El PP no va a ganar ni las elecciones vascas ni las catalanas, pero si borra a VOX del parlamento vasco y quedan por delante de ellos en Cataluña ganarán la batalla de un relato que es ya un mantra: el de ser “la única alternativa constitucional”.
Este domingo, los vascos votarán a su lehendakari para los próximos cuatro años en la que es la primera cita en las urnas del gran maratón electoral que se alargará hasta mediados de junio. Allí, los de Abascal tienen un escaño -que consiguieron en 2020, cuando VOX estaba en su mejor momento- que podríamos calificar de “simbólico” teniendo en cuenta que es la tierra natal del líder de Vox. Lo arañaron en la provincia de Álava, y la cúpula de VOX -apoyándose en sus datos internos- confía en mantenerlo.
En la otra orilla de la derecha, los populares desean que los de Abascal pierdan ese valioso escaño. Para borrar a VOX del parlamento vasco han apretado la última semana con apoyos externos, como el de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que pasó una jornada completa en Bilbao junto al candidato popular, Javier de Andrés. Ambas formaciones realizaron el cierre de campaña justo en Vitoria.
Adelantar a Garriga en Cataluña
El objetivo en Cataluña está claro para los populares: quedar por delante de VOX en el Parlament. Actualmente, el PP tiene 3 escaños que consiguieron en el desastroso resultado de las elecciones del año 2021. A pesar de que a la dirección se le “hizo bola” la designación del candidato, Alejandro Fernández repite como cabeza de lista, y las expectativas son muy buenas en el PP. Fuentes de la dirección reconocen que esperan cuadruplicar los resultados, alcanzando los 12 escaños.
Por su parte, los de Abascal creen que “habrá pelea con el PP”. Allí tienen 11 escaños y se conformarían con mantenerlos. Garriga -que repite también como candidato- sacó un resultado espectacular en 2021 y confía que también ahora Cataluña les dé un respiro (después de la mala racha de resultados que han encadenado). Seguir como cuarta fuerza, evitando el adelantamiento del PP, sería un éxito.
La batalla de las europeas
Será en las europeas donde el PP vuelva a mirar cara a cara al PSOE. Génova confía en que los socialistas pierdan la primera posición lograda en las elecciones de 2019 y ganar peso en el PPE. Según los últimos sondeos, el PP se impondría con un 37,5% de votos, nueve puntos más que el PSOE.
Si la demoscopia acierta en España con ese ascenso del PP, duplicarían sus resultados y eclipsarían a la formación de Abascal, que esperan un crecimiento hasta el 10% del voto. Un resultado que se leería -sin duda- como una victoria de los de Feijóo frente a una extrema derecha que crece, pero de forma muy contenida.
Y Abascal lo tiene asumido: no va a crecer todo lo que le gustaría en las europeas, pero ha depositado en ellas toda su esperanza. Esta misma semana ha estado en Roma con Georgia Meloni, amiga y socia del líder de VOX. Abascal se siente querido fuera de nuestro país y son habituales este tipo de viajes para visitar a socios políticos.
Con todo, el resultado de VOX, que quedaría como tercera fuerza en España, no sería comparable al de otros países de la UE como Italia y Francia, donde la extrema derecha se pondría a la cabeza. Conscientes de la situación y de la importancia de estos comicios, la dirección celebrará los días 18 y 19 de mayo el Viva24, su gran fiesta patriótica. Un evento -con Europa como tema central- que contará con invitados como Milei, Viktor Orbán y otros líderes de extrema derecha. La intención de Abascal es demostrar que, pese al evidente declive sufrido en el último año y medio, sigue teniendo músculo suficiente.
VOX baja donde gobierna con el PP
“Está pasando lo mismo que ocurrió con CS”, comenta un barón autonómico del PP. “Era de esperar: el pez grande se come al pequeño”, apunta otro. Es fácil hacer esta lectura ahora, pero los populares sufrieron y sudaron -como nunca antes- los pactos de gobierno que tuvieron que tragarse tras las elecciones autonómicas de mayo de 2023. El PP metió a VOX en 4 gobiernos autonómicos y siguen dependiendo de ellos en más de un centenar de ayuntamientos.
Así fue como los de Abascal consiguieron un poder territorial sin precedentes, pero tuvieron que empezar a gestionar, enseñando así costuras y carencias hasta entonces ocultas. “No es lo mismo hacer promesas desde fuera que gestionar dentro de un gobierno”, añade un presidente del PP que tiene como vicepresidente a uno de los hombres de Abascal.
Esas carencias se reflejan en los sondeos. Esta semana se ha hecho público el último en la Región de Murcia, donde VOX empezó a formar parte del Ejecutivo tras las pasadas elecciones autonómicas. En la encuesta -realizada por CEMOP- el PP sube dos diputados, respecto a las elecciones del 28 de mayo de 2023, alcanzado así la mayoría absoluta con una subida de 5 puntos. Vox, por su parte, pierde un escaño y dejaría de ser necesario su apoyo para gobernar.
Significativa fue la bajada que sufrieron en las últimas autonómicas en Castilla y León: se quedaron con un diputado de seis y el PP absorbió los otros cinco. Pasó también en Madrid y Andalucía. Ayuso y Juanma Moreno han conseguido -tras depender de ellos en la anterior legislatura- convertir a VOX en una mera anécdota en sus respectivos parlamentos autonómicos. En efecto, el pez grande se comió al pequeño.