El mudéjar es una de las señas de identidad de Aragón. Se trata del resultado de la confluencia de dos tradiciones artísticas, la islámica y la cristiana, que da lugar a una expresión artística nueva y diferente. El origen de este estilo artístico data del año 711 con la presencia islámica en la Península Ibérica y en 1492, con la culminación de la Reconquista, que sentó las bases del desarrollo de este arte.
Tras la conquista cristiana, las mezquitas se reutilizaron como alcázares y catedrales, hecho que influyó en la construcción de nuevos palacios y templos. El territorio está lleno de torres, ábsides e iglesias con cientos de años de historia, muchos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, al igual que el arte mudéjar. Una ruta por las construcciones históricas del entorno es un plan perfecto para cualquier escapada de fin de semana.
Albarracín
Albarracín es un tesoro turístico de primer orden situado a media hora de Teruel. De 1012 a 1104, con la dinastía bereber de los Banu Razin, fue uno de los Reinos de Taifas independientes de Córdoba. Testimonio de esta época, se puede observar la presencia mudéjar en la parte superior de la fachada principal de la iglesia de Santa María.
Otro de los atractivos que ofrece Albarracín es la subsede de Territorio Dinópolis dedicada al mundo de los fósiles y a los mares prehistóricos: Mar Nummus. En sus inmediaciones se extiende uno de los conjuntos paisajísticos y culturales más sorprendentes de Aragón: el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno.En sus abrigos rocosos se conservan excelentes muestras de arte rupestre levantino, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Burbágena y Báguena
La iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles en Burbágena, fue construida en el siglo XVI sobre una primitiva iglesia que fue derribada dos siglos más tarde. Las obras del actual templo, declarado Bien de Interés Cultural, se iniciaron en 1746. La torre, de influencia mudéjar, se terminaría en 1774. El monumento civil más simbólico de Burbáguena es el castillo medieval, que ya existía en el siglo XII.
En la torre de la iglesia de la Asunción de Báguena podrás contemplar decoración mudéjar y medallones renacentistas con bustos de personajes.
Lechago y San Martín del Río
En Lechago, está la torre de la iglesia de Santo Domingo de Silos, construida en el siglo XVII y adosada a la iglesia. Conserva interesantes elementos decorativos de estilo mudéjar y se puede observar la forma octogonal de la parte superior de la torre, realizada en ladrillo.
Por su parte, San Martín del Río cuenta con la torre campanario que tiene dos cuerpos muy diferenciados. La parte inferior, de estilo gótico, es cuadrada y está realizada en mampostería, mientras que la parte superior es octogonal, de estilo mudéjar y construida en ladrillo.
Navarrete del Río y Olalla
En Navarrete del Río, se encuentra la torre de la iglesia de la Asunción. La parte inferior de la torre es de piedra y la superior de ladrillo, dividida en un cuerpo cuadrado y otro octogonal. Se puede ver su decoración mudéjar formando cruces enlazadas con motivos geométricos y medallones con bustos.
En Olalla, de la torre de la iglesia parroquial solamente se conserva su torre mudéjar del siglo XVI. El exterior de la torre muestra la decoración mudéjar a base de rombos y dientes de sierra.
Godos
La construcción de la torre de la iglesia de Santa Elena en Godos se realizó entre los siglos XVI y XVIII, siendo ejemplo del mudéjar tardío de época barroca. Junto a la iglesia se encuentra el ‘Torretón’, torre del siglo XIV poco frecuente por su forma cilíndrica. También cuenta con varias casas solariegas, como la casa de los Beniades, que conserva el escudo familiar.
Uno de los mayores atractivos de Godos es el pinar de Valhondo, un bosque de pino silvestre con matorral de rebollo y marojo en buen estado de conservación. Está catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria perteneciente al LIC de la Sierra de Fonfría.
Zaragoza. La gran ciudad andalusí
La Saraqusta andalusí recibió el nombre de Medina Albaida, la Ciudad Blanca por ser una ciudad repleta de casas con sus fachadas de yeso. Junto a Córdoba y Granada fue uno de los centros políticos, comerciales y artísticos de la historia andalusí de la Península Ibérica.
Dos de los monumentos con pasado andalusí y mudéjar de relevancia internacional: el Palacio de la Aljafería, sin duda el mejor testimonio de este esplendor que se mantuvo en época mudéjar, la Catedral de San Salvador y la Iglesia de San Pablo, llamada “la tercera catedral” y hasta lo alto de cuya torre se puede subir. Espléndidas las torres mudéjares de Zaragoza capital, además de la de San Pablo, son de admirar las de la iglesia de Santa María de Magdalena, San Miguel de los Navarros y la de San Gil Abad.
