ARQUITECTURA

Entornos que estimulen los sentidos: la experiencia como tendencia clave en el diseño

Los usuarios ya no buscan solo solo productos o espacios visualmente atractivos, también vivencias memorables y significativas

Desde coworkings que fomentan la creatividad hasta restaurantes multisensoriales y museos inmersivos, el diseño se convierte en una herramienta para transformar momentos cotidianos en experiencias únicas.

En 2025, el diseño seguirá evolucionando hacia un enfoque que prioriza la experiencia del usuario. Ya no basta con crear espacios y productos estéticamente agradables; ahora se busca generar vivencias memorables que conecten emocionalmente con las personas. Esta tendencia refleja una nueva era donde la funcionalidad, la estética y la conexión emocional convergen para satisfacer las expectativas de un usuario cada vez más exigente.

En el mundo actual, el diseño ha trascendido su enfoque puramente estético o funcional para centrarse en un aspecto más integral: la experiencia. Esta tendencia, que ha cobrado fuerza en los últimos años, refleja un cambio en las expectativas de los usuarios, quienes buscan no solo productos o espacios visualmente atractivos, sino también vivencias memorables y significativas.

La interacción humana y tecnológica están en constante evolución, diseñar experiencias es la clave para mantenerse relevante y crear un legado duradero, buscando impactar positivamente en la vida diaria de las personas. Desde el lugar de trabajo en donde se convive durante horas hasta restaurantes, tiendas, museos y hoteles, buscando vivir algo distinto, algo experiencial.

En arquitectura y diseño de interiores, esto se traduce en crear entornos que estimulen los sentidos y se adapten a las necesidades específicas de quienes los habitan. Los espacios de trabajo actuales, diseñados para fomentar la colaboración, la comodidad y la productividad, son un ejemplo claro de esta tendencia, buscando tener un incentivo distinto que el Home Office.

Hoy más que nunca, el usuario quiere más que algo bonito: quiere sentirse parte de una historia, vivir algo que le inspire y que trascienda lo cotidiano. Para los diseñadores, este reto representa una oportunidad de innovar y conectar de manera más profunda con las personas. En este contexto, el diseño se convierte en una herramienta poderosa para transformar la percepción y la forma en que interactuamos con el mundo. Haciendo una vivencia multisensorial incorporando texturas, iluminación, sonidos o aromas.

Ejemplos los podemos ver en algunos sectores y espacios como:

  • Hoteles temáticos: Que van más allá de ser lugares para dormir. Ofrecen una experiencia inmersiva que conecta con la naturaleza, la tecnología o el lujo extremo. Desde habitaciones en casas en los árboles hasta piscinas infinitas con vistas icónicas, estos espacios generan sensaciones únicas.
  • Espacios de coworking: Han revolucionado los espacios de trabajo, diseñados para inspirar colaboración, creatividad y bienestar. Estos entornos integran mobiliario ergonómico, zonas de descanso, espacios verdes y hasta áreas para actividades recreativas, promoviendo una experiencia laboral agradable y productiva.
  • Restaurantes experienciales: Crean cenas multisensoriales que integran proyecciones visuales, aromas específicos, música y tecnología, diseñando cada detalle para transportar a los comensales a otro mundo mientras disfrutan de la comida.
  • Tiendas insignia: Marcas como Apple y Nike han redefinido la experiencia de compra. Sus tiendas están diseñadas no solo para exhibir productos, sino también para ofrecer interacciones que refuercen la identidad de la marca, como talleres, zonas de prueba y espacios inmersivos que cuentan una historia.
  • Museos interactivos e inmersivos: Combinan arte, tecnología y diseño para crear instalaciones donde los visitantes no solo observan, sino que interactúan y forman parte de la experiencia.

Parques temáticos, spas y aeropuertos innovadores como el Changi Airport en Singapur ofrecen más que un lugar de tránsito. Jardines, cascadas interiores, cines y áreas de entretenimiento convierten la espera en una experiencia placentera. Estos espacios son ejemplos claros de cómo el diseño puede crear experiencias únicas que trascienden la funcionalidad, convirtiéndose en momentos memorables para quienes los disfrutan. El verdadero reto para este 2025 será seguir evolucionando en este sentido.

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