos, ni cuándo se conocerá el estado de salud de los 90 que permanecen en Gaza. Se estima que 35 podrían estar muertos. Las familias temen las maniobras de terror psicológico de Hamás, así como la presión de la extrema derecha hebrea, que exige reanudar la guerra hasta la “victoria total”, aunque suponga frenar el proceso de liberación. En Ramallah y otras localidades palestinas de Cisjordania, miles de personas celebraron la salida de 200 presos de las cárceles israelíes.