Con la llegada de junio, la pregunta que muchos se hacen vuelve a resonar con fuerza en las conversaciones y en las búsquedas de internet. ¿Cuándo empieza el verano? Más allá de una simple inquietud meteorológica o escolar, esta cuestión nos conecta con un cambio profundo en el ritmo de la naturaleza, con tradiciones que se remontan a los orígenes mismos de la humanidad y con rituales que aún hoy, aunque transformados, siguen celebrándose en pueblos y ciudades de todo el mundo.
¿Cuándo empieza el verano según la astronomía?
Para responder a la pregunta de cuándo empieza el verano, es imprescindible recurrir a la ciencia. En el hemisferio norte, el verano comienza con el solsticio de junio, que este 2025 tendrá lugar el viernes 20 de junio a las 22:51 horas peninsular española. En ese momento exacto, el Sol alcanzará su punto más alto en el cielo al mediodía, marcando el día más largo y la noche más corta del año.
Saber con precisión cuándo empieza el verano tiene una importancia que va más allá del calendario. Se trata de un fenómeno astronómico que ha sido observado por culturas ancestrales durante milenios, desde los druidas celtas en Stonehenge hasta los mayas en Chichén Itzá. Cada civilización comprendía que el cambio de estación implicaba mucho más que un aumento de las temperaturas. Era una transformación de la vida.
¿Por qué el inicio del verano se celebra desde tiempos remotos?
Responder a cuándo empieza el verano es también abrir la puerta a una dimensión simbólica. El solsticio de junio ha sido tradicionalmente asociado con la fertilidad, la abundancia y la renovación. En las culturas antiguas, el Sol era venerado como fuente de vida. Y su cénit en el cielo era motivo de rituales, danzas, ofrendas y fuegos sagrados.

Incluso hoy, muchas de esas costumbres perduran en forma de fiestas populares. Saber cuándo empieza el verano es útil no solo para planear vacaciones, sino también para entender la raíz de tradiciones como la Noche de San Juan, que en España y muchos países del mundo se celebra el 23 de junio con hogueras, baños purificadores en el mar y rituales que combinan lo pagano y lo cristiano en una simbiosis fascinante.
Ritos primitivos que aún puedes hacer en pleno siglo XXI
Ahora que sabes cuándo empieza el verano, quizá te preguntes qué queda de aquellos antiguos ritos que nuestros antepasados practicaban con fervor. La respuesta es: más de lo que imaginas. Aquí tienes algunos que aún puedes realizar, con un pie en la modernidad y otro en lo ancestral:
- Saltar sobre el fuego: Uno de los ritos más extendidos es el de saltar sobre una hoguera la noche del 23 de junio. En teoría, hay que hacerlo siete veces para que se cumplan los deseos. La simbología del fuego purificador que quema lo viejo para dejar espacio a lo nuevo sigue tan vigente como hace siglos.
- Bañarse al amanecer: En zonas costeras, el baño en el mar durante el alba del solsticio está cargado de significado. Se cree que las aguas adquieren propiedades curativas ese día. Aunque no exista evidencia científica, el efecto psicológico de comenzar el verano con un acto simbólico de limpieza y renacimiento es poderoso.
- Recolectar hierbas mágicas: Hierbas como el hipérico, el romero o la verbena se recogen tradicionalmente durante la noche de San Juan, pues se cree que alcanzan su mayor fuerza curativa en ese momento. Saber cuándo empieza el verano te permitirá acudir al campo en el momento justo para mantener viva esta antigua costumbre.
- Escribir y quemar deseos: Otro ritual heredado es el de escribir en un papel aquello que se quiere dejar atrás o aquello que se desea atraer, y luego quemarlo en la hoguera. Es una forma simbólica de cerrar un ciclo y abrir otro.