El pasado domingo 25 de mayo de 2025, Demi Lovato y Jordan “Jutes” Lutes se dieron el “sí, quiero” en una ceremonia privada en California, orquestada con mimo por la afamada wedding planner Mindy Weiss. Una boda sin excesos mediáticos pero repleta de detalles cargados de simbolismo y belleza.
La artista ha encontrado en Jordan Lutes un cómplice artístico. Se conocieron en enero de 2022 durante la grabación de Holy Fvck, el álbum donde la cantante exploraba sus demonios con crudeza y pasión. Dos años después, en diciembre de 2023, él le pidió matrimonio con un anillo vintage de diamantes… y ella dijo que sí.

Para la ceremonia, la novia eligió un vestido de Vivienne Westwood que parecía sacado de un óleo renacentista: satén de seda blanca, escote caído que abrazaba sus hombros, corsé ajustado y una silueta que evocaba la gracia de las estatuas clásicas.
La confección del vestido fue un proceso tan meticuloso como íntimo: cinco pruebas en Los Ángeles con el equipo de alta costura de Westwood viajando desde Londres para ajustar cada detalle a su cuerpo y su esencia.
Para la recepción, deslumbró con un segundo vestido de la misma firma: modelo columna en seda marfil, con corsé drapeado y una constelación de perlas bordadas a mano… Un homenaje al viejo Hollywood, a la feminidad fuerte y a la estética que ha definido el estilo de la cantante en los últimos años.
El escenario -una residencia privada en California- se convirtió en una burbuja de romanticismo cinematográfico. Más que una boda, fue la escenificación de un amor que ha crecido entre canciones, versos y silencios compartidos.