LAS ANÉCDOTAS

Del sombrero ‘antibeso’ de Melania al protagonismo de Musk, Zuckerberg y Bezos

El papel predominante de los Musk, Bezos, Zuckerberg y cía y el accesorio de la primera dama marcaron una toma de posesión ya de por sí anómala

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El presidente de EE.UU. Donald Trump y la primera dama Melania Trump se despiden del ex presidente Joe Biden y la ex primera dama Jill Biden, mientras caminan hacia el Marine One EFE/EPA/JACK GRUBER

Donald Trump se convirtió este lunes oficialmente en el segundo presidente de Estados Unidos en ocupar el cargo en dos mandatos no consecutivos, en el único condenado por un delito grave y en la persona que con más edad aterriza en el Despacho Oval. Récord, éste último, que ostentaba hasta la fecha Joe Biden.

Durante la ceremonia de investidura, en la que prometió inaugurar “la edad de oro de América”, el republicano acaparó los focos con el anuncio de una batería de órdenes ejecutivas que prometen cambiar la faz de Estados Unidos. Pero hubo otros sucesos que también marcaron una jornada que sin duda pasará a la historia.

Una ceremonia anómala

Trump juró el cargo como 47º presidente de los Estados Unidos en el interior de la Rotonda del Capitolio. Algo inédito desde la segunda toma de posesión de Ronald Reagan en enero de 1985. Las bajas temperaturas impidieron que la ceremonia tuviera lugar en el exterior, como suele ser habitual.

“El pronóstico del tiempo para Washington, D.C., con el factor de sensación térmica, podría llevar las temperaturas a severos mínimos históricos. Hay una ráfaga ártica barriendo el País. No quiero ver gente herida, o lastimada, de ninguna manera”, anunció la pasada semana el propio Trump a través de su plataforma Truth Social.

Trump

Seguidores de Trump hacen cola para entrar en el Capital One Arena durante la ceremonia de investidura en Washington

Sus seguidores tuvieron que presenciar el acto desde el Capital One Arena, el pabellón de Washington que acogió en la víspera el último mitin de Trump como presidente electo. Unas 200.000 personas procedentes de todos los rincones de Estados Unidos, incluyendo partidarios y detractores, se dieron cita en la capital con motivo de la ceremonia.

La previa de la investidura incluyó un servicio religioso en la iglesia episcopal de St. John, en Lafayette Square, frente a la Casa Blanca, y el tradicional té entre el presidente electo, Melania Trump, el presidente Biden y la primera dama Jill Biden.

Trump no puso la mano encima de La Biblia

Trump confirmó que juraría el cargo sobre dos Biblias, una familiar que le regaló su madre y otra utilizada por el presidente Abraham Lincoln en su primera toma de posesión de 1861 –también usada por el expresidente Barack Obama tanto en 2009 como en 2013–. Sin embargo, en el momento de jurar el cargo, Trump no puso la mano sobre la Biblia, como percibió el expresidente del Comité Nacional Republicano Michael Steele, ahora comentarista político de MSNBC.

“‘No olvidaremos a nuestro dios’, dice Trump momentos después de convertirse en el primer presidente en un siglo que olvida poner la mano sobre la biblia mientras juraba el cargo”, escribió, por su parte, el analista Adam Schwarz en la red social X. “He repasado décadas de tomas de posesión de presidentes estadounidenses y no he encontrado otro ejemplo de esto”. El vicepresidente, JD Vance, en cambio, sí lo hizo.

Los oligarcas, en primera fila

“Los multimillonarios de las grandes tecnológicas tienen un asiento en primera fila en la toma de posesión de Trump. Tienen incluso mejores asientos que los propios elegidos del Gabinete de Trump. Eso lo dice todo”, comentó en X la senadora demócrata Elizabeth Warren.

Además de Elon Musk, que dirigirá el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) en la Administración Trump, y el fundador de Amazon Jeff Bezos, que procuró limar sus asperezas con el republicano en cuanto percibió que el viento le soplaba de cara para recuperar la Casa Blanca, en la ceremonia de investidura ocuparon un lugar privilegiado Mark Zuckerberg, Tim Cook y Sundar Pichai, directores ejecutivos de Meta, Apple y Google, respectivamente.

Tan privilegiado que relegaron a un segundo plano a los Robert F. Kennedy Jr., Doug Burgum o Howard Lutnick, secretarios de Salud, Interior y Comercio, entre otros.

Trump dio la razón a un Biden que, en su último discurso desde el Despacho Oval, advirtió de las “fuerzas poderosas quieren ejercer su influencia sin control para eliminar las medidas que hemos tomado para hacer frente a la crisis climática y servir a sus propios intereses de poder y beneficio”.

