Zara vuelve a apostar por el formato cinematográfico con ‘Le Dîner’, una historia que se desarrolla en uno de los restaurantes más elegantes de Madrid y arranca con una promesa de calma, una cena aparentemente tranquila, que pronto se descompone en intriga, miradas y giros sutiles.
Un grupo pequeño de desconocidos decide quedarse a cenar y, en medio de la sobremesa, la llegada de un “visitante misterioso” reescribe el ambiente, como si la noche exigiera un personaje capaz de cambiarlo todo.
El elenco es, literalmente, de película. Zara reúne a Rossy de Palma, Vincent Cassel, Damson Idris, Dylan Penn, Diane Kruger y Chucho Valdés, seis presencias con energías distintas que convierten la mesa en un tablero de juego: cada gesto parece una pista, cada conversación un posible secreto.
Zara reúne a un elenco de película: Rossy de Palma, Vincent Cassel, Damson Idris, Dylan Penn, Diane Kruger y Chucho Valdés
Rossy de Palma encarna a la jefa de sala, y su personaje funciona como el pulso del lugar: ordena, observa y conduce la velada con ese magnetismo suyo que mezcla autoridad y humor. Es la figura que hace creíble el lujo sin rigidez, la que mantiene el control… hasta que la noche decide ir por libre.
Vincent Cassel aparece como el invitado que altera el equilibrio; el desconocido magnético, la presencia que obliga a recalcularlo todo. En un relato construido a base de insinuaciones, su entrada actúa como un fogonazo: de pronto, ya no se trata solo de cenar, sino de descifrar qué está ocurriendo realmente y por qué todos parecen, de alguna manera, estar en el lugar exacto.
Y entonces está Chucho Valdés, que introduce la dimensión más sensorial de la historia. Su papel parte desde la cocina, pero termina en la música: deleita a los comensales y convierte la cena en escena, como si ‘Le Dîner’ recordara que el auténtico lujo navideño no es solo lo que se ve, sino lo que se siente.
Damson Idris, Dylan Penn y Diane Kruger completan el clima de sofisticación contemporánea: juventud y elegancia, códigos de alfombra roja trasladados a la intimidad de un comedor, esa idea de que una prenda de noche no es solo una elección estética, sino una actitud. Con ellos, Zara construye una Navidad aspiracional, más sugerida que explicada, donde el estilismo acompaña el suspense como lo haría en un thriller elegante: sin distraer, pero diciendo mucho.
Al final, ‘Le Dîner’ vende una atmósfera, la de esas noches en las que la ciudad parece más cinematográfica, el restaurante más luminoso y la conversación más peligrosa de lo habitual. Una campaña que entiende que, en diciembre, el glamour también puede tener trama, y que el mejor suspense es el que se lleva puesto.