Pocos actores en Hollywood tienen una filmografía tan extensa y ecléctica como Nicolas Cage. El intérprete, que en los últimos años ha abrazado con entusiasmo proyectos singulares, regresa ahora con The Surfer. Un filme que promete olas, tensión existencial y, según ha revelado el propio actor, una experiencia al borde de la tragedia. Durante el rodaje, Cage estuvo a punto de morir ahogado. “Ahora tengo un hijo pequeño. Creo que no me gustaría repetir la experiencia”, ha confesado el actor en una entrevista reciente.
La nueva cinta de Nicolas Cage, The Surfer, aún no tiene fecha de estreno en España. Pero ya se ha exhibido en cines estadounidenses este mes de mayo. Lejos de ser una superproducción de acción o un drama histórico, esta película representa un cambio de registro. Ambientada en un pequeño pueblo costero, The Surfer evita vestuarios de época —tan habituales en la carrera reciente de Cage— y lo traslada al entorno natural de las playas australianas, donde el surf se convierte en metáfora de redención.
Aunque en pantalla Nicolas Cage no pasa tanto tiempo sobre la tabla como cabría esperar, el actor tuvo que entrenarse para dar vida a un personaje que busca recuperar su identidad a través de las olas. “Siempre que lo he intentado, he acabado hecho papilla”, ha bromeado. La preparación física fue limitada. Y se complicó aún más por un factor inesperado: la presencia de tiburones en las inmediaciones del rodaje.
El incidente que casi le cuesta la vida a Nicolas Cage
En una escena rodada en mar abierto, Nicolas Cage decidió adentrarse con la tabla de surf más grande que pudo encontrar. Su objetivo era simplemente captar una toma sencilla sobre el agua. Pero la realidad fue muy distinta. “Recibí un golpe, perdí el control y quedé atrapado entre la marea alta. Desde tierra, vieron mi tabla flotar entre las olas y dieron por hecho que había muerto”, relata el actor.
Cage consiguió salir por sus propios medios. Pero la experiencia fue tan traumática que no duda en calificarla como una de las más arriesgadas de su carrera.
Aunque el equipo de producción tenía previstas medidas de seguridad, nadie esperaba que Nicolas Cage se aventurase tan lejos sin apoyo inmediato. Las corrientes cambiantes, la falta de experiencia y la presión del rodaje crearon un cóctel explosivo.
No es la primera vez que Nicolas Cage se expone físicamente en sus películas. Pero esta vez las consecuencias pudieron ser fatales. A sus 60 años, el actor reconoce que ya no está para ciertos riesgos.
Un actor que no sabe decir que no
El año pasado, Nicolas Cage estuvo involucrado en tres producciones distintas. La más destacada, Longlegs, capturó la atención del público con su enfoque oscuro y psicológico. Además, en 2025, el actor regresa al wéstern —un género que ha explorado recientemente— y protagonizará una cinta histórica ambientada en el Egipto romano.

Con The Surfer, Nicolas Cage abraza un tipo de cine más pausado, más introspectivo, pero no por ello menos arriesgado. Aunque el guion no exigía grandes exhibiciones técnicas, el entorno natural sí lo hizo. La autenticidad de las tomas, grabadas en su mayoría sin dobles, derivó en escenas que costaron mucho más de lo previsto, no solo en esfuerzo físico, sino también en salud emocional.