España es uno de los países con mayor riqueza monumental del mundo. Desde la Alhambra hasta la Sagrada Familia, cada región guarda joyas arquitectónicas que reflejan siglos de historia. Entre ellas, la Catedral de Burgos ocupa un lugar destacado. No solo es uno de los mejores ejemplos del arte gótico en Europa, sino también uno de los templos más espectaculares y simbólicos del patrimonio español.
Esta imponente construcción, situada en el norte de Castilla y León, ha sido reconocida por su valor excepcional: fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, convirtiéndose en la primera catedral española en recibir este prestigioso título de forma individual.
Cuándo comenzó su construcción
Aunque su origen se remonta al siglo XI con una primitiva iglesia románica promovida por Alfonso VI, la catedral tal como la conocemos hoy comenzó a levantarse en el año 1221, durante el reinado de Fernando III y bajo el impulso del obispo Don Mauricio. La intención era ambiciosa: construir un templo al estilo de las grandes catedrales francesas, como Notre Dame, que reflejara las corrientes estéticas y espirituales que recorrían Europa.
Las obras avanzaron con rapidez para la época, y en apenas cuarenta años ya estaba completada gran parte del edificio principal. Aun así, las ampliaciones, reformas y añadidos se prolongaron durante siglos, lo que permitió incorporar distintos estilos, como el gótico flamígero, el renacimiento o el barroco, en perfecta armonía con la estructura original.

Qué estilo tiene la Catedral de Burgos
Aunque predomina el gótico, la catedral es el resultado de una mezcla entre distintos lenguajes artísticos. Su fachada principal, flanqueada por las dos torres coronadas con agujas caladas, es uno de los ejemplos más reconocibles del gótico europeo. A ambos lados del templo destacan las portadas del Sarmental y de la Coronería, decoradas con esculturas que representan pasajes bíblicos y figuras religiosas con un nivel de detalle sorprendente.
En su interior, la catedral impresiona por su altura, su luminosidad y la riqueza decorativa. La nave central, elevada y elegante, da paso a una sucesión de capillas que contienen verdaderas joyas del arte sacro. Una de las más impresionantes es la Capilla del Condestable, obra maestra del gótico isabelino, que alberga los sepulcros de Pedro Fernández de Velasco y su esposa, con una espectacular bóveda estrellada y una decoración minuciosa.
También merece mención la Escalera Dorada, del siglo XVI, que combina elementos góticos y renacentistas y está considerada una de las obras más singulares de la catedral. Otro de los puntos clave es el cimborrio, situado en el crucero, cuya estructura octogonal permite la entrada de luz cenital y dota al templo de un ambiente solemne y majestuoso.
Cómo visitar la Catedral de Burgos
La Catedral de Burgos es una parada obligada para turistas, amantes del arte y peregrinos que recorren el Camino de Santiago. El horario de apertura varía según la época del año:
-
Del 1 de noviembre al 18 de marzo: de 10:00 a 18:00 h (se puede permanecer hasta las 19:00 h).
-
Del 19 de marzo al 31 de octubre: de 9:30 a 18:30 h (con posibilidad de permanecer hasta las 19:30 h).
En cuanto a los precios:
-
Entrada general: 10 €
-
Jubilados y grupos (hasta 10 personas): 9 €
-
Entrada reducida: 5 €
-
Gratuita para menores de 7 años y todos los martes por la tarde (de 16:30 a 18:30 h)