
Que alguien se tome en serio a TVE
Me había prometido a mí misma que no lo haría: desde el pasado lunes, no iba a permitir que mi dedo se detuviese sobre el número 1 de los canales en el mando de la televisión entre las cuatro y las ocho y media de la tarde. Ayer, sin embargo, en el momento de escribir este artículo, pasé por ahí unos minutos para verificar que no estaba equivocada y que tal vez lo que TVE estuviera ofreciendo fuese algo muy distinto de lo que yo imaginaba.