El pasado 11 de junio, un chico de 14 años apuñaló al agresor de su madre para salvarle la vida. Este hombre, de 38 años, tenía vigente una orden de alejamiento desde marzo de este año que no se le pudo notificar porque estaba en paradero desconocido. Además, tenía activas dos órdenes de busca y captura por antecedentes de violencia de género.
Evitó que fuera una víctima mortal de violencia machista
El hombre se saltó la orden de alejamiento y acudió hasta el domicilio de su expareja, en Ciudad Real, para atacarla. Así lo detalla el auto judicial al que ha tenido acceso Artículo 14: “Inició una discusión con la misma, agarrándola del cuello y golpeándola, y el menor propinó varios golpes a X con la finalidad de que soltase a su madre y, al no lograr su propósito, le propinó tres puñaladas”.
El Ministerio Fiscal le imputa un delito de lesiones
Según recoge el mismo documento, el menor utilizó un “cuchillo de cocina de hoja de acero de 13 centímetros de longitud” para defender a su madre. Tanto el agresor como la mujer tuvieron que ser trasladados de urgencia al hospital. Ambos han sobrevivido.
Ese mismo día, el menor fue detenido por la Policía Nacional y tras tomar las declaraciones correspondientes y analizar los hechos, el juez dictó una orden de “internamiento en régimen abierto” en un centro de menores de la provincia. El Ministerio Fiscal le imputa la comisión de un “presunto delito de lesiones con arma blanca”.
“No tuvo otra opción”
Se adopta esta medida por haber tenido una “conducta desproporcionada” ante la agresión y con el fin de “evitar la reiteración delictiva”, justifica el auto judicial.
La abogada del menor, Sierra Redondo, defiende que “no tuvo otra opción” porque el agresor “rompió los teléfonos, no podía llamar a la policía, estaba estrangulando a la madre”, y añade: “el chaval tiene 14 años recién cumplidos y físicamente tiene una envergadura de 11 años”.
El portavoz de la Fiscalía de Menores de Ciudad Real, Miguel Ángel Carballo, sostiene que “son tres puñaladas que podían haber sido hasta un homicidio. Ha cometido un delito muy grave y hay que ver la evolución del herido. Es un apuñalamiento, de momento, muy desproporcionado”.
“Está en un régimen cerrado”, “es muy injusto”
Han pasado ya 12 días desde que el menor ingresó en el centro de menores y, durante más de una semana, la letrada Redondo ha denunciado que ha sido una medida cautelar “muy injusta” porque “a pesar de que es una medida en régimen abierto, el niño está como si fuese uno cerrado. El niño no sale, no puede tener visitas. No tiene móvil. Independientemente de que en el auto ponga que es abierto”.
Tras el revuelo formado en los medios de comunicación durante los últimos días, el menor ha comenzado a recibir visitas de su madre este mismo fin de semana. Aun así, la abogada anuncia que ya ha presentado un recurso y que ha pedido “la libertad vigilada” porque el menor actuó en “defensa de su madre” y además “temía por la vida de su hermana pequeña de cuatro años a la que, de hecho, encierra en una habitación para evitar que le agrediese también”.
El agresor debía estar en prisión
El agresor de su madre constaba en el Sistema VioGén (Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género) desde hace mucho tiempo, por ella y por otra mujer. De hecho, había sido “condenado por la Audiencia Nacional a 15 años de pena de prisión” confirma Redondo.
Desde la Asamblea de Mujeres Feministas de Ciudad Real denuncian que es una “revictimización de la violencia sufrida, puesto que puede entenderse como un castigo y puede ser contraproducente para la superación del episodio vivido”.
Además, recuerdan que “fue el menor el que evitó que su madre pasara a ser una nueva víctima mortal por violencia hacia las mujeres” y que “él es una víctima más de la violencia ejercida hacia su madre y de la exposición a las situaciones violentas vividas en su casa”. Consideran que “lo lógico sería poder estar en casa con su madre y su hermana apoyándose mutuamente para superar la situación traumática sufrida que puede marcarlo de por vida”.
El internamiento revictimiza al menor
Su abogada insiste en la revictimización “porque el niño ha vivido la agresión de violencia de género, el hombre tenía una orden de alejamiento sobre la madre, quebrantó la orden, y encima después de haber agredido a la madre, el que está en el centro de menores interno es él”.
El auto judicial también recoge que el menor “no ha mostrado una conducta de hostilidad ni de violencia” en el ámbito familiar o escolar. De hecho, este es su primer “expediente de reforma”.
La investigación continúa abierta y esta medida cautelar tiene un plazo de vigencia de seis meses a la espera de juicio y resolución judicial.