La situación de La familia de la tele en RTVE continúa siendo delicada. Desde su estreno, el programa vespertino no ha logrado consolidarse entre la audiencia. Eso ha provocado una importante reestructuración tanto en su contenido como en su equipo técnico y humano. Desde el pasado lunes, el espacio ha sufrido un recorte de duración y la salida de varios trabajadores de su plantilla, en medio de un clima de incertidumbre sobre su futuro en la cadena pública.
La familia de la tele, impulsado por La Osa Producciones Audiovisuales (anteriormente conocida como Fabricantes Studio y La Fábrica de la Tele), ha tenido que adaptarse a los nuevos parámetros marcados por RTVE, que ha decidido reformular sus tardes tras los discretos datos de audiencia. Esta decisión ha supuesto un duro golpe para el formato y su equipo.
Reducción de emisión y primeras consecuencias
Con la cancelación de su segundo acto y el nuevo esquema de programación de La 1 —que ahora apuesta por El club de La Promesa y el regreso de El cazador stars—, La familia de la tele ha pasado de ocupar unas tres horas diarias en parrilla a limitarse a un único bloque de aproximadamente 70 minutos. Esta reducción ha sido clave para desencadenar los primeros despidos dentro del equipo.
Según ha adelantado en exclusiva FormulaTV, alrededor de diez trabajadores han sido desvinculados del proyecto de manera oficial. Se trata principalmente de redactores y personal de producción que, hasta ahora, formaban parte del equipo original de La familia de la tele. Algunos de ellos serán reubicados en otras producciones de la misma compañía. Aunque no todos han corrido la misma suerte.

En paralelo a los recortes, La familia de la tele ha ensayado una serie de cambios en su estructura con la intención de recuperar el favor del público. El lunes 26 de mayo, el programa estrenó un nuevo enfoque inspirado en el estilo de Socialité, centrado exclusivamente en los tres presentadores, eliminando la presencia de colaboradores en plató. Sin embargo, esta apuesta no tuvo el resultado esperado.
Ese mismo día, La familia de la tele anotó un 6,2% de cuota de pantalla y fue seguido por 750.000 espectadores. Uno de los peores datos del programa hasta la fecha. Un tropiezo que confirma la dificultad de recuperar el liderazgo que en su día mantuvieron los rostros de Sálvame en las tardes de Telecinco. Ahora reciclados en un nuevo formato en la televisión pública que no funciona.
Vuelta al formato original y más ajustes a la vista
Ante las críticas recibidas y la caída de audiencia, La familia de la tele ha optado por dar marcha atrás. Esta misma semana, el programa ha recuperado su formato original con los colaboradores en plató. Su búsqueda desesperada de estabilidad y conexión con los espectadores es evidente. Pese a ello, los datos siguen siendo discretos. Y el margen de maniobra se acorta.
Tanto RTVE como La Osa Producciones han subrayado que el objetivo sigue siendo afianzar una propuesta que conecte con la audiencia sin renunciar a su ADN. Aunque en un entorno donde los cambios parecen ser la única constante. El futuro de La familia de la tele depende, por tanto, de su capacidad para reinventarse sin perder identidad. Todo ello en un contexto donde el servicio público choca con las fórmulas televisivas heredadas del entretenimiento privado.

Desde su llegada a La 1, La familia de la tele ha sido objeto de controversia. Algunos sectores han cuestionado su presencia en una cadena pública, considerando que su estilo y contenidos no se ajustan a los valores tradicionales de RTVE. Las decisiones editoriales, los fichajes heredados del universo Sálvame y la lucha por ganar audiencia a toda costa han situado al programa en el centro del debate.