MÉXICO

Katya Echazarreta: la primera mexicana en el espacio impulsa una reforma para regular la industria espacial

Tres años después de convertirse en la primera mujer mexicana en viajar al espacio con Blue Origin, la ingeniera Katya Echazarreta impulsa una reforma constitucional para regular la industria aeroespacial en México

La astronauta mexicana Katya Echazarreta habla durante una entrevista con EFE
EFE

Katya Echazarreta hizo historia el 4 de junio de 2022 al convertirse en la primera mujer mexicana en viajar al espacio. Lo hizo como parte de la misión NS-21 de la compañía Blue Origin, en uno de los vuelos tripulados de la empresa fundada por Jeff Bezos. Hoy, tres años después, su atención está puesta en otra misión: lograr que México tenga un marco legal que permita el desarrollo de su propia industria espacial.

La ingeniera eléctrica, egresada de la Universidad de California, actualmente impulsa una “reforma en materia espacial” que, según explicó a la agencia EFE, busca regular el sector aeroespacial en el país y permitir que este se sume al modelo conocido como New Space. Este modelo, originado por empresas privadas de tecnología espacial, se distancia de las estructuras tradicionales controladas exclusivamente por agencias gubernamentales.

La astronauta mexicana Katya Echazarreta habla durante una entrevista con EFE
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Una oportunidad para países como México

“México tiene la oportunidad, por primera vez en la historia, de beneficiarse de este novedoso fenómeno”, afirmó Echazarreta. El fenómeno al que hace referencia deja atrás “los esquemas” del llamado Old Space, donde la participación estaba limitada a gobiernos o a países con tecnologías propias.

Según detalla, bajo ese modelo anterior, si México quería involucrarse tenía dos opciones: “Desarrollar todo desde cero, porque la tecnología es propiedad de los gobiernos”, o bien “generar algún convenio con otra agencia de gobierno”. Sin embargo, añadió que en muchos casos “no te dan la prioridad al menos de que tengas el recurso”.

El New Space, por el contrario, permite a países sin experiencia previa acceder a servicios, tecnología e infraestructura a través de empresas como SpaceX, Blue Origin o Virgin Galactic. “La alternativa es comenzar este desarrollo espacial con el apoyo de las compañías que se están dedicando a esto”, explicó Echazarreta. A diferencia de los gobiernos, estas empresas no siempre restringen su colaboración a ciudadanos estadounidenses o sus aliados, lo que representa una oportunidad para países como México.

Sin embargo, esta posibilidad aún no se puede aprovechar plenamente. “No podemos tener lanzamientos desde nuestro propio país y eso es por falta de regulación”, señaló. Por ello, considera fundamental que la Cámara de Senadores apruebe la reforma propuesta, lo que permitiría establecer un marco legal que regule actividades espaciales, zonas de lanzamiento y medidas de protección ambiental.

“No están preocupándose por lo que sucede aquí”

La astronauta ha sostenido mesas de trabajo con la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y con la coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (Caderr), Altagracia Gómez. Uno de los temas que más preocupa es la falta de control sobre los lanzamientos que ya se están realizando cerca del territorio nacional.

Echazarreta advierte que mientras otros países ya regulan sus actividades espaciales dentro de sus propias fronteras, “no están preocupándose por lo que sucede aquí”. Como ejemplo, menciona los lanzamientos de la empresa SpaceX en la zona fronteriza de Tamaulipas, los cuales han generado impactos ambientales y problemas de seguridad. El caso más grave ocurrió el 18 de junio pasado, cuando uno de los cohetes explotó, lo que llevó al Gobierno mexicano a preparar una demanda contra la empresa de Elon Musk.

“Lo que está sucediendo es que el resto del mundo reconoce el valor de México dentro de la industria espacial, menos México”, afirmó. “Y desafortunadamente cuando no reconocemos nuestro propio valor es muy fácil que se aprovechen de nuestros recursos y lo que tenemos aquí”.

Colaboración con EE.UU.

La reforma también busca establecer “leyes secundarias” que detallen aspectos como las zonas permitidas para el lanzamiento de cohetes y las garantías ambientales. Otro punto clave es la colaboración con Estados Unidos, ya que, según la experta, “la frontera se está convirtiendo en una zona muy importante” para las operaciones espaciales de ese país.

Echazarreta también advirtió que si México no diversifica su participación en esta industria, corre el riesgo de repetir un patrón ya conocido: “Hasta ahora ha sido casi exclusivamente de manufactura”, comentó, haciendo un paralelo con la industria automotriz. “Eso podría repetirse en el sector aeroespacial si no tenemos cuidado”.

La astronauta mexicana Katya Echazarreta habla durante una entrevista con EFE
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Además de su trabajo legislativo, Echazarreta también participa en proyectos de divulgación científica. Esta semana, inauguró la exposición “Estación Espacial Papalote” en el Papalote Museo del Niño de Ciudad de México. Su nombre figura en el muro “Mujeres Espaciales” de la muestra, y su imagen da la bienvenida a los visitantes en forma de holograma. “El niño llega abierto a aprender”, describió la directora del museo, Alejandra Cervantes. El objetivo, aseguró, es “inspirar” a los niños a interesarse por la ciencia y la tecnología.

Primera misión latinoamericana en el espacio

Durante la presentación, Echazarreta volvió a insistir en la necesidad de transformar la industria desde dentro. Afirmó que muchos jóvenes mexicanos no pueden acceder a una carrera espacial sin salir del país. “¿Cómo vamos a esperar que un ingeniero mexicano, aunque sea el mejor de todo el país, pueda construir un cohete o una base de lanzamientos en México cuando nunca lo ha experimentado?”, cuestionó.

Para ella, lo esencial es que el país “priorice este tema como nación”, no solo en términos regulatorios, sino también en el reconocimiento del valor estratégico de esta industria. “En aproximadamente diez años”, estimó, México podría posicionarse como un actor relevante en el espacio, siempre que se aprovechen las capacidades locales y se creen las condiciones para retener el talento.

La astronauta también confirmó que el proyecto para liderar la primera misión latinoamericana en el espacio, previsto para 2027, “sigue en pie”, como fue anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum.

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