El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado hoy que negará y revocará los visados de diplomáticos palestinos que tenían previsto participar en la próxima Asamblea General de la ONU a fines de septiembre, el gran foro diplomático mundial donde este año el conflicto palestino se anunciaba como uno de los focos principales de atención.
El secretario de Estado, Marco Rubio, que dijo actuar “de acuerdo con la ley estadounidense”, ha explicado en un comunicado que denegará los visados o revocará los existentes de aquellos miembros de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y de la Autoridad Palestina (AP). Rubio ha argumentado que “es interés nacional (de EEUU) pedir cuentas a la OLP y a la AP por no cumplir con sus compromisos y socavar los esfuerzos de paz”.
Mahmud Abás asistirá al encuentro
El propio presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, tiene previsto asistir en persona a la Asamblea General y tomar la palabra en nombre de su país, según ha informado hoy el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour.

El embajador dice haber recibido la noticia solo unos minutos atrás y, preguntado por las consecuencias exactas de la medida, ha afirmado que “vamos a ver exactamente lo que eso significa y cómo esto se aplica a nuestra delegación”.
Un portavoz del Departamento de Estado ha explicado por escrito que la misión diplomática permanente que dirige Mansour “tendrá una exención (de la medida) por el acuerdo con la sede central de la ONU“, pero no se pronunció sobre el caso del presidente Abás.
Apoyo de comunidad internacional
La Autoridad Palestina cuenta con el apoyo de prácticamente toda la comunidad internacional -incluidas la Liga Árabe y la Unión Europea- para hacerse cargo de la franja de Gaza una vez que termine la guerra lanzada por Israel, y en el caso de EEUU esa era también la postura con el gobierno de Joe Biden, pero la administración Trump ha marginado a la AP sin dejar claro cuál es su alternativa.
Este movimiento de EEUU sobre los visados palestinos se produce en un momento en que la Asamblea General se iba a convertir en el gran foro de resonancia del conflicto, con países tan relevantes como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá dispuestos a aprovechar esa ocasión para reconocer el Estado palestino.

El embajador Mansour vaticinó que una decena de estados en total podrían dar ese paso de reconocimiento durante la asamblea y llevar hasta los 160 el número de países que reconocen el Estado palestino (de los 193 miembros de Naciones Unidas).
El portavoz del Departamento de Estado especificó que la OLP y la AP solo pueden ser “socios para la paz” en caso de que “repudien el terrorismo, las campañas de instrumentalización de la Corte Penal Internacional y de la Corte Internacional de Justicia, así como la búsqueda de reconocimiento unilateral de un Estado”.