Cecile Richards, líder estadounidense y defensora de la lucha por los derechos de las mujeres y la legalidad del aborto, falleció el mismo día de la inauguración de Donald Trump a los 67 años de edad. Richards murió el lunes en su casa en Nueva York “rodeada de su familia y su siempre leal perro, Ollie. Nuestros corazones están destrozados hoy, pero no hay palabras que puedan hacer justicia a la alegría que ella trajo a nuestras vidas”, dijo su familia en un comunicado.
Cecile Richards ayudó a transformar los derechos de las mujeres desde Planned Parenthood, una organización que se convirtió en una potencia política, así como en el principal proveedor de atención de salud sexual y reproductiva a todas las mujeres del país. Su liderazgo y capacidad de lucha sostuvieron la organización durante una época tumultuosa en la que recibió ataques constantes de los republicanos en su esfuerzo por retirar fondos a las clínicas bajo su mando.
Aunque Planned Parenthood ofrece anticonceptivos, exámenes de detección de cáncer y pruebas de enfermedades de transmisión sexual en clínicas de todo el país, su estatus como proveedor principal del aborto en Estados Unidos lo ha convertido durante mucho tiempo en el objetivo de los conservadores que buscan su cierre. Bajo el liderazgo de Richards, la organización ganó en membresía, recibió el apoyo de millones de donantes e influencia política, y jugó un papel destacado en la lucha contra la libertad de las mujeres norteamericanas.

Ciudadanos frente al Capitolio de EEUU en una manifestación a favor del derecho de la mujer al aborto
En 2015, pasó horas respondiendo preguntas hostiles de miembros republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, quienes crearon un panel para investigar las políticas de Planned Parenthood. En 2022, después de que el tribunal supremo anuló Roe v. Wade, Richards dijo: “Un día, nuestros hijos y nietos nos preguntarán: ‘Cuando todo estaba en juego, ¿qué hicisteis?’. Y la única respuesta aceptable es: ‘Todo lo que pudimos’”.
Una vida dedicada a los derechos civiles
Richards nació en Waco en 1957, hija mayor de David, un abogado de derechos civiles, y Ann Richards, una entonces ama de casa que se involucró tanto en la política demócrata que acabó siendo Gobernadora de Texas. Criada entre Dallas, Austin y una temporada en Washington, D.C., Richards siempre luchó por la justicia social y en su infancia llevaba un brazalete negro a la escuela para protestar por la guerra de Vietnam.
Cuando tenía 16 años, Cecile Richards se unió a su madre en la campaña a favor de Sarah Weddington, la abogada que argumentó Roe v. Wade, en su campaña para la legislatura de Texas. Asistió a la Universidad de Brown, donde se especializó en “historia y agitación social”, luego realizó una pasantía en una organización que implementaba el recién aprobado Título IX. En su graduación universitaria desplegó una pancarta que decía ‘Sudáfrica libre’ pidiendo a Brown que se deshiciera de sus participaciones financieras en la Sudáfrica de la era del apartheid, lo que la universidad hizo más tarde.
Después de graduarse, Cecile Richards comenzó a trabajar como organizadora laboral en todo el sur, donde conoció a su marido, Kirk Adams. A los 30 años, regresó a Texas para ayudar a su madre en su campaña política para convertirse en la primera gobernadora de Texas de los tiempos modernos. Después de que George W. Bush derrotara a su madre para un segundo mandato, Cecile Richards se involucró en la organización de base de Texas, comenzando por desafiar a los conservadores en las juntas escolares. Fundó la Texas Freedom Alliance, para organizar a los tejanos en torno a la educación pública y la libertad religiosa, y la Texas Faith Network. Con el tiempo, ambos grupos se unieron para convertirse en el Texas Freedom Network.

Manifestación a favor del aborto
Richards pasó a trabajar para la entonces líder demócrata Nancy Pelosi y fundó America Votes, una coalición de organizaciones de base progresista que registran, educan e invitan a votar a los votantes. Ahí es donde estaba trabajando cuando recibió la llamada para dirigir Planned Parenthood en 2006. Richards describió su trabajo en Planned Parenthood como una “extensión natural” de su trayectoria laboral.
A lo largo de sus 12 años al frente, Richards ayudó a transformar Planned Parenthood en una de las instituciones políticas más populares del país, aumentando la base de donantes y voluntarios de tres millones a once millones. Recaudó más dinero que en cualquier otro momento de la historia de la organización y revitalizó el Fondo de Acción de Planned Parenthood, el brazo de defensa política de la organización. Su trabajo significó el comienzo de una era de unidad entre los 49 estados afiliados de la federación, ayudando a crear una página web única para pacientes que necesitaban servicios en cualquier parte del país.
Richards también vivió algunos de los momentos más difíciles para la organización, peleando contra los crecientes ataques de grupos conservadores provida. Texas, el estado natal de Richards, abrió el camino al resto al conseguir detener la financiación estatal a Planned Parenthood, eliminando todas las clínicas afiliadas a sus programas.
Tras dejar la organización en 2018, permaneció activa en la política demócrata y la lucha por los derechos reproductivos de la mujer. Incluso después de que le diagnosticaran glioblastoma, un cáncer cerebral incurable, a mediados de 2023, Richards continuó presionando, ayudando a amplificar las historias de mujeres afectadas por las prohibiciones del aborto y trabajando en una aplicación de información sobre el aborto.