“Hoy, en Estados Unidos está tomando forma una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos básicos y nuestra libertad”, alertó el demócrata.

El sombrero de Melania Trump

El accesorio de la primera dama sorprendió a propios y extraños. Carne de memes, no tardó en vitalizarse en redes sociales. La exmodelo de origen esloveno apareció en la Rotonda del Capitolio con un sombrero de lana estilo jinete diseñado por Eric Javits que le tapaba los ojos y la mitad de la cara. La longitud del ala estuvo a punto de evitar que Trump pudiera darle un beso en la mejilla después de jurar el cargo.

Melania Trump

La primera dama Melania Trump

El sombrero acompañaba a un conjunto de lana de seda azul marino de estilo militar, obra del diseñador neoyorquino Adam Lippes. Doble botonadura y ceñido a la cintura.

La internacional ultra

La ceremonia de investidura de Trump suponía una oportunidad histórica para decenas de líderes internacionales que intentan capitalizar el método y los resultados del republicano en sus respectivos países. Una gran cita de la ultraderecha global con la que el trumpismo ha demostrado ser hábil a la hora de tejer alianzas. Desde jefes de Estado y de Gobierno, hasta líderes de oposición hicieron acto de presencia en Washington.

Las caras visibles fueron la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente argentino, Javier Milei, pero estos días se dejaron ver cerca del Capitolio el líder de Vox, Santiago Abascal, los franceses Éric Zemmour, Sarah Knafo y Marion Maréchal, sobrina de Marine Le Pen, el portugués André Ventura, el británico Nigel Farage o el ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, entre otros.

Grandes ausencias

Entre las grandes ausencias destacó la de Michelle Obama. “Durante años, Donald Trump hizo todo lo que estuvo en su mano para intentar que la gente nos temiera. Su visión limitada y estrecha del mundo le hizo sentirse amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, muy educadas y con éxito que resultan ser negras”, denunció la ex primera dama en la Convención Nacional Demócrata del pasado agosto.

Barack Obama asistió en solitario, a diferencia de los demás expresidentes, que acudieron en compañía de Hillary Clinton –quien no pudo contener la risa cuando Trump anunció que cambiaría el nombre del Golfo de México por el Golfo de América–, Laura Bush y Jill Biden.

Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, tampoco estuvo presente. Quizá explique su ausencia la reacción de Donald Trump Jr. a la agresión que sufrió su marido Paul Pelosi con un martillo a manos de un seguidor de las teorías de la conspiración de extrema derecha. El primogénito de Trump compartió en Twitter una de un martillo y un par de calzoncillos con el siguiente mensaje: “Tengo listo mi disfraz de Halloween de Paul Pelosi”.

Otra ausencia sonada fue la de Karen Pence, esposa del exvicepresidente de Trump Mike Pence, sobre quien Trump lanzó a sus hordas por certificar la victoria de Biden el 7 de enero de 2021, un día después de que la turba trumpista asaltara el Capitolio. La señora Pence, que asistió la pasada semana al funeral de Jimmy Carter, ni siquiera dirigió la palabra a Trump ni a Melania durante el velatorio.

El adiós definitivo de Biden

El ya expresidente se despidió de la Casa Blanca con una decisión inédita que sienta un precedente peligroso. Antes de abandonar Washington en un avión con destino California en compañía de su esposa, Biden concedió un indulto de manera preventiva a sus hermanos James, Valerie y Francis Biden y las parejas de los dos primeros, Sara Biden y John Owens. “Un perdón total e incondicional” por cualquier acto “no violento” que hayan cometido entre 2014 y el lunes 20 de enero de 2025 con el argumento de protegerlos ante las “amenazas” de Trump.

“Mi familia ha sido objeto de incesantes ataques y amenazas, motivados únicamente por el deseo de hacerme daño: la peor clase de política partidista. Por desgracia, no tengo motivos para creer que estos ataques vayan a terminar”, recoge el comunicado de la familia. “La emisión de estos indultos no debe ser confundida como un reconocimiento de que cualquier individuo participó en alguna fechoría, ni la aceptación debe ser malinterpretada como una admisión de culpabilidad por cualquier ofensa”.

Biden Trump

El presidente de EE.UU. Donald Trump y la primera dama Melania Trump se despiden del ex presidente Joe Biden y la ex primera dama Jill Biden, mientras caminan hacia el Marine One

Solo unas horas antes, el demócrata indultó al director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades durante la pandemia, Anthony Fauci, al exjefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, que calificó a Trump de fascista durante la campaña, y a los integrantes del comité que investigó el asalto al Capitolio. También recibieron el perdón preventivo por parte de Biden tanto Liz Cheney como Adam Kinzinger, dos republicanos críticos con Trump.