Pedro Sánchez ha presumido este lunes de haber asumido “responsabilidades” ante el caso Santos Cerdán, escasos minutos después de que el juez Leopoldo Puente acordase la entrada en prisión provisional y sin fianza para el exnúmero tres del PSOE.
La decisión del magistrado del Tribunal Supremo, que responde a la petición de la Fiscalía Anticorrupción, ha sorprendido al Gobierno, que públicamente intenta desmarcarse del que hasta hace escasas semanas era secretario de Organización de los socialistas. No esperaban este escenario porque el juez no había adoptado estas medidas ante ninguno de los otros cabecillas de la trama.
En rueda de prensa desde la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Sevilla, Sánchez ha afirmado en dos ocasiones que el PSOE ha actuado “con contundencia”. “Se han asumido esas responsabilidades, se ha apartado a Santos Cerdán del Partido Socialista, y ahora es el momento de la Justicia. Es la Justicia quien tiene que dirimir exactamente cuáles son las responsabilidades y cuáles no en el caso de Santos Cerdán”, apostilló.
También presumió de que su partido es más contundente que el resto cuando detecta un caso de presunta corrupción, e insistió en su “máxima colaboración” con la Justicia y en su “respeto” a “su trabajo”.
Como el jefe del Ejecutivo, los ministros se mostraban parcos en palabras. La vicepresidenta primera, ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, afirmaba que la Fiscalía y el juez “tendrán sus propias razones” para haber optado por la prisión provisional, y trataba de alejarse de Cerdán.