La revista Forbes ha publicado su lista anual de las mujeres más ricas propietarias de equipos deportivos en 2025, destacando a Miriam Adelson en la cima con una fortuna estimada de 29.400 millones de dólares.
Adelson, viuda del magnate de los casinos Sheldon Adelson, adquirió los Dallas Mavericks de la NBA en 2023 por 3.500 millones de dólares; actualmente, el equipo está valorado en 4.700 millones de dólares.
La lista de Forbes incluye a 11 mujeres que poseen la mayoría de las franquicias en ligas deportivas profesionales. Este grupo, con un patrimonio neto combinado de 85.000 millones de dólares, que representa una pequeña fracción de los más de 3.000 multimillonarios globales, de los cuales aproximadamente 400 son mujeres.
Sin embargo, solo estas poseen la mayoría de las acciones de equipos deportivos, excluyendo a propietarias minoritarias o aquellas que no dirigen activamente los equipos.
Diversidad en la procedencia de las fortunas
De las mujeres seleccionadas en la lista, siete heredaron su riqueza o la obtuvieron a través de sus cónyuges, mientras que cuatro son empresarias autodidactas.
Entre las herederas destacan Clara Wu Tsai, copropietaria de los Brooklyn Nets y New York Liberty, con una fortuna compartida de 11.400 millones de dólares junto a su esposo Joe Tsai, cofundador de Alibaba; Dee Haslam, copropietaria de los Cleveland Browns y Columbus Crew, con 8.500 millones de dólares junto a su esposo Jimmy Haslam; y Gayle Benson, propietaria de los New Orleans Saints y Pelicans, con 7.100 millones de dólares.
Entre las empresarias autodidactas se encuentran Lauren Leichtman, propietaria del San Diego Wave, con 1.300 millones de dólares; y Gail Miller, expropietaria de los Utah Jazz, quien recientemente adquirió el Utah Royals de la NWSL y el Real Salt Lake de la MLS por 600 millones de dólares, con una fortuna de 4.600 millones de dólares.

Crecimiento del interés en el deporte femenino
El creciente interés en los deportes femeninos ha impulsado un aumento en la popularidad, el interés de los patrocinadores y, en última instancia, el valor de los equipos.
Según un informe de Deloitte, se espera que los ingresos globales del deporte femenino alcancen los 2.350 millones de dólares en 2025, con el área comercial representando el 54% de los ingresos, seguida por las transmisiones televisivas con un 25%. América del Norte liderará con el 59% de los ingresos, mientras que Europa representará el 18%.
Este auge ha atraído a una nueva clase de propietarias, como Michele Kang, quien en 2020 no tenía experiencia en fútbol y ahora posee tres clubes femeninos prominentes, con una fortuna de 1.200 millones de dólares.

El panorama aún dista de ser equitativo, pero los indicios son alentadores. La creciente presencia de mujeres entre las propietarias de equipos deportivos refleja un cambio estructural en la industria, impulsado por el aumento del valor de las franquicias, la profesionalización del deporte femenino y una mayor visibilidad en medios y plataformas digitales.
Plan a futuro
Si bien la lista de Forbes 2025 incluye solo a 11 mujeres en este exclusivo grupo, su impacto es significativo. No se trata únicamente de patrimonio o capacidad económica, sino del poder de influir en la cultura deportiva global, inspirar a nuevas generaciones y transformar el liderazgo dentro de un entorno históricamente dominado por hombres.
En ese sentido, el futuro se perfila con más mujeres al mando, apostando por el deporte como un espacio rentable, competitivo y cada vez más inclusivo.
Con cada avance, se fortalece la idea de que el éxito deportivo también se juega en las oficinas, y que el rol femenino en ese campo ya no es una excepción, sino parte del nuevo estándar.