A veces, encontrar la base de maquillaje ideal es casi misión imposible. Incluso aquellos más prometedores, de marcas caras, pueden terminar decepcionando. Al buscar cómo elegir el tono de base de maquillaje perfecto, hay un factor importante a tener en cuenta, el subtono de tu piel.
Comprender cómo conocer tu subtono, así como el truco infalible para saber si una base encajará con tu piel y cuál es el método extendido que no funciona, te ahorrará disgustos y te llevará a dar, por fin, con el producto que tanto buscas.
Cómo elegir el tono de base de maquillaje perfecto: la clave del subtono

Lo primero de todo, es tener clara la diferencia entre tono y subtono. El tono de tu piel se refiere a la claridad u oscuridad que tenga. Por su parte, el subtono es ese matiz interior que no cambia, independientemente de si se aclara o se broncea la piel.
Los principales subtonos existentes son los fríos, cálidos y neutros. Si no tienes claro el tuyo, puedes encontrar sus descripciones a continuación.
Subtono frío
Las pieles con subtono frío presenta reflejos rosados o azulados, y se suele enrojecer rápidamente al exponerse al sol. Si se mira la muñeca bajo la luz, las pieles frías mostrarán las venas de la zona más moradas o azulas.
Para este tipo de piel, las mejores bases son las que tienen las letras C (Cool) o R (Rosado), ya que estas bases presentan los matices acordes al subtono.
Subtono cálido
La cutis cálida presenta matices amarillos o dorados. Además, se broncea fácilmente, y no es fácil que llegue a quemarse. El truco de las venas en la muñeca deja verlas en un color verdoso, debido a ese matiz amarillento.
Por tanto, la base ideal para estas pieles vendrán marcadas por W (Warm) o Y (Yellow). Sus matices dorados son los perfectos en tu caso.
Subtono neutro
Al ser piel neutra, no existe un matiz evidente a la vista. La prueba de las venas las revelará casi tal y como son, azules o como mucho, verde-azulado.
En cuanto a la base a elegir, la N (Neutral) es la indicada, con matices beige e incluso pigmentos rosados y amarillos. Y si te apetece variar, es posible hacerlo también, debido a la neutralidad cutánea que posees.
La prueba incorrecta y el truco de los profesionales

Una vez has aprendido cómo elegir el tono de base de maquillaje, pasa por probar el tono de base. Lo primero que suelen hacer muchas mujeres al llegar a una tienda, es probar la base de maquillaje en la mano.
Según indican los expertos en belleza, esto es un error. La piel de las manos no coincide ni en tono ni en subtono con la del cuello y el rostro. Entonces, la elección tras aplicarlo en la mano puede acabar en un “desentono” entre la piel de la cara y la del resto del cuerpo.
El método efectivo, y que aplican expertos como la maquilladora profesional Patty Ramos, pasa por hacer la prueba en la línea de la mandíbula.
En este área, aplica los tres tonos que creas que más se acercan al tuyo: uno puede ser idéntico, otro que te parezca un pelín más claro, y otro que parezca un poco más oscuro.
A continuación, procede a difuminar las tres rayas con tu dedo o un aplicador, y busca un espejo cercano a la luz natural (si es posible).
El tono ideal para ti es el que se funda completamente con tu piel bajo esta luz, sin dejar bordes ni colores. Si esto último sucede, entonces no es el correcto.