Palacio de la Aljafería
Fue residencia de recreo de los reyes musulmanes y refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en su máximo apogeo político y cultural. Ha sido recinto fortificado, residencia real aragonesa, sede y cárcel de la Inquisición, palacio de los Reyes Católicos, cuartel y, desde 1987, flamante sede de las Cortes de Aragón. Construido en el siglo XI como palacio de recreo de los reyes musulmanes que gobernaban la taifa de Sarakusta.
Diez siglos después, aquel palacio de la alegría que soñó el monarca musulmán Al-Muqtadir continúa siendo una de las joyas artísticas de la presencia musulmana en el sur de Europa. La UNESCO, en el año 2001, declaró Patrimonio de la Humanidad el arte mudéjar de Aragón, destacando que el palacio de la Aljafería es uno de los monumentos más representativos del mudéjar, que se ha convertido en el símbolo de la arquitectura civil aragonesa. Hoy acoge entre sus muros a la institución que representa a todos los aragoneses: Las Cortes de Aragón.
La Seo del Salvador
Construida sobre la antigua mezquita de la ciudad, La Seo es un extraordinario compendio de siete siglos de historia del arte, del XII al XVIII. El edificio, comenzado en el siglo XII en estilo románico, fue objeto de numerosas reformas y ampliaciones en estilos artísticos acordes con el momento de la intervención: gótico, mudéjar, renacentista o barroco. Tras siglos de historia, fue rehabilitado entre 1975 y 1998.
Junto a los ábsides, encontramos la fachada de la “Parroquieta”, obra cumbre del mudéjar aragonés (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), junto con el cimborrio. La Seo es, y ha sido siempre desde su construcción, la sede del arzobispo y la madre de todas las iglesias de la diócesis. Edificio sagrado por excelencia destinado al culto divino, constituye para los cristianos un signo e imagen de la Iglesia celestial. Además, fue lugar de juramento de Fueros y cabeza de la Corona de Aragón.
Iglesia de San Pablo
Conocida como la “tercera catedral” de Zaragoza, está situada en el corazón histórico de la Zaragoza fabril y mercantil. Su torre es una de las grandes joyas del mudéjar de la ciudad. El actual templo de San Pablo procede del siglo XIV.
En 1284, con el aumento de las necesidades de la población, se demolió el edificio románico y comenzó la construcción del nuevo, finalizando en 1343. Con sus 66 metros de altura fue uno de los puntos más altos de la ciudad, fundamental en una ciudad llana. Inicialmente la torre fue edificada exenta, pero con las sucesivas ampliaciones del templo quedó inmersa dentro del conjunto arquitectónico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.
Este primer edificio mudéjar pudo influir en la construcción de parecidas iglesias zaragozanas. En San Pablo tiene su sede canónica, entre otras, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Agonía y de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, popularmente “El Silencio”.
Iglesia de Santa María Magdalena
La magnífica torre mudéjar de la iglesia de Santa María Magdalena es una de las mayores joyas del mudéjar de Zaragoza. La iglesia de La Magdalena es una de las más antiguas de Zaragoza. Fue construida después de la reconquista cristiana de la ciudad en 1118 y se menciona por primera vez en 1126. En la primera mitad del siglo XIV experimentó una reforma barroca, posiblemente una de las más respetuosas con el estilo mudéjar original.
El elemento más destacado es su impresionante torre mudéjar, que sigue el modelo de las torres de San Martín y El Salvador en Teruel. Su estructura también se inspira en los alminares almohades, como el de la iglesia de San Pablo.
Iglesia de San Miguel de los Navarros de Zaragoza
El origen de esta iglesia es románico aunque la actual data del siglo XIV. En el exterior podrás apreciar la interesante decoración mudéjar, el ábside poligonal y la torre de planta cuadrada, que está decorada con rombos, arquillos entrecruzados y orlas de lazos.
En su interior, descubrirá un magnífico retablo mayor, realizado por Damian Forment en el siglo XVI.
Iglesia de San Gil Abad
La iglesia de San Gil es una de las primeras fundadas tras la reconquista de Zaragoza en 1118. La actual iglesia de San Gil se construyó en el siglo XIV, con la estructura de las iglesias-fortaleza propias del mudéjar aragonés de esa época. Se encuentra en el centro de la ciudad, en una de las arterias más significativas del casco histórico.
El elemento más sobresaliente es su torre-campanario, documentada ya en 1356, considerada una de las más notables del mudéjar zaragozano. En el siglo XVIII, se llevó a cabo una reforma barroca que alteró la orientación del edificio, permitiendo el acceso al templo desde la calle de San Gil, que se abrió alrededor de 1640.