Hace solos unos días, Marta Luisa de Noruega, la primogénita de los reyes Harald y Sonia, habló con franqueza, en una entrevista con el influencer SebastianSoberg, del suicidio de su exmarido, el escritor Ari Behn, padre de sus tres hijas: “Es lo peor que me ha pasado nunca. Sobre todo, porque fue un duelo repentino… Fue muy exigente físicamente. Me sentía como si hubiera corrido una maratón todos los días. No podía comer ni dormir”.
Explicó también su lucha interna para proteger a sus hijas. “Lo más importante para mí en aquella época era proteger a las niñas. Las antepuse sobre cualquier otra cosa y me tragué muchos sapos, porque no sirve de nada culpar al otro. Estaba agotada y me encontraba en una especie de niebla mental. Después de ver a las niñas que empezaban poco a poco a recuperarse, después de seis meses, entré en una espiral descendente. En una depresión enorme y no podía ni levantarme de la cama. Me sentía completamente devastada. Experimenté un descenso a los infiernos”.
La princesa, que renunció a sus funciones institucionales, aunque no a su título, es una de las figuras más singulares de la realeza europea por su personalidad rebelde y tan poco convencional. Dice que se comunica con los ángeles y alguna otra majadería. En ese gusto por lo esotérico conoció a su actual marido, el brujo Durek Verret, denunciado por supuestos abusos sexuales durante sus polémicas sesiones chamánicas. Sin embargo, Marta Luisa ha recibido elogios por su ejemplar actitud frente al suicidio del padre de sus hijas, la forma de afrontar el duelo y su compromiso con la salud mental y la prevención del suicidio, una tarea en la que ha implicado también a sus hijas.
Así lo valora también Andoni Anseán Ramos, psicólogo y presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio y de la Sociedad Española de Suicidología, cuando le preguntamos por las peculiaridades de un duelo por el suicidio de un ex. “No hay datos científicos que puedan determinar si el duelo por la pérdida de una pareja que se ha suicidado tiene rasgos que le den una singularidad, pero en este caso sí se expone de una manera honesta las emociones por las que han ido atravesando los seres queridos que dejó el escritor y unas formas eficientes de procesar la pérdida”, indica.
Marta Luisa contrajo matrimonio en 2002 con el escritor de origen danés Ari Behn, del que se divorció oficialmente 14 años después, en 2016. Fruto de la relación nacieron Maud Angélica, Leah Isidora y Emma Tallulah. El 25 de diciembre de 2019, Ari se quitó la vida. Tenía 47 años yarrastraba casi desde la niñez numerosos conflictos internos que le condujeron al alcoholismo, depresión y constantes escándalos públicos. “Mis hijas y mi esposa son lo mejor del mundo, pero reconozco que soy un compañero difícil”, confesó en una ocasión. Su fallecimiento el día de Navidad fue interpretado como la última de sus muchas performances.
A pesar del impacto, la Casa Real Noruega, igual que los propios padres del fallecido, optaron por la transparencia. “Fue una decisión valiente teniendo en cuenta que estamos ante un tema que sigue siendo tabú para una parte de la sociedad. Aunque hayamos dado ya grandes pasos, todavía hay quien se resiste a pronunciar la palabra suicidio, incluso en tertulias televisivas”, señala AnseánRamos.
“Lo encontré después de haber decidido quitarse la vida. Hoy estoy agradecido de haber podido estar con él en su final. Ari no estaba solo cuando tomó la decisión de morir. Parecía que había encontrado algún tipo de paz el último día”, explicó su padre, Olav, un año después. Tanto él como su esposa, Marianne, creyeron que contar la verdad evitaría especulaciones y ayudaría a otras personas. Hablaron también del dolor, la pena y otros “sufrimientos fuertes y dolorosos” que padeció su hijo en los últimos años. Aunque recibió ayuda profesional, la pidió demasiado tarde.
Por su parte, la Casa Real emitió un comunicado expresando su pesar. “Ari ha sido una parte importante de nuestra familia durante años y tenemos recuerdos cálidos y afectuosos suyos. Estamos agradecidos de haberlo conocido. Lamentamos que nuestros nietos hayan perdido a su querido padre y tenemos una profunda compasión por sus padres y sus hermanos, que han perdido a su querido hijo y hermano”.
Esta naturalidad, que no debió de ser fácil, es uno de los aspectos que pone en valor el psicólogo en la lucha por la salud mental. En su reciente entrevista con Sebastián Soberg, la princesa Marta Luisa comentó su esfuerzo, en medio de “las oscuras olas de tristeza”, para encontrar un punto de apoyo como madre de “tres hijas frágiles” que la necesitaban 24 horas, siete días a la semana. Mencionó también la palabra culpa, un componente presente en la mayoría de las personas que han convivido con un ser querido que acaba con su vida, según nos explica AnseánRamos.
La hija mayor de la princesa, Maud Angelica, que tenía 16 años cuando perdió a su padre, ha iniciado una gira de conferencias con el fin de concienciar sobre la salud mental y derribar tabúes. Ya en su funeral, sus palabras fueron impactantes: “Un suicidio no es culpa de nadie. No podemos culparnos a nosotros mismos. Es como una enfermedad mortal. Papá debía de estar tan cansado que no vio otra salida. Pero siempre hay una salida. Quiero decirles a todos que siempre hay una salida”.
Es normal sentir tristeza, culpa, ira y confusión. “En el caso de las nietas de los reyes noruegos, es positivo que hayan aceptado sus emociones y las expresen sin sentirse juzgadas. Hemos visto honrar la memoria del padre, con rituales significativos, como escribir y dibujar o celebrar ceremonias en su honor. Son gestos muy reconfortantes”. Las jóvenes encuentran en sus cuentas de Instagram el mejor muro para aliviar la pena y crear un espacio de esperanza, fuerza y calidez. “Perder a mi padre parecía casi imposible y lloraba todos los días. Pero cada año que pasa es un poco más fácil”, escribe Maud Angelica junto a una serie de imágenes de su familia. Por su parte, Leah Isadora también ha honrado a su difunto padre. “Cinco años sin ti, te quiero papá”, escribió para acompañar uncarrusel de fotos.
De cada cuatro muertes por suicidio, tres son hombres. “En jóvenes y adolescentes –detalla el psicólogo–, es la primera causa de muerte. La mente humana es compleja y puede haber múltiples causas. Puede ser por enfermedad, falta de expresión de las emociones o, sobre todo en adolescentes, por una ideación suicida en la que no han sido conscientes de que no había marcha atrás. Lo principal es la prevención para que esto no ocurra, aunque, de nuevo, las señales de alerta son tan variadas como individuos existen”.